(Por: Rafael Dupouy Gómez)
En la foto, de izquierda a derecha, se aprecia a Florencio Gómez Núñez, de traje blanco, acompañando a su padre, el General Juan Vicente Gómez y a su hermano menor Juanchito, vestido de militar. Al fondo aparecen, detrás del Benemérito, el General Eleazar López Contreras y el entonces Coronel Isaías Medina Angarita. Año 1934. (Foto: Archivo Hnos. Dupouy Gómez).
Con motivo de conmemorarse,
el 31 de diciembre, un nuevo aniversario del fallecimiento de Florencio Gómez Núñez,
mi querido y siempre recordado abuelo, comparto esta semblanza dedicada a su
memoria.
Florencio Gómez Núñez, nació
en Maracay, Edo. Aragua, el 7 de noviembre de 1908. Hijo del General en Jefe
Juan Vicente Gómez y Dolores Amelia Núñez de Cáceres. Fue bautizado en la
capilla del Palacio de Miraflores. Su infancia transcurrió en la ciudad de
Maracay. Como dato curioso, siendo niño, tuvo la dicha de ser atendido y curado
de la Fiebre Amarilla por el eminente Dr. José Gregorio Hernández y preparado
para recibir su Primera Comunión por la Madre María de San José, el 16 de julio
de 1919. Estudió en el Colegio Salesiano de Valencia, Edo. Carabobo. Fue Miembro Fundador de la Cruz Roja de Maracay
(1932). Nombrado
por la Academia Hispanoamericana de Ciencias y Artes como Académico, el 26 de
mayo de 1933, Cádiz (España). Presidente
del Club “Venezuela” en Caracas (1933).
De Profesión Agricultor y
Ganadero, vivió intensamente todo el proceso experimentado por la Aviación
Militar y Civil de Venezuela fundada por su padre, el General Juan Vicente
Gómez, Presidente de la República. Su desvelo por la aviación venezolana, fue
estimulado por el reconocimiento de su padre, quien para el año de 1928, le
confirió el inmenso honor de ser la persona de enlace entre el Presidente de la
República y el Ministerio de Guerra y Marina, con la orden de consultársele
previamente todo lo referente a los asuntos vinculados con nuestra aviación.
PIONERO
E IMPULSOR DE LA AVIACIÓN VENEZOLANA
Florencio Gómez Núñez, pionero e impulsor de la aviación venezolana, en un avión Curtiss Wright. Año 1932. Foto: Laboratorio Nacional. (Archivo Hnos. Dupouy Gómez).
Florencio Gómez Núñez, fue
protagonista y testigo del nacimiento de la Fuerza Aérea Venezolana, creada por
el gobierno de su padre el Benemérito General Juan Vicente Gómez, para sentar
las bases del desarrollo de una de las armas fundamentales para el progreso y
la defensa de la República. En su larga vida de 87 años, recibió innumerables
homenajes y reconocimientos por parte de la Fuerza Aérea Venezolana. En su
valioso libro “Mis Apuntes sobre la
Aviación Venezolana”, publicado en 1970, dejó impreso su testimonio
histórico sobre los inicios de la aviación venezolana. Su pasión por la
aviación y el contacto directo con los pilotos y mecánicos, llevó a Florencio
Gómez Núñez al grado de ser considerado el “Padrino
de la Aviación Venezolana”, por el impulso y apoyo que desempeñó en el
reinicio de las operaciones aéreas en 1924, después de superar una etapa
difícil por algunos accidentes aéreos ocurridos durante sus inicios.
Tuvo una significativa y
valiosa actuación como Representante Directo entre el General Juan Vicente
Gómez y el Ministerio de Guerra y Marina, interviniendo en la compra de los
primeros Aviones de Guerra en julio de 1928, conformando el grupo aviones
Breguet 19, Morane-Saulnier 145 y 230, Farman 190 y Curtiss-Osprey. Nacionalizó
la Línea Generale Aeropostale Francesa, al comprar esa compañía a través de su
persona, para fundar en 1934 la Línea Aeropostal Venezolana, primera Línea
Aérea Comercial del país. Estableció el servicio de correspondencia aérea a
diferentes ciudades del país en el Farman 190.
Tuvo una especial participación
en la creación de la Escuela de Radio–Telegrafistas y su adscripción a la
Escuela de Aviación Militar. Fue testigo de excepción de las históricas visitas
a Venezuela de los ases de la aviación mundial: Frank Boland (1912), Cosme
Rennella (1920), Costes y Le Brix (1928), Charles Lindbergh (1928), Benjamín
Méndez (1930) y Juan Ignacio Pombo (1935). Intervino directamente como factor
decisivo para la conformación de la Ley de Aviación, el 25/7/1930, y su
Reglamento Legal, concluido el 12/12/1934.
