El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente
de la República de Venezuela, encabezando la parada militar de 1934 en Maracay.
El Benemérito General Juan Vicente Gómez,
constituyó el moderno Ejército Venezolano, implantó paz y orden en un pueblo
esencialmente levantisco, saneó las finanzas nacionales cancelando las deudas
exteriores, dio gran desarrollo a la instrucción pública, unió los pueblos de
Venezuela con amplias carreteras y otras vías de comunicación y, por encima de
todo, acabó con los caudillos, plaga perniciosa que, constantemente,
ensangrentó el suelo glorioso de la Patria para satisfacer ambiciones
personales.
REVISTA DEL EJÉRCITO, MARINA Y AERONÁUTICA
Órgano del Ministerio de Guerra y Marina
Número Extraordinario
Año III. Tomo V. N° 32.
Caracas 1933.
La REVISTA DEL
EJÉRCITO, MARINA y AERONÁUTICA se une a los homenajes que las diversas
actividades nacionales han rendido al Benemérito General Juan Vicente Gómez,
con ocasión del aniversario de su labor gubernativa y al efecto ha querido que
este número extraordinario sea en lo posible una síntesis gráfica de los actos
que nuestra Institución celebró en tan feliz oportunidad y que su contenido
exponga la personalidad llena de fuerza y energía creadora del Ilustre
Gobernante, uno de cuyos anhelos más fervientes ha sido la Organización del
Ejército y de la Armada.
Seguros del
presente, llenos de fe en el porvenir, cada uno de los elementos constitutivos
de esta gran familia nacional, tenemos por el General Gómez ese respeto basado en
el cariño, esa subordinación consciente al Jefe que todo lo prevé, sentimientos
que en el momento preciso se traducirán en la acción uniforme y enérgica, capaz
de sostener la efectividad de los principios que él nos ha enseñado y que
constituyen la base del bienestar nacional.
Al rendir, pues,
este homenaje, que en forma respetuosa presentamos a nuestro Ilustre Jefe,
estamos seguros de interpretar el sentimiento de cuantos tenemos el honor de
estar aI servicio de las Armas Nacionales.
EL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ Y
NUESTRAS INSTITUCIONES ARMADAS
El General en Jefe Juan Vicente Gómez, al frente de la parada militar del año 1916 en el Hipódromo Nacional de El Paraíso, Caracas.
Militar de
indiscutible relieve, de méritos auténticos demostrados en los propios campos
de batalla, comandando ejércitos expedicionarios, el Benemérito General Juan
Vicente Gómez ha tenido en todo momento una atención preferente por las
Instituciones Armadas de la República.
Penetrado de la
influencia efectiva que debe ejercer siempre un jefe sobre sus subordinados, a
los pocos días de asumir el poder se dirige, por órgano del, Ministro de Guerra
y Marina, a los comandos de unidades para recomendarles mejoras en la vida
material del soldado y constante observancia de una conducta ejemplar de parte
de todos los oficiales como medio eficaz para conseguir el mejoramiento moral
del soldado.
CULTO A LOS HÉROES
El General Juan Vicente Gómez,
Comandante en Jefe del Ejército Nacional. Revista Militar en el Campo de Carabobo
con motivo de su Centenario, el 24 de junio de 1921.
El Benemérito
General Juan Vicente Gómez ha tenido un culto preferente por los héroes,
nacionales y extranjeros. Cúpole en suerte presidir todas las fiestas
centenarias de la epopeya emancipadora y en ellas demostró su gran espíritu de
patriota y los nobles sentimientos que le han inspirado los hechos gloriosos de
nuestros libertadores. Ha hecho erigir numerosas estatuas en Caracas, Maracay y
en otras ciudades venezolanas y en los sitios más gloriosos de la Patria; ha
reconstruido el Panteón Nacional donde se veneran las cenizas del Libertador y
de los principales próceres de la Independencia, y, por último, adquirió para
la Nación la casa donde nació Simón Bolívar y la ha transformado en primer
santuario de nuestro patriotismo.
Parada Militar Centenario de la
Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1921, presidida por el General en Jefe, Juan Vicente Gómez.
Inauguración del Arco de Carabobo como homenaje a nuestros héroes patrios y la
Independencia Nacional, erigido por mandato del General Gómez en
1921, en la llanura de Carabobo donde se libró la batalla emancipadora.
El General Juan Vicente Gómez, observa con orgullo la inauguración de la Plaza Bolívar de
Maracay, Edo. Aragua, en 1930.
Panteón Nacional, ampliamente reconstruido en
1930 por orden del Benemerito General Juan Vicente Gómez con motivo del Centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar.
Casa Natal del Libertador Simón Bolívar
en Caracas, adquirida para la Nación por mandato del Benemérito General Juan Vicente Gómez.
Venezuela ha
celebrado como propias las efemérides gloriosas de nuestra América y, de manera
especial, las referentes a las Repúblicas Bolivarianas. Por Resolución del 31
de agosto de 1927, se dispuso, “como una cordial demostración del Gobierno de
Venezuela para con las Repúblicas hermanas”, que tropas de la guarnición de
Caracas rindan honores, en los días conmemorativos de la Independencia de
Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú, en los actos de izar y arriar la
Bandera, en la Legación respectiva. Iguales honores se rinden a la Bandera
Española, el 12 de octubre, Día de la Raza, como homenaje a la Madre Patria.
Estatua del Libertador Simón
Bolívar que fue obsequiada por el Gobierno del General Juan Vicente
Gómez a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de América, en 1921.
Por disposición del
Benemérito General Juan Vicente Gómez, el Gobierno de Venezuela ofreció una
estatua del Libertador a la ciudad de Nueva York, estatua que fue inaugurada el
19 de abril de 1921 en el Parque Central de la gran metrópoli de los Estados
Unidos de Norte América. Por iniciativa del Benemérito Jefe, los Gobiernos de
las Repúblicas Bolivarianas decretaron la erección de sendos monumentos al
Libertador en París y Roma. La inauguración del monumento en París se efectuó
el 17 de los corrientes, aniversario de la muerte del Padre de la Patria.
