Benemérito General Juan Vicente Gómez
Nació el 24 de Julio de 1857 en el sitio de “El Salado”, dentro de la finca “La Mulera”, propiedad
familiar, jurisdicción de San Antonio del Táchira. Sus padres fueron don Pedro Cornelio Gómez
y doña Hermenegilda Chacón Alarcón, quienes tuvieron trece hijos, siendo el mayor Juan Vicente, seguido por Indalecia, Juan Crisóstomo (Juancho), Elvira, Regina, Ana, Pedro César, Emilia, Aníbal, Apolonia, Pedro María, Mauro y otro fallecido a temprana edad.
Juan Vicente Gómez, al igual que El Libertador, nace un 24 de Julio y fallece un 17 de
Diciembre. En su Estado nativo y en la zona contigua de la
República de Colombia se forma en las faenas del campo, en las que muestra
un gran espíritu de trabajo y se afirma en los conceptos del valor del esfuerzo
creador y la productividad y en los principios de una sana y prudente
administración que le guiarán permanentemente. El General Juan Vicente Gómez tuvo numerosa descendencia y de los dos hogares que integró nacieron los siguientes hijos. Con doña Dionisia Bello, tachirense, nacieron siete descendientes: José Vicente, Josefa, Alí, Flor de María, Graciela, Servilia y Gonzalo Gómez Bello. Con doña Dolores Amelia Núñez de Cáceres, distinguida dama caraqueña, tuvo diez descendientes: Juan Cayetano, quien falleció a las pocas horas de nacido, Juan Vicente, Florencio, Rosa Amelia, Belén María, Hermenegilda, Indalecia, fallecida a los dos años de meningitis en Maracay, Juana Cristina, Berta Efigenia y Juan Crisóstomo Gómez Núñez.
Recién cumplidos los cuarenta
años de edad, se inicia en la vida pública. Cuando la Revolución Legalista en 1892, se incorporó al Ejército Nacional bajo las órdenes del
General José María González, en defensa del gobierno del Presidente Dr.
Raimundo Andueza Palacio y en contra de la Revolución
Legalista acaudillada por el General Joaquín Crespo. A poco de entrar en
campaña, llegó a ser el Comisario del Ejército. Siendo Coronel y actuando en la
batalla del Topón, se batió denodadamente y dió pruebas de gran valor y pericia
militar. Cuando el General Espíritu Santo Morales atacó la ciudad de Táriba, el
General Gómez era uno de los defensores de esa plaza, durando la acción dos
días, y allí peleó reciamente destacándose entre la plana mayor del Ejército.
Triunfante dicha Revolución, marchó al exilio en unión del General Cipriano
Castro radicándose ambos en territorio colombiano, cerca de la frontera, donde
adquirieron sendas fincas: “Bella Vista” el General Castro, “Buenos Aires” el
General Gómez. Se dedicó a la agricultura, permaneciendo allí siete años, para
el día 23 de mayo de 1899 alistarse en su propia hacienda “Buenos Aires”, con
los 60 oficiales con que se inició la Revolución
Liberal Restauradora, comprometiendo toda su fortuna para esa peligrosa
empresa de venir combatiendo desde la frontera hasta el Capitolio
Federal.
El General Cipriano Castro, jefe del nombrado movimiento, no se atrevió a
invadir a Venezuela sin esperar la llegada del General Gómez, uniéndose a él y
a su brillante oficialidad en Juan Frío, lugar fronterizo. Triunfante la
Revolución Liberal Restauradora, fue elegido Gobernador del Distrito
Federal el 8 de diciembre de 1899, y el 22 de febrero de 1900 fue nombrado Jefe
Civil y Militar del Estado Táchira, y luego el 29 de marzo de 1901 nombrado
Primer Vice-Presidente de la República. En el año de 1901 cuando la
guerra civil reinaba en todo el país, fue nombrado General de División y Jefe
Expedicionario durante los días de la “Revolución Libertadora”, promovida por
el General Manuel Antonio Matos en intento de derrocar al General Cipriano
Castro. El día 21 de diciembre salió de Caracas a implantar la Paz
Nacional, siendo el vencedor en “La Casa Blanca”, “Los Colorados”, “La Puerta”,
“San José de Tiznados” y “Paso de Esteves” destruyendo al General Antonio
Fernández en la memorable acción de “La Puerta”, el día 30 de diciembre de
1901. En el año de 1902 tuvo que enfrentársele al renombrado jefe federal
Luciano Mendoza, quien en las posiciones de “El Barro”, buenas y estratégicas,
lo esperaba confiado en causarle una completa derrota, y el día 5 de enero se
libró la acción triunfando el Gral. Gómez al frente del Ejército Nacional,
derrotando y capturando en febrero de este mismo año en El Tinaco al conocido
lancero y terrible jefe de caballería, Gral. Luis Loreto Lima, prestigioso
elemento del Partido Nacionalista. Como Delegado Nacional salió el 17 de marzo
ante los Estados Falcón, Lara, Yaracuy, Zulia, Trujillo, Mérida y Táchira a pacificar Occidente.
