El Excelentísimo señor doctor Eduardo Zuleta, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Colombia en Venezuela, siendo recibido por el Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, en el Palacio de Miraflores de Caracas. (Foto: Manrique).
Los vínculos que unen a Venezuela y Colombia desde los días más
gloriosos de su común historia, se verán ahora intensificados con el
nombramiento que la República hermana ha hecho en el Excelentísimo señor doctor
Eduardo Zuleta Gaviria, para desempeñar en Caracas el cargo de Enviado
Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Colombia en Venezuela.
La personalidad política y científica del doctor Zuleta, harto conocida
es en Colombia como en las demás naciones hispano parlantes.
En la mañana del día 28 de abril de 1927, efectuóse la solemne recepción
del Ministro colombiano por nuestro Gobierno; acto en que se cruzaron los
discursos de estilo y en que brilla un perfecto acuerdo de amistad que une a
ambas potencias suramericanas.
Al felicitar cordialmente al Excelentísimo señor doctor Zuleta, le
agradecemos efusivamente su atenta visita a nuestra Redacción.
(Publicado en la Revista "Billiken", el 30 de
abril de 1927).
EN VENEZUELA SE SABE ESTIMAR A COLOMBIA
"El Nuevo Tiempo", Bogotá.
Acaba de llegar a la ciudad procedente de Caracas, el doctor Eduardo
Zuleta Ángel, quien fue a la capital de Venezuela con el fin de visitar a su
padre, el Excelentísimo señor doctor Eduardo Zuleta Gaviria, actual Ministro de
Colombia en Venezuela.
Uno de nuestros Redactores visitó ayer al doctor Zuleta Ángel, quien
interrogó sobre diversos asuntos de la vecina República, y tuvo con él la
siguiente conversación:
¿Qué impresiones trae de Caracas?
Celebro mucho tener la oportunidad de exponer las gratísimas impresiones
que traigo sobre la gentileza y amabilidad de la gente de Caracas; sobre el culto
verdaderamente ejemplar del Gobierno del General Juan Vicente Gómez y del
pueblo de Venezuela por los héroes de la Independencia; sobre las maravillosas
carreteras que comunican La Guaira con Macuto, con Maracay, con Valencia, con
Puerto Cabello y con otros puntos y sobre la belleza de la ciudad y
especialmente de El Paraíso. Pero antes que todo debo dejar constancia de que
tanto en el Gobierno como en el pueblo de Venezuela existe un sentimiento de
verdadera fraternidad para Colombia.
¿De las carreteras qué nos dice Ud.?
Don Pablo Echavarría, uno de los hombres de negocio más importantes de
Medellín y uno de los caballeros de más espíritu público con que cuenta esta
ciudad, hizo el viaje en automóvil desde La Guaira hasta Puerto Cabello con el
objeto de formarse una idea exacta de las carreteras venezolanas. Al terminar
su viaje me dijo poco más o menos lo siguiente:
"Yo que he viajado mucho conozco muy pocas carreteras iguales a
ésta. Carreteras mejores no conozco ninguna".
Y efectivamente se queda uno sorprendido de las carreteras de Venezuela.
Yo recorrí la de Macuto a La Guaira, la de La Guaira a Caracas, la de Caracas a
Maracay, la de Puerto Cabello a El Palito y puedo decir que todas ellas son
verdaderamente admirables. El doctor Luis E. Nieto Caballero, cuyo edificante
patriotismo tuve ocasión de apreciar en largas o íntimas conversaciones durante
mi viaje de ida, me manifestó que él había oído juicios muy contradictorios
sobre las carreteras de Venezuela pero que se alegraba mucho por haberse
cerciorado por su propia percepción de que realmente eran carreteras de primer
orden. Tuve el honor de hacer con él el recorrido de Puerto Cabello a El Palito
y le oí decir entonces que esa excursión le había confirmado el propósito que
tenía de laborar intensamente en el sentido de procurar que se construyera una
carretera análoga de Barranquilla a Puerto Colombia. Ese (me decía él, apoyando
su opinión en razones irrefutables) es el modo más práctico y más eficaz de
convertir a Barranquilla en puerto de mar. Esa carretera será una prolongación
de Barranquilla hasta el mar. Con una carretera encementada como ésta que hemos
recorrido -agregaba- va uno de su hotel de Barranquilla a Puerto Colombia con
la misma facilidad con que va uno hoy del mismo hotel a la estación del
ferrocarril.
Nos decía que el culto del Gobierno y del pueblo de Venezuela por los
héroes es verdaderamente ejemplar.
Sí. No solamente está representado en las magníficas estatuas que
adornan la ciudad de Caracas y en los lienzos geniales de Michelena, Tovar y
Tovar y Tito Salas, sino también en monumentos de otro orden, realmente
emocionantes como el Panteón Nacional, la Casa de Bolívar, el Salón Elíptico,
etc., etc. Además (y esto es lo principal) ese sentimiento late en el corazón
de los venezolanos. No se imagina usted con cuanto agrado ve uno que señoritas
de la más refinada sociedad caraqueña, como María Cristina Crespo, han hecho de
su vida un apostolado de admiración por El Libertador. María Cristina Crespo es
hermana de la genial caricaturista y pintora Nina Crespo, quien está llamada a
continuar la gloriosa tradición de los grandes pintores venezolanos Tovar y
Tovar, Rojas, Michelena, Tito Salas, cuyas obras portentosas serían por sí
solas suficientes para dar fe de la grandeza de un pueblo.
El General Ramón González Valencia, destacado militar, político y
estadista, miembro del Partido Conservador Colombiano, fue elegido Presidente de
Colombia por la Asamblea Nacional Constituyente de 1905, del 3 de agosto de 1909
al 7 de agosto de 1910, tuvo amistad con el General Juan Vicente Gómez.
¿Conoció al General Gómez?
Sí señor. Y debo decirle que oí frases del más intenso y sincero cariño
por mi patria. Me habló de los gratísimos recuerdos que tiene de Colombia y de
los colombianos; me refirió que había estado viviendo en Santander durante
varios años y me dijo que recordaba con verdadero gusto esa época de su vida
durante la cual había trabado amistad con muchos colombianos ilustres como el General
Ramón González Valencia. El General Gómez habla de Colombia con verdadera
efusión y con un grande acento de sinceridad. No olvido una de las frases que
le oí sobre su permanencia en Colombia:
"Durante el tiempo en que viví en Colombia fui muy atendido y
apreciado allá, porque los que me conocieron íntimamente vieron que yo no era
un político intrigante sino un hombre de trabajo; un agricultor y un ganadero
laborioso".
Este sentimiento de aprecio por Colombia lo comparten el Gobierno y el
pueblo de Venezuela, a juzgar, entre otras cosas, por las innumerables y
gentilísimas atenciones que el Ministro de Colombia y su señora reciben
constantemente del Gobierno y de la sociedad de Caracas, y a juzgar también por
los gratísimos recuerdos que tienen los caraqueños de los Ministros anteriores.
A Raimundo Rivas, Pomponio Guzmán, Víctor M. Londoño y General Cuervo Márquez
los recuerdan con verdadero aprecio. Arciniegas estuvo allá hace treinta años y
no solamente lo recuerdan con cariño sino que recuerdan sus versos de entonces,
muchos de los cuales son populares allá. Mis padres no tienen sino palabras de
agradecimiento para con la distinguida y refinada sociedad de Caracas por el
modo gentilísimo como han sido recibidos y atendidos y por las innumerables y
especialísimas demostraciones de aprecio que han recibido.
(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 1 de marzo de
1929).