A la izquierda: Monumento Ecuestre del Libertador Simón Bolívar,
erigido en la ciudad de París (Francia), inaugurado el 17 de diciembre de 1933,
durante la Presidencia del General Juan Vicente Gómez. Escultor: Emmanuel
Fremiet. A la derecha:
Monumento Ecuestre del
Libertador Simón Bolívar, erigido en la ciudad de Roma (Italia), inaugurado el
21 de abril de 1934, durante la Presidencia del General Juan Vicente Gómez. Escultor:
Pietro Canónica.
MINISTERIO DE GUERRA Y MARINA
Nuevo Edificio de la Inspectoría General
del Ejército en Caracas, construido por el Gobierno del General Juan Vicente Gómez en 1919, situado en el ángulo noreste de la esquina de Miraflores. Obra del ingeniero Alejandro Chataing. Fue decretada su construcción, el 24 de febrero de 1917 e inaugurado, el 24 de julio de 1919. El
costo total del edificio fue de 561.059,75 Bs.
En 1908, el
Despacho constaba de dos Direcciones, la de Guerra y la de Marina, Estadística
y Contabilidad. Desde el 31 de octubre de 1914, la segunda Dirección se
denominó únicamente “de Marina” y a partir del 1° de julio de 1920, se creó la
Dirección Administrativa.
Según la Ley de
Ministerios del 21 de julio de 1933, vigente, al Departamento de Guerra y
Marina corresponde la organización, gobierno, administración, instrucción y
movilización del Ejército y de la Armada; el servicio militar obligatorio y los
servicios de ingenieros, sanidad y veterinaria, intendencia, auditoría,
capellanía, dique y astillero, pilotaje y faros; los institutos de instrucción
militar y naval; las pensiones y montepíos militares; la elaboración de
reglamentos militares y navales; las capitanías de puerto, y la iluminación y
sondeo de las costas, puertos, ríos, barras y canales.
El Reglamento de la
Ley de Ministerios del 31 de julio de 1933, en Ios artículos, 20, 21 y 22,
indica las materias que, respectivamente, corresponden a las Direcciones de
Guerra, Marina y Administrativa.
El presupuesto del
Ministerio de Guerra y Marina ascendía en 1909 a Bs. 9.570.557,20 y en
el año económico de 1933 a
1934 es de Bs. 30.451.788,25.
ESCUELAS MILITARES
Academia Militar en La Planicie de Cagigal, Caracas.
Venezuela había
tenido colegios y academias militares, pero, durante la Administración del
General Cipriano Castro, los oficiales del Ejército se formaban sólo con
individuos de tropa que se destacaban en filas por su disciplina, conducta y
aplicación. El Benemérito General Juan Vicente Gómez, con su amplio espíritu de
progreso, juzga indispensable la creación de una escuela para formar oficiales
preparados que sirvan de base para iniciar una reforma militar metódica y
consciente en el Ejército Venezolano, como se desprende de la Memoria
presentada por el Ministro de Guerra y Marina al Congreso Nacional en las
sesiones de 1909.
En el Decreto del
19 de marzo de 1910 sobre la conmemoración del Primer Centenario de la
Independencia Nacional, se crea la Academia Militar de la República y el 5 de
julio del mismo año queda inaugurada en un magnífico edificio construido al
efecto en la planicie Cagigal, una de las colinas que se extiende en la parte
occidental de Caracas. El 28 de octubre se iniciaron las labores docentes de
acuerdo con el Decreto Reglamentario de dicho instituto de 20 de junio de 1910,
con un total de 41 alumnos de toda la República, que se repartieron, según la
preparación respectiva, en dos secciones.
Ejercicios Militares en la Academia Militar de La Planicie en Caracas.
Los estudios se harían en tres años, así:
Primer Año: Código militar,
castellano, francés, inglés, aritmética, historia patria, geografía de Venezuela
y de América, telegrafía, prácticas de artillería y servicios de guarnición y
de campaña.
Segundo Año: Artillería,
táctica, topografía, logística, conocimiento de armas, francés, inglés,
álgebra, geometría, física, química y mecánica de los explosivos, y telegrafía.
Tercer Año: Fortificación,
táctica, estrategia, artillería, higiene militar, levantamiento y dibujo de
planos topográficos, francés, inglés, mecánica y balística y trigonometría.
Acto en la sede de la Academia Militar en Caracas
(Venezuela) con la presencia del General Juan Vicente Gómez, Presidente de la
República, acompañado por sus hijos, el General José Vicente Gómez, Inspector
General del Ejército y Florencio Gómez Núñez, don Antonio Pimentel, Ministros y
otras distinguidas personalidades. Discurso pronunciado por el Dr.
Enrique Urdaneta Maya.
La instalación de
la Academia Militar por iniciativa del General Juan Vicente Gómez fue un acto de gran trascendencia y el verdadero punto
inicial de la reorganización de nuestro Ejército. Este instituto, dotado de un
idóneo cuerpo de oficiales y de un competente personal de profesores, ha
funcionado desde entonces con toda regularidad, siendo objeto de una esmerada y
constante atención de parte de la Superioridad.
Por Resolución del
21 de febrero de 1913, se le cambió el nombre de Academia Militar por el de
Escuela Militar. El 1° de febrero de 1918, se decretó un nuevo Reglamento
Orgánico y Plan de Estudios, aumentándose a cuatro los tres cursos
anteriormente existentes. Este aumento tiende a que los cadetes obtengan mayor
preparación civil; se crearon las cátedras de hipología, moral militar e
historia natural. El 26 de marzo de 1924 se inició un curso de artillería para
los alumnos de tercero y cuarto años.
El 19 de abril de
1928 fue clausurada la Escuela Militar y, para sustituirla, se creó en Caracas,
por Resolución del 13 de diciembre del mismo año, la Escuela de Aspirantes a
Oficiales. Desde el 6 de enero de 1931, se instaló en la ciudad de Maracay. El
7 de febrero siguiente, se unió a ella la Escuela Naval para constituir un solo
instituto denominado Escuela Militar y Naval de Venezuela.