En Urucure derrotó a los Generales Riera y Peñaloza, el día 15 de abril y el 29 de ese mismo mes regresó
a La Guaira y sin llegar a Caracas salió el día siguiente para el
Oriente de la República, con el fin de completar la pacificación de toda
Venezuela. Llegando a Cumaná derrotó al General Zoilo Vidal el 4 de mayo, y
atacando a Carúpano el 6 del mismo mes, recibió una herida en la pierna de
consideración. Después de regresar a Caracas, el 5 de julio de 1902 se encargó
de la Presidencia de la República mientras el General
Cipriano Castro salía a campaña. En el sitio de La Victoria cuando el
General Castro se encontraba dominado por los ejércitos de la Revolución
Libertadora, el General Juan Vicente Gómez, atravesando más o menos ochenta
kilómetros de ferrovía totalmente ocupada por guerrillas y parte del ejército
enemigo, salió de Caracas conduciendo cuantiosas municiones y elementos de
guerra, lo que produjo enorme pánico en las líneas enemigas su llegada
a La Victoria, y éstas desconcertadas y anarquizadas sin atender a la voz
de mando de su jefe, el General Manuel Antonio Matos, al ser atacadas por las
fuerzas del gobierno, retiráronse en desorden, y cuando en San Mateo el General
Gómez en persona, al frente de las tropas que comandaba, dio una terrible carga
de Infantería, prodújoles una desastrosa derrota.
El 5 de abril de 1903 de nuevo al frente del ejército, persiguiendo al
General Nicolás Rolando, lo atacó el día 11 en las formidables posiciones de
“El Guapo” donde se libró una sangrienta batalla de tres días, quedando
derrotado el connotado jefe oriental. Alcanzó al General Matos el 22 de abril,
derrotándolo por completo y apoderándose de la ciudad de Barquisimeto. Reunidos
los Generales Matos, Riera y Lara, con los cuerpos de ejército que les quedaba,
fueron derrotados por el General Gómez en “Matapalo” el día 2 de junio,
corriendo la misma suerte los Generales Antonio Paredes y Manuel Morales el 2
de julio en “Campo Claro”. Encontrándose casi todo el país pacificado por su
espada victoriosa, dirigióse a la plaza fuerte de Ciudad Bolívar, donde la
mayor parte de los principales Generales de la Revolución
Libertadora se habían atrincherado, y después de librarse una de las
acciones guerreras de más pericia y donde el valor tenía que imperar para
obtener un triunfo definitivo, el día 21 de julio quedó sellada allí la
Paz Nacional y arrancada de raíz del territorio venezolano la dañina
planta de las guerras civiles.
Sólo desde 1892 hasta 1903, el General Juan Vicente Gómez, ya actuando como
Jefe de Estado Mayor, ya como Jefe de Operaciones, se encontró victorioso en 29
hechos de armas, clasificados en 17 combates, 4 sitios y 8 batallas campales.
