EL COMERCIO CON VENEZUELA
(De "La Cote Libre", de Bruselas)
Por Decreto Presidencial del General Juan Vicente Gómez, el 28 de febrero de 1919, fue creada en el
Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela la Dirección de Política
Comercial. El objeto de esa Dirección es facilitar y desarrollar las relaciones
comerciales de Venezuela con los países extranjeros.
Los comerciantes, industriales y armadores belgas que deseen entrar en
relaciones con Venezuela, pueden obtener de la Dirección de Política Comercial, en
Caracas, los informes que necesiten respecto de las firmas que en Venezuela se
ocupan de importación y exportación, precios, métodos de pago, condiciones de
compra y venta, etc.
Una de las funciones más
importantes de esa nueva Dirección, es centralizar los informes concernientes a
la vida económica y comercial del país, si como los que le sometan las
Legaciones y Consulados de Venezuela en cuanto al movimiento comercial y
económico de los países que dependan de su jurisdicción. La Dirección se ocupa
igualmente, de reunir y preparar los informes relativos a las modificaciones y
mejoras económicas, comerciales y fiscales, que se sobrevengan así en Venezuela
como en el extranjero y que por su importancia ejerzan influencia en la
situación del comercio nacional. También se ocupa activamente del estudio de
las condiciones de la navegación y de toda otra vía de comunicación que se
relaciones con el comercio internacional.
Gracias al programa ampliamente estudiado y
minuciosamente ejecutado, la Dirección de Política Comercial ha contribuido ya poderosamente
al desarrollo de las relaciones comerciales del país. En breve publicará en un
volumen, cuanto sea capaz de dar una idea general del país y de los que se
puede emprender en Venezuela y ese volumen será editado en inglés y en español
y contendrá interesantes datos estadísticos.
Tratará de Venezuela en general, de su situación
geográfica, de sus productos naturales, de su industria, de sus recursos de
toda suerte, de su legislación económica y del movimiento comercial. En una
palabra: dará al comerciante, al industrial y al capitalista un testimonio
evidente de la vitalidad del país y de sus numerosas posibilidades de
espléndido porvenir.
El continente suramericano constituye granero
casi inagotable de materias primas. Inglaterra y los Estados Unidos lo han
comprendido hace tiempo; vemos que esas dos naciones se constituyen, por
decirlo así, en las proveedoras exclusivas de materias primas para el mundo
entero.
Por fortuna comenzamos a preocuparnos respecto a
esa grave cuestión, y ya se notan esfuerzos de buen augurio. Es tiempo, en
efecto, de que se comprenda en Bélgica también, que los tesoros casi
inagotables e inexplotados del continente suramericano en general y los de
Venezuela en particular, tendrán papel importantísimo en la renovación de la
vida económica de Europa. En este país se encuentra casi todo lo que Bélgica
necesita en materias primas y es preciso, pues, considerar los recursos que ese
país nos ofrece y en donde nada es semejante a nuestras producciones naturales
y a los productos de nuestras
industrias.
De ese contraste, de esa oposición tan profunda,
de esa diferencia absoluta de climas, naturaleza de suelo, de los
procedimientos industriales, de las costumbres y necesidades, de venezolanos y
de belgas, de esos dos polos del comercio, digámoslo así, es que es preciso
ocuparnos y esforzarnos en armonizarlos y ponerlos en relaciones constantes.
Con seguridad que Bélgica y el puerto de Amberes
y la gran industria belga no han esperado ese llamamiento para reanudar
relaciones con Venezuela, pero en medio de tantos mercados, de tantos recursos
que solicitan la atención de armadores, manufactureros y comerciantes e
industriales belgas, era necesario precisar los títulos especiales que les
recomiendan a Venezuela, y esa es la noble y fecunda tarea que realiza la
Dirección de Política Comercial, en Caracas.
(Publicado en el periódico "El Nuevo Diario", el 24 de mayo de 1920).