Los beneficios que
ha reportado al Ejército Nacional nuestro primer instituto militar son
incalculables. De sus aulas, han salido a filas 231 oficiales que, sin duda,
constituyen hoy un grupo de profesionales cuya preparación pone muy en alto al
Ejército Venezolano. En el presupuesto de 1909, la Academia Militar tenía asignada
la cantidad de Bs. 48.760 y en el actual, la Escuela Militar y Naval dispone de
Bs. 412.715.
Con el objeto de
mejorar la preparación profesional de los oficiales procedentes de filas, se
creó el 8 de noviembre de 1911 una Escuela de Aplicación, con las siguientes
asignaturas: táctica, fortificación, balística, topografía, justicia militar,
higiene, matemáticas y geografía e historia de Venezuela, y trabajos prácticos
de infantería y de servicio en campaña. La Escuela funcionó en Caracas y hubo cuatro
cursos sucesivos con un total de 193 oficiales que terminaron
satisfactoriamente sus estudios.
A fin, de formar
también un buen cuerpo de clases para colaborar más eficazmente con los
oficiales en la instrucción militar de los cuerpos de tropa, fue creada en
Caracas una Escuela de Clases el 4 de julio de 1912, escuela que se instaló en
el cuartel de "El Mamey" y comenzó sus labores con 17 alumnos. Pronto
se palparon los benéficos resultados de este nuevo e importante Instituto.
INSTRUCCIÓN MILITAR
Escuela Militar de La Planicie de
Cagigal en Caracas. Los oficiales rodean el Busto de nuestro Padre de la
Patria, el Libertador, Simón Bolívar.
Ya preparado un
grupo de oficiales y clases en las escuelas creadas por el Benemérito General
Juan Vicente Gómez, se procedió a difundir en el Ejército una verdadera
instrucción militar. Para constituir la unidad de doctrina y unificar la
instrucción, se creó, por Decreto del 26 de febrero de 1913, una Comisión
Superior de Instrucción Militar encargada de la dirección de las enseñanzas
respectivas en el Ejército y en las escuelas militares, y de la elaboración de
reglamentos adecuados a nuestro medio, misión esta última que fue llenada a
cabalidad dotando a nuestra institución de los reglamentos indispensables para
la instrucción, organización y funcionamiento de los cuerpos de tropa. El 21 de
julio de 1912, se inauguró en la sabana de Sarría, cerca de Caracas, un campo
de tiro.
La instrucción
continuó su marcha progresiva en todo el país debido especialmente a
instructores de diferentes armas repartidos en las unidades de infantería,
artillería y caballería y al gran espíritu de trabajo que reinaba en la Escuela
Militar, en la Escuela de Aplicación y en la Escuela de Clases. Como la
instrucción militar no era suficiente para abarcar todo el plan de
perfeccionamiento elaborado, se estableció el sistema de conferencias en los
cuerpos con el fin de dar también una educación cívica y patriótica a los
soldados, basada de preferencia en el estudio de nuestra brillante historia
militar. Poco después, la Inspectoría General del Ejército ordena que se dicten
conferencias sobre temas militares, medida que redundó en gran provecho de
nuestra institución, pues despertó en la oficialidad más contracción al estudio
y noble emulación profesional. En esta obra de perfeccionamiento, colaboraron
con eficacia oficiales enviados por disposición del Benemérito General Juan
Vicente Gómez a perfeccionar sus estudios en escuelas militares extranjeras.
El progreso
efectivo en la instrucción de las diferentes unidades del Ejército pudo
palparse en las magníficas paradas militares efectuadas en el Hipódromo
Nacional, en Caracas, los años 1914, 1915 y 1916; en el campo inmortal de
Carabobo, con motivo del Centenario de esta gloriosa batalla; en Maracay, para
inaugurar la estatua del Gran Mariscal de Ayacucho, etc., etc. En el Centenario
de la muerte del Libertador, el 17 de diciembre de 1930, se reunieron en la
llanura de Carabobo, en homenaje al Padre de la Patria, las brigadas de
infantería números 2, 3, 5, 7 y 9, el regimiento de artillería “Ayacucho” N° 1
y el regimiento de caballería “Plaza” N° 1.
El 18 de agosto del
1921 comenzó en Caracas un curso de perfeccionamiento militar dirigido por el
Comandante Paul Tremsal, jefe de la misión militar francesa de infantería. El
curso se dividió en dos secciones: una superior constituida por 15 jefes y otra
elemental, con 45 oficiales subalternos. Ambas terminaron, en febrero de 1922 y
con los oficiales que demostraron mayor capacidad, se continuó un curso
especial que finalizó en diciembre del mismo año. Paralelamente se hacía en
Maracay un curso de artillería y ametralladoras a cargo del Capitán de
artillería Emile Oury, del Ejército Francés. Estos cursos de infantería y de
artillería dieron un nuevo contingente de oficiales suficientemente preparados
en sus respectivas armas, quienes desde entonces han venido colaborando con
eficacia en la magna obra emprendida por el Benemérito General Juan Vicente
Gómez para modernizar al Ejército Venezolano.
En 1920 fue creada
una escuela primaria en cada batallón, a cargo de un preceptor, para que los
conscriptos que salieran de filas supieran leer y escribir. El 15 de noviembre
de 1926 dispuso la Superioridad que en las brigadas de infantería y en los
regimientos de artillería y de caballería se organizaran escuelas de clases
para darles una preparación más efectiva debido al poco tiempo que permanecen en
el Ejército, en acatamiento a la Ley de Servicio Militar y en vista de que el
cuerpo de clases no está constituido entre nosotros por un personal permanente.
Por Resolución del 18 de abril de 1928, fue clausurada la Inspectoría General
del Ejército. A partir del 19 de julio de 1929, la junta militar que funcionaba
como “Comisión Revisora de Reglamentos”, se reorganizó con el nombre de
“Comisión de Reglamentos Militares y Navales”; funciona con toda regularidad
bajo la dependencia inmediata del Despacho de Guerra y Marina y tiene a su
cargo la publicación de la REVISTA DEL EJÉRCITO, MARINA y AERONÁUTICA.
El 24 de julio de
1932, se inauguró en la ciudad de Maracay un Museo Militar y un Centro Cultural
para oficiales con su correspondiente biblioteca.