Podríamos resumir así los principales rasgos de su personalidad: hombre de
trabajo, buen administrador, buen militar, gran conocedor de la personalidad
humana, mente ágil y aguda, sabía evaluar cada situación y establecer un orden
de prioridades. Amó intensamente el trabajo y la paz. “Fuí a la guerra para
conquistar la paz”, decía a fin de explicar su actuación militar. Como Jefe en
campaña era caballeroso y humanitario con los vencidos y prisioneros de guerra,
se preocupaba mucho por mantener a sus tropas en buenas condiciones y bien
abastecidas. Logró caracterizarlas por su disciplina y el respeto a las
poblaciones donde les tocaba actuar. Posteriormente, en función de gobierno y
debido a las circunstancias históricas en que le correspondió desempeñarse,
endureció su carácter y aplicó mano férrea a todas aquellas personas que pensó
podrían atentar contra el orden institucional, perturbar el orden público, la
paz y retrotraer al país al drama de la guerra civil.
El 19 de Diciembre de 1908 ausente del país el General Cipriano Castro por
razones de salud, y habiéndose producido, por diversas circunstancias el
rompimiento entre ambos caudillos, el General Juan Vicente Gómez apoyado en los
pronunciamientos populares, asumió el poder del cual estaba encargado en su
condición de primer Vice-Presidente. Continuó como Presidente Provisional hasta
el año de 1910, luego Presidente Constitucional (1910-1914) Comandante en Jefe
del Ejército y Presidente electo (1915-1922), Presidente Constitucional en
ejercicio (1922-1929), nuevamente Comandante en Jefe del Ejército (1929-1931) y
Presidente (1931-1935).
Como gobernante le tocó conmemorar, y lo hizo con dignidad y fervor
patriótico, los centenarios de las grandes efemérides nacionales: 19 de Abril
de 1810; 5 de Julio de 1811; Congreso de Angostura, 15 de febrero de 1819;
Batalla de Carabobo, 24 de Junio de 1821; Batalla Naval de Maracaibo, 24 de
Julio de 1823; Batalla de Ayacucho, 9 de Diciembre de 1824; Centenario
de la Muerte del Mariscal de Ayacucho, 4 de Junio de 1830; Centenario
de la Muerte del Libertador Simón Bolívar, 17 de Diciembre de 1830.
Su función de gobierno se rigió por un claro orden de prioridades. En
primer término, la Pacificación del país. Como instrumentos
fundamentales determinantes para lograrla creó un Ejército Nacional, producto
de Instituciones Militares docentes. Ejército éste que vino a sustituir al
tradicional Ejército de Guerreros, que respondía a razones banderizas y
dependía de caudillos locales. La acción pacificadora del Presidente Gómez es,
sin duda el punto de consenso entre los historiadores. La pacificación exoneró
a las clases menos favorecidas del oneroso tributo que se les hacía pagar en
sangre, luto y lágrimas cuando a los hombres sencillos de la ciudad y del campo
se les arrancaba por la fuerza del seno de sus hogares para llevarles a morir
en los campos de batalla por banderas y causas ajenas a ellos mismos y de cuyo
triunfo no recibían ventaja alguna. Para un moderno analista de opinión
pública, cuando el General Juan Vicente Gómez orientó su gobierno bajo el lema
de “Unión, Paz y Trabajo”, lo que hacía, era interpretar cabalmente el
sentimiento de las grandes mayorías nacionales.