Organizó y fomentó el primer vuelo
nocturno en el país con un Breguet 19, llevado a cabo en Maracay (1929).
Promocionó la primera Misión Militar de la Aviación Venezolana a la Ciudad de
Cumaná, con aviones Breguet 19, el 12/8/1929. Intervino directamente en la
compra del primer hidroavión Junker, en 1929, en el que se realizó el primer
viaje con avión venezolano al extranjero, bajo el nombre de “Bolívar”, llevando
a la Comitiva Venezolana a San Pedro Alejandrino, el 16/12/1930, en Santa Marta
(Colombia), para los homenajes al Padre de la Patria en el Primer Centenario de
su muerte.
Procedió a la creación de la Primera Unidad de Combate denominada
“Grupo Venezuela”, en 1930, con aviones Breguet 19. Patrocinó el primer viaje
de una escuadrilla de tres aviones sobre Los Andes (1930). En el año 1933,
intervino en la adquisición de un grupo de aviones Breguet 27, Dewoitine 500 y
anfibios Loire-Oliver en 1935. Promovió el envío de la Primera Misión Aérea al
extranjero en plan de entrenamiento y prueba de aviones a Francia (1935). Tuvo
el alto honor de volar en compañía de grandes aviadores como Charles Lindbergh,
Dieudonné Costes, Marcel Doret y Marcel Detroyat.
Entre algunas de sus
principales distinciones destacan: Haber recibido la Condecoración y el Diploma
de la Orden Nacional de la Legion d'Honneur en el Grado de Caballero, otorgado
por la Presidencia de la República de Francia, el 10/7/1934. Comendador de la
Orden del Libertador, el 19/12/1934. Fue designado Miembro Honorario de la
Fuerza Aérea Venezolana, el 6/8/1956. Miembro Fundador del Museo Aeronáutico en
Maracay (1960). Recibió la Cruz de la Fuerza Aérea Venezolana, en su Primera y
Segunda Clase, en los años 1983 y 1956, respectivamente.
Condecorado con la
Orden Tte. Carlos Meyer Baldó, en su Única Clase, Maracay, 14/4/1988. Recibió
las “Alas de Piloto Comandante” entregadas por la Línea Aeropostal Venezolana,
el 30/1/1990 y la Placa de Reconocimiento de la Línea Aeropostal Venezolana en
el 60º Aniversario de su Creación, a su Fundador, Caracas, enero de 1990. Fue
colocado su retrato en el Salón de los Pioneros de la Aviación, en la Base
Sucre, Edo. Aragua, 1991. Recibió la Condecoración “Alas de Pecho de Piloto
Comandante” otorgada por la F.A.V., el 10/9/1992.
El 27/4/1993 se creó
institucionalmente el Premio “Don Florencio Gómez Núñez”, destinado a
incentivar la investigación y el desarrollo de proyectos que contribuyan al
progreso tecnológico de la Fuerza Aérea Venezolana. El 15/9/1997 fue
reinaugurado el Aeropuerto de Aragua, bautizado con el nombre de “Florencio
Gómez Núñez” por la Gobernación del Estado Aragua. Se inauguró el Centro de
Investigación y Desarrollo Aeroespacial (CIDAE), bautizado con el nombre de
“Florencio Gómez Núñez”, el 1/12/2004.
UN GRAN TAURINO
Florencio
Gómez Núñez, propietario y creador de la Maestranza de Maracay, en compañía de
Simón Díaz, el día de la celebración del 60° Aniversario de la Plaza de Toros. Año
1993. Foto: Pedro Zapata. (Archivo Hnos. Dupouy Gómez).
El Benemérito General Juan
Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, y sus hijos Juan
Vicente y Florencio Gómez Núñez, fueron grandes aficionados taurinos. Con sus
aportes contribuyeron enormemente al desarrollo de la Fiesta Brava Nacional. La
máxima figura de la historia del toreo Juan Belmonte, íntimo amigo del Gral.
Gómez y de sus hijos, los Hnos. Gómez Núñez, expresó en una sentida
dedicatoria, lo siguiente:
Dedicatoria: “A
Juan Vicente y Florencio Gómez principales mantenedores de la Fiesta Nacional
Española en América con el agradecimiento de un aficionado”. Juan Belmonte. Año
1935. (Foto: Archivo Hnos. Dupouy Gómez).
Florencio Gómez Núñez, se destacó siempre como un gran
aficionado a la Fiesta Brava. Su pasión desbordada por los toros le hizo
adquirir junto con su hermano, Juan Vicente Gómez Núñez, en España, 180 cabezas
de ganado de la famosa ganadería andaluza de los hermanos Pallarés Delsors de
Cabra, Córdoba, trayendo toda esta ganadería a Venezuela en el año 1932, por
barco hasta el puerto de Turiamo (Edo. Aragua), fundando así “Guayabita”, la
primera ganadería de toros pura casta española en Venezuela. Los toros fueron
seleccionados en España por la máxima figura del toreo Juan Belmonte y el
famoso rejoneador cordobés Don Antonio Cañero, quienes fueron sus grandes
amigos.
