El
eminente Dr. Salvador Córdova, quien fue becado por el Benemérito General Juan
Vicente Gómez para especializarse en la Facultad de Medicina, en técnica quirúrgica y obstetricia en París, Francia (1911-1913). A su regreso a Venezuela, fundó y dirigió en Caracas la moderna Clínica Córdova que lleva su apellido (1913-1922).
CARTA DEL DR. SALVADOR CÓRDOVA AL GENERAL JUAN VICENTE
GÓMEZ EN 1913
Caracas, 15 de abril de 1913.
Señor General Juan Vicente Gómez.
Palacio de Miraflores.-
Mi respetado General: En días pasados a
mi llegada de Europa, escribí a Ud. participándole que, habiendo terminado mis
estudios en aquellos centros donde fui enviado por el Gobierno de Ud. como
estudiante laureado en el Concurso del Internado de los Hospitales con la
medalla de oro, vuelvo a la Patria y me es grato tener el honor de
ofrecer a Ud. mis servicios.
Pienso montar en esta ciudad una Clínica
Médica. En mi condición de pensionado por esta Administración me creo acreedor
a ser ayudado por Ud. para tal fin, toda vez que soy pobre y no tengo recursos
para satisfacer los gastos que me ocasionan la importación de los instrumentos.
Así pues, le suplico a Ud. me conceda la
gracia de regalármelos, lo cual puede Ud. hacerla dando la orden al Ministro de
Hacienda.
Espero de usted esta nueva manifestación
de su espíritu, ya que la instalación de una Clínica Médica significa un nuevo
centro de estudio, de enseñanza y de utilidad pública, a que Usted como
Magistrado progresista y amigo de proteger todo esfuerzo de la juventud
estudiosa, contribuirá con su valioso apoyo.
Mande a su compatriota y leal amigo,
Salvador Córdova
Entre los médicos jóvenes que comienzan a dar honra a Venezuela y lustre
a su profesión descuella el doctor Salvador Córdova, quien a un entusiasmo
sincero por la ciencia de Hipócrates une tal suma de conocimientos especiales,
que hacen de él una figura en quien el porvenir descansa confiadamente en la
seguridad de contarlo entre los directores de las nuevas orientaciones
científicas del país.
Hijo de la ilustre ciudad de Cumaná, cursó allí estudios hasta graduarse
de bachiller en el "Colegio Nacional de Varones" regentado por José
Silverio González Valera, quien lo distinguió entre sus discípulos y con quien
compartió las responsabilidades del Rectorado del instituto en una corta
interinaria.
En la Universidad Central de Venezuela hizo sus estudios legales de
medicina, comenzando a acentuar su fisonomía a poco de pisar las severas aulas
del antiguo convento de San Francisco. En concursos que tuvieron entonces una
gran resonancia, ganó sucesivamente el Externado de los Hospitales Civiles del
Distrito Federal y luego el Internado. Laureado por este último triunfo con la
Medalla de los Hospitales en 1910, la Gobernación del Distrito Federal, en
cumplimiento del Decreto de recompensas instituido con el nombre de
"Premio Vargas", lo envió a Europa por dos años a continuar sus
estudios, luego de haber recibido el correspondiente título de Doctor en
Ciencias Médicas y de haber alcanzado la calificación sobresaliente.
En París, en un ambiente propicio a sus ansias de perfeccionamiento y
lleno de viva emulación, se dedicó a los estudios de cirugía general que tanta
atracción ejercieran sobre él desde el comienzo de su carrera. Frecuentó
clínicas, oyó a profesores ilustres, siguió cursos especiales de técnica
operatoria y dedicó atención preferente a la cirugía gástrica y de las vías
biliares. Convencido de que para ser buen cirujano es necesario ser un clínico
experto, oyó las lecciones de medicina general que sustentaban entre otros
médicos de celebridad universal los doctores Widal, Gilbert, y Chaffaurt. Puede
decirse en su elogio, que en los dos años que estuvo en París no hubo para él
hora perdida ni veleidad que lo distrajera de los altos fines que enrumbaron
definitivamente su vida hacia el ejercicio. Nombrado Examinador de la Escuela
de Medicina de Caracas y solicitado para dar en el Hospital Vargas un curso
libre de ginecología. Fue de los promotores y fundadores de la "Sociedad
Médica de Caracas" y Diputado por el Estado Apure al Segundo Congreso
Venezolano de Medicina, asamblea doctísima a la que presentó un luminoso
trabajo sobre anestesia local en cirugía general.