Con la llegada al Poder del Gral. Juan Vicente Gómez, el 19 de diciembre de
1908, las relaciones exteriores de Venezuela comenzaron a normalizarse: en
1909, se reanudaron las relaciones exteriores con los Estados Unidos, Francia,
Holanda y Colombia. Se ejecutó un extraordinario plan de vialidad por todo el
territorio nacional que permitió la unión, comunicación y desarrollo de las
distintas regiones del país que permanecían, antes de su gobierno, totalmente
aisladas. La construcción de más de 8.000 Km. de carreteras pavimentadas,
puentes colgantes de hierro y madera, la modernización y ampliación de puertos
y la construcción de los primeros aeródromos, constituyeron una prioridad de su
Gobierno. Por citar algunas de gran importancia: La Carretera
Trasandina (24 de julio de 1925) cerca de 1.220 Km. de carreteras
desde la ciudad de Caracas hasta la frontera con Colombia, atravesando las
abruptas y elevadas cumbres de los Andes venezolanos (4.100 metros de
altura). Obra integradora del territorio nacional y de gran magnitud a nivel
mundial. La Carretera Occidental que unía el Distrito Federal y los
Estados Miranda, Aragua, Carabobo, Cojedes, Portuguesa, Barinas y
Táchira; la Carretera Central del Táchira construida como prolongación
del Ferrocarril de Santa Bárbara al Vigía; la Carretera de Maracaibo
a Perijá (Edo. Zulia); la Carretera Falcón-Zulia; la Carretera
Central de Trujillo; la Carretera Central del Estado Falcón,
continuada por Carora y El Tocuyo y luego llevada hasta la población de Guanare; la
Carretera entre Valencia-Puerto Cabello-San Felipe con prolongaciones
hacia las zonas agrícolas; la Carretera de Maracay a Ocumare
de la Costa; la Carretera de Los Llanos, desde Maracay hasta San
Fernando de Apure; la Carretera de Caracas a Guatire; la
Carretera de Caracas a La Guaira; la Carretera de Barcelona
a Soledad, en el Estado Anzoátegui; la Carretera de Cumaná a
Cumanacoa, y de Carúpano a Tunapuy en el Estado Sucre; la
Carretera de Puerto Francés a Maturín, la
Carretera Atures-Maipures desde Puerto Ayacucho (Territorio Federal
Amazonas) y por último la Carretera de Ciudad Bolívar (Edo. Bolívar)
al Brasil.
Reorganizó y fortaleció la Marina de Guerra y creó la
Aviación Militar y Civil. Amplió la Red Telegráfica y
creó la Compañía Venezolana de Navegación, Fluvial y Costanera, así
como también la Aviación Comercial, fundando en 1934, la Línea
Aérea “Aeropostal Venezolana”, nuestra primera Línea Aérea Comercial
Nacional. Colaboraron en
el Gobierno del Gral. Gómez, siendo seleccionados por él, los intelectuales y
hombres más eminentes de su época. Ningún gabinete en la historia venezolana ha
estado conformado por personalidades tan brillantes y notables.
El Gral. Juan Vicente Gómez puso punto final a la confrontación con la
Iglesia que había sido una constante en el siglo XIX. En su Gobierno,
entre 1915 y 1935 se dieron pasos decisivos para que la Iglesia Católica Venezolana
resurgiera y llegara a la posición de enorme prestigio, respeto e influencia
que adquiere en la segunda mitad del siglo XX. Ingresaron al país 15
Congregaciones Religiosas desde el año 1913: Hermanos de las Escuelas
Cristianas de La Salle (1913), los Jesuitas (quienes regresaron al
país en 1916), los Carmelitas (1922), los Claretianos (1923), los Benedictinos
(1923), los Redentoristas (1924), los Eudistas (1924), los Hermanos de San Juan
de Dios (1924), del Corazón de María (1924), las Hermanas de La
Consolación (1925), los Maristas (1925), las Hermanas de la
Caridad del Buen Pastor (1926), las Siervas de Jesús (1926), las Hijas de
María Auxiliadora (1927) y los Padres Paúles (1932). Grandes beneficios recibió
el país por el advenimiento de estas Congregaciones junto a las cinco ya
existentes, en el desarrollo de la educación, de la atención de huérfanos y
ancianos desamparados, auxilio de enfermos y amparo de los pobres.
Existía una gran seguridad personal. Los bienes, tanto públicos como privados,
eran respetados. Los ciudadanos en sus hogares dormían con las puertas
abiertas. Otra prioridad del Presidente Gómez, fue el Ordenamiento Legal y
Administrativo, durante su mandato se organizaron las Finanzas
Públicas, la Contabilidad y el Fisco Nacional. Al efecto se derogó el
código de Hacienda del siglo XIX y se promulgaron nuevas leyes, entre
ellas la Ley Orgánica de la Hacienda Nacional; La
Ley de Aduanas; la Ley del Papel Sellado, con el objeto de
modernizar la recaudación fiscal interna.