PROPIETARIO Y CREADOR DE LA MAESTRANZA
DE MARACAY
La hermosa
Maestranza de Maracay, inaugurada por el Benemérito General Juan Vicente Gómez,
Presidente de la República, el 20 de enero de 1933. (Foto: Archivo Hnos. Dupouy
Gómez).
La Plaza de Toros Maestranza de Maracay, fue inaugurada
por el General en Jefe Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, el 20 de
enero de 1933. Su construcción se debió a la desmedida afición de sus hijos,
Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, empresarios y propietarios de la joya
arquitectónica que encomendaron realizar a su gran amigo, el arquitecto Carlos
Raúl Villanueva. Florencio y su hermano Juan Vicente Gómez Núñez, organizaron
de igual manera, las Ferias de Maracay en los años de 1933, 1934 y 1935 con
gran éxito.
La Maestranza de Maracay, bautizada con el nombre de la
máxima figura del toreo de Venezuela “César Girón”, es una plaza de toros llena
de historia, donde se han presentado las más grandes figuras del toreo.
Representa la cantera taurina venezolana y es una de las plazas de toros más
bellas del mundo. Florencio Gómez Núñez, fue empresario de corridas de toros en
Caracas, Valencia y Maracay. Toreó con mucha frecuencia de capa y muleta como
aficionado práctico. Se entusiasmó de igual manera por el arte del rejoneo.
Cultivó una gran amistad con importantes figuras del toreo que escribieron
páginas en la historia de la Fiesta Brava. La Asociación Venezolana de
Criadores de Toros de Lidia lo designó por unanimidad como su Primer Miembro
Honorario el 15/10/1985. El Concejo Municipal del Edo. Aragua acordó el
21/10/1985, nombrar a Florencio Gómez Núñez persona notable con méritos para
consultas necesarias, en lo relacionado con la Comisión Taurina del Distrito
Girardot, y Asesor Ad-Honorem Vitalicio.
DEPORTISTA Y PROMOTOR
Florencio
Gómez Núñez en 1930, cuando jugaba béisbol, uno de sus deportes favoritos. (Foto:
Archivo Hnos. Dupouy Gómez).
Florencio Gómez Núñez,
fue un gran aficionado deportivo. En su juventud practicó varios deportes y
posteriormente se dedicó a patrocinarlos. Jugó y fundó junto
con su hermano Juan Vicente los equipos de béisbol “Spalding Star”, que fue el primer equipo de
béisbol de Maracay (1919) y posteriormente, el “Maracay B.B.C.”
(1924). Allí jugaron: Santiago Torres “Péniman”, Lázaro Quesada, Balbino
Inojosa, Rafael Net, Pepe Gino Lozada, y Manuel Antonio “El Pollo” Malpica,
entre otros. También fundó el primer
equipo de béisbol que existió en la Escuela Militar que se llamó “Los Cadetes”
(1929) y el equipo “Gold Smith” de Maracay (1930).
De igual manera,
Florencio Gómez Núñez y su hermano Juan Vicente, integraron y fundaron el
primer equipo de basket-ball en Maracay, llamado “Piratas” en 1928. Ellos
contrataron a un entrenador de basket puertorriqueño llamado Onofre
Carballeira, quien fue Hall de la Fama de su país. Fue
Miembro Fundador del Automóvil Club de Venezuela, el 28/10/1926 y promotor del
Moto Club en Maracay (1926). En Polo
Ecuestre, conformó en Maracay las escuadras “Mamoncito” y “Piratas”, durante el
lapso comprendido entre 1928 y 1935. Fundó el Club de Polo de Maracay, el 13 de
julio de 1928, disputándose un campeonato anual, al cual le dieron el nombre de
“Copa Stabler”. Practicaban con caballos criollos e importados en el campo de
la Escuela de Aviación Militar frente a los hangares.
A mediados del año 1932,
Florencio y su hermano Juan Vicente, fundaron el primer haras que se estableció
en Venezuela llamado Haras “Mamoncito”, dedicado exclusivamente a la cría de
caballos de carrera. Criaron muchos caballos, el primero fue Maracay III, Lanza
Libre, Copper Venus, Picaresco, Kaiser, Arrollador, Despreciado, Taparito y el
más famoso Burlesco que tiene una estatua en la entrada del Hipódromo de La
Rinconada.
Los hermanos Gómez Núñez patrocinaron también
el ciclismo en Venezuela, ayudando personalmente a Teo Capriles, donando la
Copa “Vuelta al Lago de Valencia” ganada por Teo y también la Copa “Santa Rita”
corrida el 5/7/1935, ganada por el ciclista Nicanor Caballero.