ORGANIZACIÓN MILITAR
Parada Militar de nuestro Ejército
Nacional fundado profesionalmente por el Presidente de la República de
Venezuela, General Juan Vicente Gómez en 1910.
Al iniciarse la
Administración del Benemérito General Juan Vicente Gómez, el Ejército estaba
dividido en batallones aislados. En Caracas existía un cuerpo de artillería y
grupos de esta misma arma en La Guaira, Puerto Cabello, Maracaibo y Guayana.
Para centralizar el mando de las diferentes unidades, se organizó el 11 de
enero de 1910 la Inspectoría General del Ejército que, hasta esa fecha, había
funcionado unida a la Inspectoría General de la Armada.
El 28 de enero de
1911, se creó transitoriamente el escuadrón “Húsares del Centenario” para
servir de escolta, en las festividades con que se conmemoró el Primer
Centenario de nuestra Independencia. Por Decreto del 1° de septiembre del mismo
año, se reorganizó dicho escuadrón para quedar en el Ejército con carácter
permanente.
Por Resolución del
19 de agosto de 1911, las tropas de infantería se dividieron en 23 batallones
denominados: 13 de Abril, Urdaneta,
Bolívar, Falcón, Santa Ana, Villapol, Bárbula, Bermúdez, Lara, Miranda, Páez,
Carabobo, 5 de Julio, Zamora, Girardot, Ricaurte, Ribas, Piar, Gómez, Sucre, 19
de Diciembre, Arismendi y Centenario.
El 4 de agosto de
1913 se formó un Ejército Expedicionario constituido por tres brigadas
combinadas. Cada brigada constaba de dos regimientos de infantería, un grupo de
artillería y un escuadrón de caballería. Los regimientos de infantería fueron
numerados del 1 al 6.
Con el objeto de
simplificar la acción del mando, el 18 de agosto 1922 fueron eliminados los
comandos de los regimientos de infantería existentes hasta la fecha, quedando
las brigadas constituidas por cuatro batallones. En 1921, se organizó la
brigada N° 5; el 2 de julio de 1929, las brigadas números 6, 7 y 9, y el 24 de
diciembre del mismo año, la brigada N° 8.
De acuerdo con la
Ley Orgánica del Ejército y de la Armada del 24 de julio de 1933, el Ejército
Activo Nacional se compone de las armas de infantería, caballería, artillería y
aviación, y de los servicios de ingenieros, sanidad y veterinaria, intendencia,
auditoría y capellanía.
En la actualidad
hay en servicio activo los batallones Páez, Bomboná, Bravos de Apure,
Guaicaipuro, Mariño, Pedro León Torres, 7 de Noviembre, Piar, Pichincha,
Boyacá, Cedeño, Lara, Sucre, 5 de Julio, Maracay, Cazadores del Británico, 23
de Abril, Rifles, Freites, Vargas, Miranda, Arismendi, Girardot, La Victoria,
Gómez, Carabobo, Bárbula, Villapol, Ribas, Bermúdez, 24 de Julio, Anzoátegui,
Bolívar, Urdaneta, Ricaurte, Junín y 13 de Mayo. Los 36 primeros batallones
están encuadrados en nueve brigadas.
Diferentes unidades de transporte del Ejército
Nacional, presentes en la parada militar de 1934 en Maracay. Se observan los
vehículos de: Radio Militar, Ambulancias, Blindados y Artillería.
El arma de
artillería cuenta con el regimiento “Ayacucho” N° 1 y con destacamentos de esta
arma en La Guaira, Puerto Cabello, San Carlos, Guayana, San Cristóbal,
Maracaibo, Barquisimeto, Cumaná, Carúpano, Ciudad Bolívar, Trujillo y La
Asunción.
El regimiento de
caballería “Plaza” N° 1 está dividido en tres escuadrones.
Para el Ejército
Activo, el presupuesto en 1909 era de Bs. 6.198.537 y en el de 1933 a 1934, es de Bs.
17.627.155,25.
AVIACIÓN MILITAR
Avión Farman en el Hangar de la Escuela de Aviación Militar de Venezuela, con sede en la ciudad de Maracay.
El 17 de abril de
1920 fue decretada la creación de la Escuela de Aviación Militar, y su
inauguración se llevó a efecto el 19 de diciembre del mismo año conforme a lo
dispuesto en el Reglamento Orgánico del instituto, publicado el 21 de junio.
Funciona en la ciudad de Maracay y en ella se desarrollan cursos de pilotaje,
observación y mecánica.
El primer curso de
pilotaje se inició con doce alumnos bajo la dirección de un oficial francés. El
7 de enero de 1921 llegó una misión militar francesa, contratada por el
Gobierno Nacional, la cual tomó a su cargo la dirección técnica del instituto.
Esta misión permaneció entre nosotros dos años, quedando después como
instructor, hasta hoy, el oficial francés Robert Guerin.
El 27 de mayo de
1921 obtuvieron el diploma de pilotos los tres primeros alumnos, y el 1° de
octubre del mismo año se graduaron dos más. Desde su fundación, la Escuela ha
dado 29 pilotos aviadores, numerosos mecánicos y un buen número de
observadores. Junto con el personal directivo, colaboran actualmente pilotos,
mecánicos y observadores venezolanos, procedentes del mismo instituto. La
Escuela dispone de 18 pilotos.
El General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, fundador de
la Aviación Militar y Civil en Venezuela, observando con admiración y orgullo las maniobras aéreas en el Campo de Aviación de Maracay.
El Benemérito
General Juan Vicente Gómez ha tenido siempre por la Escuela de Aviación gran
preferencia, dotándola de todos los elementos necesarios para que cumpla a
cabalidad la difícil y arriesgada misión de formar pilotos venezolanos. En los
últimos años, hemos tenido que lamentar la pérdida de algunos aviadores,
pérdidas qué, desgraciadamente, son inevitables en esta arma y ocurren en todos
los países, aún entre los más audaces y expertos ases de la aviación.
El 29 de febrero de
1932 fue adscrita la Escuela Militar, de Radiotelegrafía a la Escuela de
Aviación Militar. Desde su creación en 1918, han salido de ella numerosos y
competentes radiotelegrafistas. Hay estaciones de radiotelegrafía en las
principales plazas de la República y en los buques de la Armada, servidas todas
por personal venezolano.