El Gral. Juan Vicente Gómez, inició y desarrolló en Venezuela la
Industria Petrolera. Consciente de que el país era rico en hidrocarburos,
pero que carecía de recursos y tecnología de toda índole para su debido
aprovechamiento, aceptó el establecimiento de Compañías Petroleras
Internacionales, mediante el otorgamiento de concesiones, régimen presente en
nuestra legislación minera. Las Compañías, por su parte, encontraron que había
estabilidad política y un ordenamiento constitucional y legal que garantizaba sus
inversiones y la rentabilidad de las mismas. En la década 1910-1920, se inician
en pequeña escala la producción comercial de petróleo y la industria de la
refinación en Venezuela. El año de 1918 el Gobierno Nacional sintió la
necesidad de darle a este nuevo recurso un tratamiento específico y decretó un
primer reglamento sobre petróleo, asfalto, carbón y sustancias similares,
mejorando luego, dicho instrumento con el reglamento sobre la misma materia,
promulgado en 1920. Ya para ese año se toma la decisión de adoptar una
legislación de hidrocarburos, separada de las leyes de minas y se producirá
entonces en este campo una progresión legislativa, buscando cada vez mayor
grado de perfeccionamiento, constituida por las leyes de Hidrocarburos de 1920,
1921, 1922, 1925, 1928 y 1935.
Para el 31 de Diciembre de 1928, los nuevos descubrimientos y el incremento
de la producción ocurridos durante ese período hacen de Venezuela el segundo
productor y el primer exportador de petróleo en el mundo. Se adoptó el principio
que más tarde se llamaría de reversión, que redujo el tamaño de las concesiones
e incrementó el área de las reservas nacionales, se aumentaron las rentas
superficiales y se incorporó en 1934 por iniciativa del entonces Ministro de
Relaciones Interiores, Dr. Pedro R. Tinoco, el régimen de ventajas especiales.
El 16 de Julio de 1930, se crea el Servicio Técnico de Hidrocarburos,
dependiente del Ministerio de Fomento y se nombran los primeros inspectores del
ramo. Fue política de dicho Ministerio en ese mismo año seleccionar
profesionales calificados de ingeniería para estudiar por cuenta del Estado en
el exterior los últimos adelantos alcanzados en la industria petrolera. Esta
política mantuvo continuidad en los años subsiguientes y produjo para el país una
pléyade de técnicos de la más alta calificación.
No podemos olvidar que desde 1910 la administración pública creó una serie
de servicios que antes no existían, con lo cual incrementó el aporte del Estado
a la colectividad. Podemos mencionar, entre otros, los progresos en materia de
Instrucción Pública. El número de estudiantes atendidos pasó de 25.000
en 1909 a 150.000 en 1934; aumentó el número de Escuelas, Colegios y
Liceos. Las Escuelas Normales mejoraron considerablemente la condición técnica
y profesional de los maestros y profesores. Se ejecutaron importantes programas
de Sanidad y se realizaron Obras Públicas de gran envergadura. La creación de
institutos de crédito como el Banco Agrícola y Pecuario y el Banco Obrero en
1928, significaron un aporte especial de ayuda social para los campesinos y
obreros.
Mención muy especial merece la cancelación tanto de la deuda externa como
de la interna. La deuda nacional representaba en 1909 la suma de 210.307.281,68
bolívares y estaba discriminada de este modo: deuda externa y protocolos de
Washington 147.866.134,38 bolívares y deuda interna 62.441.147,30 bolívares;
estas obligaciones se fueron amortizando paulatinamente. En 1930, el General
Juan Vicente Gómez decidió la cancelación total de la deuda externa, como
homenaje al Libertador en el Centenario de su muerte. A comienzos del año 1935,
la deuda interna única existente, alcanzaba a la cantidad de bolívares
17.625.705,52 bolívares. El Gobierno tenía en Caja 107.445.263,17 bolívares
superávit del presupuesto de la nación. Al igual que en 1930, el General Gómez,
Presidente de la República, solicitó del Congreso dar los pasos
conducentes para cancelarla, como efectivamente se hizo.
