domingo, 8 de marzo de 2015

VENEZUELA Y LA OPINIÓN EXTRANJERA


Impresiones de un notable periodista norteamericano. –El General Gómez “El Constructor de Caminos”. –Beneficios de las vías de comunicación. –La industria petrolera y sus grandes riquezas. –La producción mexicana disminuye rápidamente. –“Venezuela será el mayor productor de petróleo fuera de los Estados Unidos”. –Excelente calidad del producto. –Eficiencia de nuestra Legislación. –Efectivas garantías al capital extranjero. –Brillantes perspectivas para el porvenir.

En días pasados dimos cuenta a nuestros lectores de la llegada a Caracas del señor Michel O’Shaughnessy, notable periodista norteamericano y experto muy distinguido en asuntos petroleros, a cuyo estudio se ha consagrado con éxito. El señor O’Shaughnessy es autor de un folleto acerca de los recursos petroleros de nuestro país y las perspectivas de su gran desarrollo futuro, y colabora en The Wall Street Journal, de Nueva York, uno de los periódicos financieros de más crédito en los Estados Unidos, y en The Oil and Gas Journal, de Tulsa, Oklahoma, publicación que pasa por una de las mejor informadas del mundo en todo lo que concierne a los intereses petroleros.

El señor O’Shaughnessy ha recibido en nuestro país las atenciones que merece su destacada, personalidad, y en Maracay fue recibido personalmente por el Presidente de la República, Benemérito General Juan Vicente Gómez, quien interesado como siempre en el progreso de Venezuela y en el desarrollo de sus industrias matrices, de las que es el primer impulsor, sostuvo interesante conversación con el distinguido huésped, al que mostró con su habitual cortesía los campos de cultivo de su propiedad ubicados en la capital aragüeña y lo que ha hecho allí por el mejoramiento de la cría.

Al regresar a Caracas, gratamente impresionado por la vigorosa personalidad del General Gómez y por su patriotismo práctico y sincero, a la vez que por las buenas condiciones de nuestras vías de comunicación y por la actividad y el bienestar que tuvo ocasión de palpar en los lugares por donde pasó, hemos tenido nuevamente el placer de conversar con el señor O’Shaughnessy, cuyas impresiones recogemos complacidos, no solamente por la justicia que ellos tributan a la obra del Jefe del país, sino por la manera con que es juzgado por su clara visión del porvenir de Venezuela.

“Sí señor, nos dijo el señor O’Shaughnessy, he tenido el placer de conocer a su gran Presidente, Juan Vicente Gómez, el Constructor de Caminos. Las magníficas carreteras de Caracas a La Guaira y a Maracay y la que se está construyendo a Mérida, serán permanentes monumentos de su sentido práctico, de su previsión y de su conocimiento de los verdaderos intereses de su Patria. Désele al habitante del interior la oportunidad de vender los productos de su suelo y de ver cómo viven sus más afortunados hermanos de las ciudades. Infúndasele la ambición de trabajar para obtener un hogar mejor; para competir con los grandes trabajadores de otros países.

Las buenas carreteras son los mejores y más valiosos agentes de la civilización. Demasiados países construyen ferrocarriles mucho antes de que sus habitantes tengan que transportar en ellos, y así se proporcionan dificultades con los extranjeros que prestan su dinero para construirlos. Su país es rico en agricultura y con el tiempo, una gran mayoría de sus compatriotas hallarán más trabajo, bienestar y felicidad en el cultivo de la tierra que el que les pueda venir de las grandes riquezas que el desarrollo de la industria petrolera producirá a su país. En verdad, no soy agricultor, y he venido a Venezuela con el objeto de llevar al pueblo de los Estados Unidos una idea exacta, por medio de nuestra prensa, de la importancia de sus terrenos petrolíferos, pero no puedo evitar la expresión de mi admiración por el acierto de su Gobierno en la construcción de las carreteras. Esta es la más amplia y práctica garantía al capital extranjero del sentido comercial y práctico que puede esperar al negociar con su país.

Venezuela es indudablemente, el más importante de los países petroleros. Bastante se ha hecho ya, a mi juicio, para garantizar la esperanza de que será el mayor productor de petróleo fuera de los Estados Unidos. La producción mexicana está disminuyendo rápidamente; es imposible trabajar en aquel país. México es ya una tragedia. Lo está estrangulando un régimen bolshevista. México ha producido más de un billón de barriles de petróleo en los últimos catorce años. Venezuela producirá más en los próximos catorce; el promedio del petróleo venezolano es de mejor calidad y más accesible. Todas las Compañías petroleras abandonarán a México tan pronto como puedan, mientras que la administración de todas las Compañías está completamente satisfecha de la legislación venezolana sobre petróleos, de la actitud de su Gobierno hacia ellas, y en fin, de sus condiciones de trabajo. El petróleo existe aquí, el mundo lo necesita, y las más ricas y mejor administradas y equipadas empresas lo están buscando. Todo esto promete una gran prosperidad a Venezuela. Maracaibo aumentará rápidamente su población y se convertirá en un importante centro comercial. Tendrá, sin duda, dentro de poco, nuevo suministro de agua de las montañas y un sistema de cloacas. Yo espero que Caracas mantendrá siempre el encanto que posee en tan alto grado.

Nada llama hoy la atención del mundo con mayor interés, en esta era de transporte, que el petróleo; y por ello, Venezuela está llamada a ser un factor cada día más importante entre las naciones del Mundo”.

(Publicado en el Periódico “El Nuevo Diario”, el 12 de septiembre de 1924).