Además del
aeródromo militar de Maracay y de la estación de hidroaviones situada en la
laguna de Valencia, el país cuenta con campos de aterrizaje en Maracaibo,
Barquisimeto, Ciudad Bolívar, Calabozo, San Fernando de Apure, Coro, Barinas,
Maiquetía, Maturín, Acarigua, San Carlos, San Antonio del Táchira, Cumarebo,
Chichiriviche, Borburata, Caripito, Tumeremo, Mapire, Caicara y El Chao.
El General Juan Vicente Gómez,
Presidente de la República de Venezuela, esperando en los Hangares de la Escuela de
Aviación en Maracay, la llegada del célebre piloto norteamericano Charles Lindbergh. Aparecen: El Coronel David López Hernríquez, don Antonio Pimentel, Gonzalo Gómez Bello, Juan Vicente Gómez Núñez, Florencio Gómez Núñez, los Generales Santos Matute, Antonio José Cárdenas, Francisco Colmenares Pacheco y los doctores Rubén González y Carlos Jiménez Rebolledo. Año 1928.
En el presupuesto
de 1920 a
1921, época en que se fundó la Escuela de Aviación Militar, este instituto
disponía de Bs. 287.915 para su personal y Bs. 200.000 destinados a compra de
materiales de aviación. Hoy tiene al año Bs. 670.444 la Escuela, Bs. 1.200.000
para material de aviación y Bs. 85.320 la Escuela de Radiotelegrafía.
SERVICIOS MILITARES
Hospital Militar de Caracas.
Ingeniería: Por
Decreto del 14 de junio de 1909, se dispuso el levantamiento del Mapa Físico y
Político de Venezuela, aprovechando para ello los trabajos realizados por la
comisión encargada desde 1904 de levantar el plano militar de la República.
El 8 de septiembre
de 1931 fue reorganizado el Servicio de Ingenieros del Ejército, dirigido por
un coronel asimilado, que tiene a sus órdenes un cuerpo de ingenieros
militares. Este Servicio sigue dedicado especialmente a trabajos cartográficos
y se ocupa también de la dirección y construcción de obras de fortificación,
campos de aterrizaje, reparación de edificios militares, etc., etc.
Sanidad Militar:
Puede decirse que en 1908 no existía el Servicio de Sanidad Militar. El 15 de
septiembre de 1909 quedó instalado en Caracas el Hospital Militar en el
edificio denominado “Hospital Linares”, adquirido por disposición del
Benemérito General Juan Vicente Gómez con tal objeto. Para su mejor
funcionamiento se elaboró un Reglamento Orgánico.
En 1913, se dotó a
cada regimiento de un médico, un practicante, un farmacéutico y de los
enfermeros necesarios, dotación que también fue asignada a todos los batallones
independientes y a las fortalezas de la República. El 25 de febrero de 1923,
comenzó a prestar servicios en Maracay el Hospital “Alí Gómez”.
Hospital Militar "Alí Gómez"
de Maracay, Edo. Aragua.
Hoy cuenta el
Servicio de Sanidad y Veterinaria con un director, asimilado al grado de
coronel, y con un numeroso personal de médicos, veterinarios, practicantes,
farmacéuticos y enfermeros que cumplen a cabalidad con las funciones inherentes
al cargo que desempeñan.
En 1909, el
presupuesto del Hospital Militar ascendía a Bs. 58.471,20. El Servicio de
Sanidad y Veterinaria cuenta hoy con Bs. 875.000 anuales.
Intendencia: Le
corresponde proveer a los oficiales, tropa y marinería de todas las prendas de
vestuario y equipo reglamentarios. En la actualidad, dispone de un experto
personal, maquinarias modernas y amplios recursos, teniéndose gran cuidado en
la selección de los materiales empleados. Durante la Administración del
Benemérito General Juan Vicente Gómez, los uniformes con todas sus prendas
accesorias se han repartido gratis al personal del Ejército y de la Armada.
El presupuesto para
el vestuario y equipo del Ejército y de la Armada era en 1909 de Bs. 587.880.
El actual asciende a Bs. 1.750.000.
Auditoría: A este
Servicio corresponde todo lo relacionado con la justicia, tanto en el Ejército
como en la Armada. El jefe del Servicio es el Auditor General del Ejército,
quien al mismo tiempo es el consultor jurídico del Ministerio de Guerra y
Marina y tiene a sus órdenes un personal de abogados que se denominan Auditores
de Guerra o de Marina y sirven de asesores en los juicios militares.
Capellanía: Este
Servicio tiene a su cargo todo lo relativo al culto en el Ejército y en la
Armada. Al frente del Servicio, está el Capellán General del Ejército,
auxiliado en su noble misión por numerosos Capellanes.
ARMADA NACIONAL
Cañonero "Miranda"
de la Armada Nacional.
En 1908, estaba
constituida por el torpedero Bolívar, el crucero Restaurador, los cañoneros
Zamora, Zumbador, Miranda, Margarita y 5 de Julio, y el bergantín Antonio Díaz.
El torpedero Bolívar y los cañoneros Margarita y 5 de Julio fueron hundidos en
Puerto Cabello por su mal estado. El 29 de junio de 1909, se cambió el nombre
al crucero Restaurador denominándosele General Salom. En este mismo año, se
inició la reconstrucción del cañonero Miranda en el Dique y Astillero Nacional
y fue puesto nuevamente en servicio el 1° de octubre de 1910.
En mayo de 1912, se
compró al Gobierno de los Estados Unidos de Norte América el crucero Isla de
Cuba y, por Resolución del 7 de septiembre siguiente, se le puso el nombre de
Mariscal Sucre. A partir del 19 de diciembre de 1915, el cañonero Zumbador se
llamó José Félix Ribas. En 1920, el cañonero Zamora sufrió una transformación
completa en el Astillero y se arrendó a la Compañía de Navegación Fluvial y
Costanera de Venezuela, pasando de nuevo al servicio activo de la Armada en noviembre
del corriente año en calidad de transporte, totalmente reconstruido.