Su culto a las tradiciones, a los valores y a los héroes de la
Patria quedaron plasmados, por citar cinco ejemplos significativos en: el
Arco y Monumento de Carabobo (Altar de la Patria), en la reconstrucción
del Panteón Nacional, en el rescate para el Patrimonio Nacional de la Casa
Natal del Libertador, en la adquisición y conservación del Ingenio Bolívar
en San Mateo (Edo. Aragua), donde entregó su vida gloriosamente el héroe
neogranadino Capitán Antonio Ricaurte y en la creación del Museo Bolivariano,
el Museo más antiguo de Venezuela, inaugurado el 24 de Junio de 1911, para conservar
y mostrar valiosos documentos y reliquias históricas con especial énfasis en
los relativos al Padre de la Patria.
Durante el gobierno del Gral. Gómez, se inició el proceso de modernización
del Estado y la profesionalización del Ejército; a la vez que se gestaron una
serie de transformaciones de carácter económico, social, político y cultural.
Con el país pacificado, la Hacienda Nacional saneada, el Ejército
institucionalizado, el país completamente comunicado por un sistema de vialidad
que unió a todas las regiones de Venezuela que permanecían aisladas, el
desarrollo de nuestra Industria Petrolera, la gran construcción de Obras
Públicas que se ejecutaron durante su mandato y otros logros que sería muy
extenso enumerar, pudieron sus sucesores gobernar holgadamente en paz,
recibiendo un país completamente organizado y con una gran prosperidad
económica. Al Gral. Gómez le tocó la responsabilidad más difícil, crear de la
nada, construir de lo inexistente, y lo logró con bastante éxito. Su herencia
todavía la disfrutamos los venezolanos y esperamos que no se quebrante nunca.
En 1990, la Junta Directiva del Banco Hipotecario de Occidente,
C.A., con motivo de sus (20) años de existencia, decidió poner en circulación
una colección de monedas de oro y plata, para enriquecer el patrimonio de la
numismática, recordando a personalidades que fueron relevantes en el ámbito
nacional, contribuyendo así a la divulgación de nuestra historia y al
fortalecimiento de nuestra identidad venezolana. Las primeras monedas acuñadas
para la colección fueron las del Gral. Juan Vicente Gómez. Fue muy importante
su acuñación, porque por primera vez se hacía una moneda totalmente elaborada
en Venezuela, desde la concepción, el diseño, la troquelería, el trabajo de los
operarios y el oro venezolano.
El día 13 de junio de 1993, fue inaugurado el Aeropuerto Internacional
“General Juan Vicente Gómez” de San Antonio del Táchira. Promulgó el Decreto,
el Alcalde del Municipio Bolívar, Sr. Ramón Vivas.
El día 24 de noviembre de 1995, fue inaugurada una estatua en bronce del
General en Jefe Juan Vicente Gómez, ubicada frente a los viejos hangares del
Museo Aeronáutico de Maracay (Edo. Aragua), obra del escultor Manuel de la
Fuente (el mismo que realizó la imagen de la “Virgen de la Paz”, en
el Estado Trujillo.). Fue inaugurada por el Gobernador del Estado Aragua Carlos
Tablante y el Comandante General de la Aviación, el mismo día de la
reinauguración del Museo Aeronáutico.
La Hacienda “La Mulera”, herencia del Gral. Gómez, (confiscada por el
Gral. Eleazar López Contreras), fue declarada según Resolución 009/2000 de
fecha 22 de febrero de 2000, en Gaceta Oficial N° 36.996, como “Bien de Interés
Cultural de la República Bolivariana de Venezuela”, en virtud de sus
valores históricos, Científicos, Tecnológicos y Sociales presentes en los
terrenos y en las edificaciones.
Existe actualmente la Parroquia General Juan Vicente Gómez, que
pertenece al Municipio Bolívar de San Antonio del Táchira.
Es importante recordar que al General en Jefe Juan Vicente Gómez le
hicieron justo reconocimiento reivindicativo en enero del año 2000, al realizar
una encuesta televisiva el programa “24 Horas” de Venevisión, conducido por
Napoleón Bravo para elegir al “Personaje
más importante del Siglo XX en Venezuela”.