En 1933, con la ayuda de
los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, Simón Chávez “El Pollo de la
Palmita” viajó al exterior para enfrentarse a reconocidos boxeadores,
convirtiéndose en el primer boxeador venezolano en pelear en Europa. Como
promotor de Boxeo, organizó varios festivales boxísticos en la Plaza de Toros
de Maracay, destacando la pelea del Campeonato Peso Pluma de Venezuela entre
Enrique Chaffardet vs. Simón Chávez (1934) y el combate entre el cubano
Ex-Campeón Mundial en dos categorías Eligio Sardiñas “Kid Chocolate” y el
boxeador norteamericano Cliff Boykin, Ex-Campeón Pluma (1935).
En la década de
los años 50, Florencio Gómez Núñez integró la Junta Directiva del equipo de
fútbol “La Salle S. C.” y contrató como Director Técnico al célebre portero
español Ricardo Zamora en la época de la apasionada rivalidad existente entre
los equipos La Salle y Loyola.
En el año 1994, el historiador y cronista de
Maracay Oldman Botello, realizó un excelente libro sobre las memorias de
Florencio Gómez Núñez, titulado “Mis 27
años junto al General Gómez”.
Florencio Gómez Núñez se
casó el 23 de diciembre de 1935 con Elena Arráiz Lossada, de cuya unión
nacieron Rosa Elena y Florencio Vicente Gómez Arráiz. Dios bendijo su hogar
permitiéndole celebrar el 60º Aniversario de feliz matrimonio en compañía de su
inseparable esposa, su hija, nietos, bisnietos y familiares. Falleció el 31 de
diciembre de 1995, en Caracas a los 87 años de edad.
SENTIDAS PALABRAS DE SU NIETO
FLORENCIO GÓMEZ
NÚÑEZ
(Q.E.P.D.)
Hoy 31 de
diciembre de 1996, se cumple un año de tu partida. ¡Querido y amado abuelo! Despidiendo
el año pasado, en unión de tu inseparable esposa Elena, de tu hija Rosa Elena y
de nosotros tus nietos, te nos marchaste tan de repente y sin decir adiós.
Aquella noche en la que no hubo abrazo de Año Nuevo, sino desesperación y
angustia por devolverte la vida. En aquel doloroso instante se nos fue, para siempre,
una parte de nuestras vidas.
Ese día, tu
alma se echó a volar de la mano de Dios por el azul celeste del cielo, ese cielo
que cantas veces surcaron los aviadores venezolanos, tus compañeros de siempre,
que con tanto empeño y dedicación impulsaste desde sus comienzos con la ilusión
de hacer realidad tu sueño, la Fuerza Aérea Venezolana.
Desapareciste
físicamente, pero tu alma y tu corazón continúa latiendo entre nosotros, al
recordar tus consejos, al imaginar tu sonrisa, al contemplar tu mirada en una
foto, al sentir un avión volar, al admirar tu linda Maestranza de Maracay, al
escuchar un pasodoble, al salir un toro bravo a la arena de una plaza, al
añorar nuestras conversaciones familiares, tus bromas y ocurrencias.
Llenabas los
corazones de quienes te conocían con tu carácter afable y sencillo. Con tu
impresionante memoria y lucidez. Con tu patriotismo y amor por Venezuela. Con
tus ganas de vivir y tus luchas contra la enfermedad. Eras todo amor, toda
bondad, toda sabiduría. Los valores que nos enseñaste y todo el cariño que nos
brindaste, no se podrán olvidar nunca, ya que forman parte de nosotros.
¡Querido
abuelo! puedes descansar en paz. La memoria de tu padre, el General Juan
Vicente Gómez, que tanzas veces defendiste ante las mezquindades, envidias y
resentimientos de quienes siempre quisieron mandar con la mentira, permanece
hoy más que nunca, enaltecida y reivindicada ante la historia. Dios tarda pero
no olvida y te dio larga vida para poder verlo y disfrutarlo en tantos actos, homenajes,
ofrendas florales y
reconocimientos públicos que se hicieron en su nombre.
¡Te extrañamos
mucho! pero nos consuela el saber que allá arriba hay un Dios que hará que nos
volvamos a ver algún día para poder besarte, abrazarte, mirarte a los ojos y
decirte cuanto te amamos.
¡Bendición,
"Teté"! Tu nieto que te quiere y re recuerda siempre:
Rafael Dupouy
Gómez.
Caracas, 31
de diciembre de 1996.
(Publicado en el Diario "El Universal", el 31 de diciembre de 1996).
Este escrito es un sentido homenaje dedicado a mi abuelo, Florencio Gómez Núñez, cuyo recuerdo permanecerá eternamente en nuestros corazones.
Rafael
Dupouy Gómez