El 13 de agosto de
1923 se adquirió el vapor Maracay, destinado actualmente a buque hospital,
después de sufrir una reparación general. El 1° de mayo de 1925 vuelve al
servicio activo el cañonero “José Félix Ribas”, reconstruido en el Astillero
Nacional. El 11 de mayo de 1928 se compró el vapor remolcador Maila para el
servicio de la Barra y Tablazo de Maracaibo y se denominó 21 de Julio,
remolcador que pasó a la Armada Activa a principios del presente año.
En 1929 y parte de
1930 es reparado en su totalidad el crucero General Salom y puesto al servicio
el 5 de julio. El 29 de octubre de 1929 fue adquirido y armado convenientemente
el cañonero Aragua. Con fecha 17 de marzo de 1931, el bergantín Antonio Díaz se
reemplazó por el velero Naricual, destinado, como el anterior, a transportar de
Guanta a Puerto Cabello el carbón necesario para el Dique y Astillero Nacional
y los buques de la Armada. El bergantín Antonio Díaz fue hundido, por su mal
estado, el 3 de marzo de 1932.
A principios de este mismo año, pasó a la Armada la
lancha aviso Táchira, adquirida en 1928 por el Ministerio de Hacienda para el
servicio de aduanas. El 4 de julio de 1931, se compraron dos lanchas para el
servicio de la Barra y Tablazo de Maracaibo que se denominaron General Urdaneta
y Almirante Padilla.
La Armada Activa
está constituida actualmente por los cruceros Mariscal Sucre y General Salom,
cañoneros Miranda, José Félix Ribas, Orinoco y Aragua, transporte Zamora,
remolcador 21 de Julio, lancha aviso Táchira, buque hospital Maracay y velero
Naricual. El cañonero Orinoco ha sido adscrito a la Armada en el presente mes.
El presupuesto para
los buques de la Armada era en 1909 de Bs. 988.301,50 y en el año económico de 1933 a 1934 llega a Bs.
2.269.311.
ESCUELAS NAVALES
Vapor "Guárico" de la
Armada Nacional.
La Escuela Náutica
fue creada, junto con la Academia Militar, en el Decreto del 19 de marzo de
1910 con motivo de las festividades para conmemorar el Primer Centenario de
nuestra Independencia e inaugurada también el 5 de julio del mismo año. El 7 de
febrero de 1911 se decretó la ida de la Escuela Náutica al puerto colombiano de
Santa Marta para visitar el 19 de abril la Quinta de San Pedro Alejandrino,
última morada que tuvo el Libertador, “como un homenaje de respeto, amor y
admiración del Gobierno y pueblo de Venezuela”. El 13 de abril salió el crucero
General Salom de La Guaira para Santa Marta y después de cumplir la honrosa
misión que se les había encomendado, llegaron a La Guaira el 26 del mismo mes.
El 25 de mayo de
1912 se le cambió el nombre de Escuela Náutica por el de Escuela Naval y el 25
de julio del mismo año fue trasladada a Puerto Cabello. El 31 de agosto de 1921
se instala de nuevo en el edificio de la Escuela Militar, en Caracas, para ser
reorganizada y dirigida por el capitán de navío Audoin, de la Armada Francesa,
quien vino a Venezuela contratado como instructor. A principios de 1922, volvió
a Puerto Cabello. Por Resolución del 7 de febrero de 1931, la Escuela Naval
pasó a la ciudad de Maracay para constituir con la Escuela de Aspirantes a
Oficiales un solo instituto que tomó el nombre de Escuela Militar y Naval de
Venezuela. Desde su fundación, la Escuela Naval ha dado sesenta oficiales que,
por su sólida preparación y amor al estudio, hacen honor a la Armada
Venezolana. En su mayoría, los comandantes de nuestros buques han salido de
ella.
El 28 de octubre de
1912 se formó una Escuela de Ingenieros de la Armada, que debía funcionar en
Puerto Cabello a cargo del Director de la Escuela Naval. Para ser alumno, se
requería el grado de guardiamarina o el de agrimensor, obtenido en alguna de
las universidades nacionales. A los estudios, teóricos y prácticos, duraban dos
años, saliendo graduados de este instituto un grupo de ingenieros que
ingresaron a la Armada.
El mismo 28 de
octubre de 1912 se creó una Escuela de Cabos de mar, Cabos cañoneros y
timoneles, anexa también a la Escuela Naval. El curso duraba 18 meses y los
alumnos se comprometían a servir cuatro años en los buques de la Armada,
después de terminados los estudios.
Por Resolución del
3 de enero de 1916 se constituyó en el Astillero Nacional de Puerto Cabello una
Escuela Práctica de Construcciones Navales con cursos que duraban tres años.
Esta Escuela estuvo en 1917 en el crucero Mariscal Sucre y el año siguiente
pasó de nuevo al Astillero.
En 1918 se formó en
el crucero Mariscal Sucre una Escuela de Radiotelegrafía que comenzó sus
labores con diez educandos. El 11 de febrero de 1920 pasaron los alumnos de
esta escuela a la fundada en Caracas por el Ministerio de Fomento.
SERVICIOS NAVALES
Transporte "Zamora"
reparado en el Dique Astillero de Puerto Cabello, Edo. Carabobo.
Los Servicios de la
Armada Activa son: ingenieros, sanidad, intendencia, auditoría, capellanía,
dique y astillero, pilotaje y faros. De los cinco primeros, tratamos en los
Servicios del Ejército, restándonos dar algunas indicaciones de los últimos.
Dique y Astillero:
En cumplimiento al Decreto del 28 de agosto de 1905, se procedió a la
construcción del Astillero Nacional en Puerto Cabello. Con motivo de las
festividades decretadas para conmemorar el Primer Centenario de la
Independencia Nacional, se dispuso la construcción de un dique de acero y en
consecuencia, el 16 de abril de 1910 se celebró un contrato para su
construcción, la cual fue terminada a mediados de 1912. El 10 de agosto de 1910
se publicó un Reglamento Interno del Astillero, modificándolos por otro del 7
de septiembre de 1918. En 1927, el dique de acero fue totalmente reconstruido.