En su diario ejercicio profesional orienta con orgullo legítimo algunos
éxitos resonantes, como la iniciación en Venezuela de la cirugía de las vías
biliares.
Ha presentado a la Academia Nacional de Medicina trabajos de mérito
positivo bajo el punto de vista de su originalidad; ha colaborado en las
revistas más circunspectas de la capital y ha tenido el honor de que algunos de
sus estudios hayan sido reproducidos por importantes publicaciones del
exterior.
En los diarios de Caracas ha realizado una intensa campaña de
divulgación científica, y ha llevado personalmente a los debates de la Sociedad
Médica, observaciones clínicas, acogidas con solícito interés por sus colegas.
ACTUALIDADES, al reseñar sumariamente los merecimientos del doctor Córdova, lo hace
inducida por un impulso de justicia y luego por un sentimiento especial de
gratitud.
En las horas de angustia que acabamos de pasar bajo el azote de una de
las epidemias más crueles que hayan diezmado nuestra población, el doctor
Córdova ha sido de los primeros en multiplicarse al servicio del público,
contribuyendo con sus luces y altruismo reconocido a contener el avance del
flagelo.
Nuestro Director, el señor Aldo Baroni, le es deudor de una atención
esmeradísima, gracias a la cual ha recuperado su salud después de una
postración inquietante, bajo las duras garras de la epidemia.
Al expresar al doctor Córdova su reconocimiento, ACTUALIDADES cumple con un deber de gratitud inolvidable para con
el joven galeno en quien apunta ya la silueta de un ilustre maestro.
(Publicado en la Revista
"Actualidades", el 8 de diciembre de 1918).
CLÍNICA CÓRDOVA DE CARACAS
Entre las modernas edificaciones de Caracas, y en uno de sus sitios más
saludables y pintorescos, se levanta la prestigiosa Clínica Córdova, llamada
así en justo homenaje a su iniciador y Director el ilustre cirujano cumanés
señor doctor Salvador Córdova, quien se ha rodeado de un grupo selectísimo de
honorables científicos. La Clínica Córdova en el breve y fecundo tiempo de sus
humanitarias actividades ha sido un completo éxito y ya su fama se extiende a
toda la República y aun a países limítrofes y del mar Caribe. Todas las especializaciones
de la Medicina y la Cirugía tienen allí su sede, bien provistas de los más
útiles progresos. En verdad de verdad la Clínica Córdova embellece y honra a
Caracas.
Personal
Médico-Qirúrgico: De izquierda a derecha: doctores R. L. Araujo, Rafael Lairet, Heberto
Cuenca, Pedro J. Larralde, Enrique Tejera, Félix Lairet, hijo, Salvador
Córdova, Agustín Hernández y Ángel Larralde. (Publicado en la Revista "Élite",
el 24 de marzo de 1934).
El doctor Salvador Córdova, nació en
Cumaná (Edo. Sucre), el 5 de febrero de 1883. Bachiller, egresado en 1902
del Colegio Nacional de Cumaná, fue durante 2 años, vicerrector del plantel
(1902-1904). Inscrito en la Universidad Central de Venezuela, recibió
el título de doctor en ciencias médicas en mayo de 1911, presentando como tesis
un trabajo sobre el Tratamiento quirúrgico de las metritis crónicas.
Galardonado con el premio de la Academia de Medicina en 1910. Becado
por el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez, viajó a París a
especializarse en la Facultad de Medicina, en técnica quirúrgica y
obstetricia (1911-1913). A su regreso a Venezuela, fundó y dirigió en
Caracas la Clínica Córdova (1913-1922). Autor de un centenar de
monografías y artículos de carácter científico. Individuo de Número de la
Academia Nacional de Medicina, el 26 de agosto de 1922 y Presidente de la misma
en 1933.