El General Juan Vicente Gómez obtuvo el segundo lugar, después de un
disputado empate en el primer lugar con el Dr. José Gregorio Hernández (médico,
ajeno a la política, venerado por todos los venezolanos). Es decir, que el
Benemérito, logró la mayor votación popular como el mejor gobernante del siglo
XX en Venezuela, superando a los Presidentes seleccionados: Gral. Marcos Pérez
Jiménez, Gral. Eleazar López Contreras, Rómulo Betancourt, Gral. Cipriano Castro,
Rafael Caldera, Rómulo Gallegos y Gral. Isaías Medina Angarita.
El día 27 de junio de 2002, la Escuela de Aviación Militar
celebró el Acto de Licenciatura en Ciencias y Artes Militares opción
Aeronáutica de la Promoción “General en Jefe Juan Vicente Gómez”
(1997-2002).
El día 26 de septiembre de 2004, se corrió por primera vez la Copa
Hípica “General Juan Vicente Gómez”, en el Hipódromo de La Rinconada,
Caracas.
Todos los años, en los primeros días del mes de diciembre, dentro de los
Actos Conmemorativos de la Celebración Aniversaria, la Fuerza
Aérea Venezolana, rinde homenaje y ofrenda floral al General en Jefe Juan
Vicente Gómez, Fundador de la Aviación Militar y Civil Venezolana,
ante su tumba en el Panteón de Maracay, con la asistencia del Comandante
General de la Aviación y el Alto Mando del componente aéreo.
Numerosa gente del pueblo acude todos los años al Panteón del Benemérito
General Juan Vicente Gómez para recordarlo con cariño, llevándole flores a su
tumba, encendiéndole velas y colocándole placas de agradecimiento por los
favores recibidos. Muchos militares de carrera ofrendan sus charreteras,
cubriendo completamente el Sagrario del altar de su Panteón.
Al Gral. Juan Vicente Gómez, se le recordará siempre como el Pacificador y
Unificador de un país desarticulado por las guerras civiles y como el
Emancipador Económico de un país en quiebra. A su muerte dejó un país
pacificado, organizado y solvente. Fue un gran hombre y sus obras perduran en
el tiempo. En Venezuela es reconocido indiscutiblemente por los historiadores
como el PADRE DE LA VENEZUELA
MODERNA.
Sobre la importancia histórica del Gral. Juan Vicente Gómez, señalaba
nuestro más eminente escritor, historiador e intelectual, el Dr. Arturo Uslar
Pietri, lo siguiente:
“La importancia de los hombres hay que medirla por el impacto que producen
en el medio, por las modificaciones que ocasionan y por las consecuencias que
traen. La acción de Gómez ocasionó en Venezuela inmensas transformaciones y
cambios, que son la base de la Venezuela de hoy. Gómez fue una figura
compleja, que aparece en un momento crucial en la vida venezolana, para
transformarla y establecer nuevas circunstancias. Los personajes históricos hay
que tomarlos en su conjunto completo y Gómez es un personaje de primer orden”.
Arturo Uslar Pietri
(Revista Bohemia, diciembre
de 1985).
“El papel de Juan Vicente Gómez en la historia de
Venezuela, es de una magnitud extraordinaria. La Creación de un
Estado Nacional en Venezuela, la integración de una unidad nacional en
Venezuela, fue un viejo propósito difícilmente alcanzable en la anarquía que
caracterizó al país después de la Independencia.
Tres grandes caudillos nacionales intentaron hacerlo. Primero José Antonio
Páez, no lo logró, vino la Guerra Federal a la salida de él, vino el
desbarajuste y la anarquización del país. En segundo lugar, Guzmán Blanco,
surgido de la Guerra Federal, intenta a su vez, por su parte, unificar,
crear un Estado Nacional y crear una Nación en Venezuela. Lo logró a medias,
porque él no logra acabar con el caudillismo, tiene que componer con él y
entenderse con él y el caudillismo florece cuando él desaparece. Y por último,
el que completa ese programa realmente es Juan Vicente Gómez, que logra cosas
increíbles: logra acabar con la Guerra Civil que duró 100 años, logra acabar
con el caudillismo, crea un Estado Nacional, crea una Hacienda Nacional y crea
un Ejército Nacional, sobre esas bases se podía construir una Venezuela
democrática y moderna”.
Arturo Uslar Pietri
(Programa: “Historia Viva”, realizado por el
historiador Jorge Olavarría. Venevisión, 1995).