A fines del año 1932, se dotó al Dique y Astillero Nacional de maquinarias por
valor de Bs. 90.000.
El Servicio de
Dique y Astillero cuenta con talleres de mecánica general y de precisión
calderería, herrería, fundición, cobrería, carpintería de banco y de ribera;
diques de acero y de madera; planta para la fabricación de gas acetileno con destino
al servicio de faros y al mismo tiempo, sirve de depósito naval. La obra
realizada en el Dique y Astillero Nacional es de trascendencia nacional:
construcción y reconstrucción y limpieza de buques para la Armada y de vapores
para nuestra marina mercante, reparaciones de vapores pertenecientes a las
marinas mercantes extranjeras, trabajos de fundición para las dependencias del
Despacho de Guerra y Marina y para otros Ministerios. La reconstrucción del
crucero General Salom, por ejemplo, es una prueba evidente de la sólida
competencia que poseen los directores de este importante Servicio de la Armada.
Este año han sido reconstruidos el cañonero Orinoco y el transporte Zamora.
Crucero "Mariscal Sucre" de
la Armada Nacional.
El presupuesto para
el Dique y Astillero Nacional montaba en 1909 a la cantidad de Bs. 163.560 y hoy es de
Bs. 647.528.
Pilotaje: Este
Servicio tiene a su cargo todo lo relativo a la navegación de buques en la
Barra y Tablazo de Maracaibo, en la Barra de Maturín, en el río Orinoco y
dentro de los puertos marítimos de la República. Para la unificación de estos
diferentes servicios, existe una Ley de Pilotaje, siendo la vigente del 1° de
julio del corriente año. Por disposición del Benemérito General Juan Vicente
Gómez, se han dictado, además, reglamentos especiales para el servicio de
pilotaje de La Guaira, Puerto Cabello, Barra y Tablazo de Maracaibo, Barra de
Maturín y río Orinoco.
Tarea importante ha
sido la formación del cuerpo de prácticos para el servicio de pilotaje,
funcionando constantemente escuelas especiales con tal objeto, dependientes del
Ministerio de Guerra y Marina. La Escuela de Pilotaje de la Barra y Tablazo de
Maracaibo sirve, al mismo tiempo, de curso práctico preparatorio a los cadetes
de la Escuela Naval.
En 1909, el
presupuesto para el Pilotaje era de Bs. 72.960 y actualmente es de Bs. 445.180.
Faros: A este
Servicio, corresponde la iluminación de las costas venezolanas. La primera
medida de importancia que se tomó sobre esta materia fue quitar a la
administración privada algunos faros y pasarlos a depender del Despacho de
Guerra y Marina, para lo cual se compraron, por Resolución del 4 de febrero de
1909, los faros de Punta Brava y de Los Roques que, junto con el de Punta
Barima en la desembocadura del Orinoco, eran los únicos existentes en Venezuela
al encargarse del poder el Benemérito General Juan Vicente Gómez, pues no se
toman como tales, los de luz fija que había en los principales puertos de la
República: La Guaira, Puerto Cabello, Carúpano, Cumaná, Guanta, Pampatar,
Porlamar, Juan Griego, Higuerote, Carenero y La Vela.
Por ser factor
decisivo al comercio venezolano, se ha tenido sumo interés en la iluminación de
nuestras costas, dotándolas en los últimos años de numerosos faros automáticos,
a saber: en 1928, Cabo Blanco en la costa occidental de La Guaira, Cabo San
Román en la península de Paraguaná y la Isla de Zapara a la entrada de la Barra
de Maracaibo; en 1929, Morro de Robledar, Cabo Negro y punta Mosquito en la
Isla de Margarita, la isla de La Tortuga y el puerto de Cristóbal Colón; en
1930, la isla Chimana Grande en la costa del Estado Anzoátegui, Punta Palizada
en la costa sur del lago de Maracaibo, Punta Araya en el Estado Sucre, Punta
Maspa en la parte oriental del puerto de La Guaira, islote El Centinela, Cayo
Borracho en la costa oriental del Estado Falcón y Punta Macolla en la Península
de Paraguaná; en 1931, Morro de Chacopata en el Estado Sucre, Chimana Segunda e
islotes de Píritu el Estado Anzoátegui, Punta Santiaguillo y Punta Adícora en
el Estado Falcón, Isla de la Orchila e islotes de Las Aves. Para garantizar la
eficacia de este Servicio, hay un inspector general de faros y tres inspectores
para el oriente, centro y occidente de la República.
Para el Servicio de
Faros, el presupuesto en 1909 llegaba a Bs. 21.964 y en el año económico 1933 a 1934 asciende a la
cantidad de Bs. 130.438.
Atención especial
ha merecido la iluminación de la Barra y Tablazo de Maracaibo debido al
constante tráfico de vapores hacia las grandes zonas petroleras. Para este
servicio, hay 4 faros y un gran número de boyas luminosas y de balizas, una
planta eléctrica y un taller de mecánica y carpintería. El jefe del servicio
tiene también la dirección de la Escuela de Pilotaje.
Con la inauguración
de faros terrestres en Maracay, se ha iniciado el servicio de iluminación de
los campos de aterrizaje de la República.
SERVICIO MILITAR
El Presidente de la República, General en Jefe Juan Vicente Gómez, Pacificador de Venezuela y creador del moderno Ejército Nacional.
El 1° de enero de
1921 empezó a regir la Ley de Formación y Reemplazo de las Fuerzas de Tierra y
Mar. Esta importante Ley, que en todos los países civilizados constituye la
base de la moderna organización militar, ha venido siendo objeto de especial
cuidado por parte del Gobierno Nacional, pues es bajo la influencia de sus
principios de justicia y de equidad que se forman soldados con la verdadera
noción de Patria.
