CIRCULAR DEL MINISTRO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA
Estados Unidos de Venezuela. –Ministerio de Instrucción Pública. –Dirección
de Instrucción Primaria, Secundaria y Normalista. –Circular número 4.255.
Caracas: 17 de diciembre de 1930. -121º y 72º.
Ciudadano Inspector Técnico de la Primera Circunscripción Escolar.
San Cristóbal.
El
Despacho a mi cargo, dignamente inspirado con motivo de la efemérides luctuosa
que Hispano América toda se apresta a rememorar, aspira a llevar a cabo una obra
útil, trascendental y definitiva en honor de la solemne conmemoración; y
considerando que la máxima ofrenda, el más glorioso y efectivo homenaje de amor
y gratitud que puede tributársele al Padre de la Patria en esta fecha plena de
evocaciones patrióticas, es el de iniciar una activa y vigorosa campaña en
contra del analfabetismo en los adultos, ya que para extinguirlo en los niños
se han dictado y se toman todas las medidas que el asunto requiere, basadas en
la estricta observancia de las leyes vigentes –que en ello han llegado a su
perfección–, el Ministerio ha entrado en la organización de un vasto proyecto,
esencialmente práctico, por el cual dará principio a esta nueva Cruzada
redentora, a fin de lograr en todo el ámbito de la República y en el menor
tiempo posible, el desaparecimiento absoluto de esa esclavitud moral, para así
ver realizada la completa emancipación de los espíritus, como un valioso,
trascendental complemento de la Obra Magna de la Independencia que nos legara
aquel Genio Creador, y de manera que muy pronto nos sea dada la gloria de ver
la amada patria del Héroe a la vanguardia de las naciones cultas del mundo.
Empero,
como el Despacho sabe por dolorosa experiencia que todas las teorías que se
formulen y todos los esfuerzos y sacrificios que realizare el Gobierno,
dirigidos a este grandioso ideal, resultarían estériles si no encontrasen la
cooperación decidida de los elementos representativos del país, y más aún, si
no los amparara la voluntad consciente de cada hombre apersonado de sus
sagrados deberes e impulsado espontáneamente en un generoso y unánime anhelo de
luz y libertad espiritual, el Ministerio se permite hacer un formal llamamiento
a todas las clases dirigentes de la Nación: a las autoridades constituidas, quienes
por razón misma de su cargo, están llamadas a colaborar incansablemente en todo
lo que tienda a dar realce y esplendor a la Patria; a todos aquéllos que por su
capacidad o por su situación social hayan conquistado puesto en el grupo
directivo y, por ende, tengan adultos bajo su dependencia; y por último, a cada
venezolano en particular, a todo ciudadano que sienta vibrar en su alma el
legítimo orgullo de ser compatriota de Bolívar y, digno copartícipe de la
herencia magnífica que Él nos confió, comprenda que pesa sobre su conciencia el
formidable deber de acrecentar el precioso legado, y abrillantarlo con nuevas
glorias; cada uno, es verdad, en las medidas de sus aptitudes y dentro del
radio de sus posibilidades, pero aunados todos en una sola ferviente aspiración,
la de llevar a Venezuela hasta un máximo nivel de grandeza! Presentada así la
exposición del proyecto en sus términos generales, y hecha la exhortación
patriótica a la intelectualidad de la Nación, a todos sus hijos que la honran,
tarea fácil es indicar los caminos que han de seguirse para convertirlo en
realidad espléndida.
El
Ministerio tiene establecidos muchos Planteles Nocturnos para obreros,
diseminados en toda la República, y se promete multiplicarlos de acuerdo con
las necesidades de cada región; pero, para que no resulte infecunda la campaña
generosa, es preciso que todos los venezolanos, sin excepción, contribuyamos a
ella con sincera abnegación y por cuantos medios fueren posibles. Corporaciones
oficiales y particulares, Sociedades de todos los órdenes, Directores de
empresas fabriles o comerciales, Propietarios de fundos agrícolas o pecuarios,
Capitanes de barcos, todos aquellos, en fin, que posean adultos a su servicio,
deberán sumar sus energías a esta insigne empresa de engrandecer a la Patria:
ya fundando dentro de su radio pequeñas escuelas para los adultos analfabetos,
imponiendo a todos sus servidores, al respecto de su instrucción, condiciones
expresas de aprendizaje; exhortando a los indiferentes, excitando a los apáticos,
alentando a los que flaquean, para prender en las conciencias dormidas una
chispa de sana ambición al pregonarles las excelencias del Saber; y que
comprendan los que de tal suerte procedieren, que al esforzarse así por la
difusión de la enseñanza y por la educación de sus subordinados, no trabajan
sólo por el triunfo de una idea abstracta, satisfactoria para las almas buenas,
sino también por el acrecentamiento de sus propios intereses, puesto que a
mayores aptitudes y capacidad en sus servidores, mayores rendimientos dará la
labor de cada hombre. En una palabra, la Patria espera que todo ciudadano digno
de llevar este nombre se convierta en un soldado activo, en un ardiente apóstol
de esta Cruzada de emancipación espiritual.
Ahora bien,
si el Ministerio tiene honda fe en su generoso proyecto y se apercibe para su
amplia realización, es porque considera propicia la época y abonado el terreno
para la gran empresa. Cinco lustros de paz fecunda, de orden y de prosperidad
crecientes, han ido preparando lenta pero seguramente la evolución nacional,
hasta culminar imponente en este momento histórico casi definitivo. Cuatro
lustros de esfuerzos incesantes por difundir la instrucción hasta en las
regiones más remotas del país, han dado los frutos que hoy estamos recogiendo.
Mas, quedan todavía algunos rezagados: los renuentes de todas las sociedades y
de todas las épocas que se resisten a la corriente evolutiva. Y el Despacho,
consciente de que la cultura es el alma de los Pueblos, y en su aspiración a
que cada venezolano sea un ciudadano en la más amplia acepción del vocablo,
pondrá en juego los más poderosos recursos para el éxito de la Cruzada
emancipadora que proyecta; pero excita a todos los hombres de buena voluntad, a
que en su acción individual y cumpliendo un deber de patriotismo y de
conciencia, aporten su grano de arena a la construcción de esta obra inmensa de
la cultura patria, en la convicción de que ella será el más sublime homenaje
patriótico que pueda tributarse en el día de hoy a la inmortal memoria del
Libertador y a los manes de todos los héroes que esculpieron a punta de espada
las páginas de nuestra Epopeya.
Dios y
Federación.
Samuel E. Niño.
Igual
para los demás Inspectores Técnicos de Instrucción Primaria, Secundaria y
Normalista.