En cumplimiento de
dicha Ley, tres mil conscriptos de los diferentes Estados y del Distrito
Federal, con las condiciones requeridas para el servicio, ingresaron al
Ejército como primer contingente para reemplazar parte de las tropas en
servicio. Dicha Ley estuvo en vigor hasta el 24 de julio de 1933, que empezó a
regir la Ley de Servicio Militar. Su estricto cumplimiento se debe, en gran
parte, a la colaboración prestada por los jefes del Servicio de Conscripción,
quienes, procedentes del Ejército, tienen la obligación de practicar
periódicamente visitas de inspección ante las Juntas Subalternas de Servicio
Militar que funcionan en las cabeceras de los Municipios de los Estados y
Territorios y en las Parroquias del Distrito Federal, con el objeto de hacer
dar la debida interpretación de las disposiciones legales sobre materia tan
importante. En el presupuesto actual, se ha fijado la cantidad de Bs. 400.000
para el personal del servicio de conscripción y el licenciamiento de tropas.
EDIFICIOS MILITARES
Cuartel "Bolívar" de la
ciudad de Maracay, Edo. Aragua, inaugurado en 1930 por el Gobierno del General
Juan Vicente Gómez.
Ha sido
preocupación constante del Benemérito General Juan Vicente Gómez la
construcción de modernos edificios para oficinas militares y cuarteles. En
Caracas, se destaca el Ministerio de Guerra y Marina; en Maracay, las
dependencias de este mismo Despacho, los cuarteles Bolívar, Sucre y Páez y la
Escuela de Aviación Militar; el cuartel de La Grita inaugurado el 19 de los
corrientes; etc., etc. Las guarniciones de la República están instaladas en
cómodos cuarteles, a los cuales se hacen anualmente las reparaciones y mejoras
que sean necesarias o se reconstruyen como últimamente se ha hecho con los de
Trujillo, Tovar y Paraguaipoa.
Cuartel de Caballería "Páez" de la ciudad
de Maracay, Edo. Aragua, inaugurado en 1930 por el Gobierno del General Juan
Vicente Gómez.
Estatua del Mariscal Antonio José de Sucre y cuartel en la ciudad de Maracay, Edo. Aragua, inaugurado en 1930 por el Gobierno del General Juan Vicente Gómez.
BOLETĺN MILITAR
El 15 de enero de
1910, se creó un Boletín Militar como órgano de publicidad del Ministerio de
Guerra y Marina con el objeto de dar a conocer las Resoluciones emanadas de
dicho Despacho y los estudios de índole profesional cuyo conocimiento fuese
provechoso al personal del Ejército y de la Armada. Este boletín circuló
algunos años. El 15 de julio de 1931 se restablece su publicación con el nombre
de REVISTA DEL EJÉRCITO, MARINA y AERONÁUTICA, que aún conserva.
HOJAS DE SERVICIO
El 26 de julio de
1928, el Ministro de Guerra y Marina dirigió una circular a todos los
comandantes de unidades y guarniciones de la República, comandantes de buques y
dependencias militares y navales, dándoles instrucciones a fin de que todos los
oficiales se proveyeran de los datos y elementos indispensables para sus
respectivas Hojas de Servicio, a objeto de poder formar con éstas el escalafón
de oficiales del Ejército, y de la Armada, ciñéndose estrictamente a los
documentos pertinentes. En la misma oportunidad se envió a todos los oficiales
un cuestionario sobre la materia para ser llenado con la mayor exactitud.
Debido a esta
medida que tanto armoniza con los firmes propósitos de adelanto de nuestras
instituciones armadas, el Ministerio de Guerra y Marina tiene a su disposición
el mayor número posible de datos diversos referentes a cada oficial, datos que
son constante y minuciosamente controlados por el jefe de servicio respectivo.
Como consecuencia natural de esta medida de organización, se pudo expedir a los
oficiales su correspondiente Despacho que, debidamente legalizado les acredita
su graduación militar y los servicios prestados en el Ejército o en la Armada.
PENSIONES MILITARES
Parada Militar en el Hipódromo
Nacional de El Paraíso, Caracas. Encabezada por el Presidente de la República y Comandante en Jefe del Ejército, General Juan Vicente Gómez, quien pasa revista, en 1916.
Atención principal
ha tenido el Benemérito General Juan Vicente Gómez por los descendientes de los
ilustres próceres de la Independencia Nacional. Prueba de ello es que, en el
presupuesto del Ministerio de Guerra y Marina del año 1909, figuraba un
Capítulo destinado a pensiones militares cuyo montante era de Bs. 273.788,
Capítulo que asciende a la cantidad de Bs. 600.000 en el año económico de
1933-34.
BANDAS MILITARES
Banda Marcial de Caracas.
Por Resolución del
27 de marzo de 1911, se creó en Caracas una Escuela de Bandas, que tuvo poca
duración, con el fin de formar músicos competentes para las bandas de los
cuerpos de tropa y las bandas Marcial, Presidencial y Bolívar, que dependen del
Ministerio de Guerra y Marina. Por disposición del Benemérito General Juan
Vicente Gómez, se creó en Maracay, una Escuela de Bandas el 20 de julio de
1932, que funciona con toda regularidad.
Las brigadas de
infantería, los regimientos de artillería y de caballería y los buques de la
Armada tienen banda de música instrumental.
En 1909, el
presupuesto para bandas era de Bs. 333.322 y en el de 1933 a 1934 llega a Bs.
756.000.
Esta ha sido, en
líneas generales, la obra militar del Benemérito General Juan Vicente Gómez. En
el mañana, cuando se analice imparcialmente su Administración, será forzoso
reconocer que constituyó el moderno Ejército Venezolano, implantó paz y orden
en un pueblo esencialmente levantisco, saneó las finanzas nacionales cancelando
las deudas exteriores, dio gran desarrollo a la instrucción pública, unió los
pueblos de Venezuela con amplias carreteras y otras vías de comunicación y, por
encima de todo, acabó con los caudillos, plaga perniciosa que, constantemente,
ensangrentó el suelo glorioso de la Patria para satisfacer ambiciones
personales.
El Ministro de Guerra y Marina,
General Eleazar López Contreras condecora con la Medalla de Honor
"Francisco de Miranda" en su Primera Clase al Presidente de la República
de Venezuela, Benemérito General Juan Vicente Gómez en 1934, por haber cumplido
30 años consecutivos en Servicio Militar Activo.
Extracto del discurso pronunciado por
el Teniente coronel Isaías Medina Angarita, con motivo del XXV Aniversario de
la Escuela Militar y Naval, el 7 de julio de 1935.