viernes, 29 de julio de 2022

ALFONSO "CHICO" CARRASQUEL RECORDÓ LA ÉPOCA DEL GENERAL GÓMEZ

Alfonso "Chico" Carrasquel. 

En parte de una interesante entrevista realizada al grandeliga venezolano, Alfonso "Chico" Carrasquel, publicada en el Diario "El Universal", el 28 de mayo de 2005, con motivo de su fallecimiento, nuestro muy querido y popular ídolo del béisbol, nos narró cómo era su infancia en tiempos del Benemérito General Juan Vicente Gómez:

"Todo el mundo se conocía. Si ahora tienes un amigo debes estar pendiente a ver si lo es de verdad. Antes uno empeñaba su palabra y decir "palabra de honor" era algo sagrado. Hoy día vas a la notaría, a un juzgado y nadie cumple, la palabra no vale.

La seguridad era tal que nos íbamos a comer arepas a las dos, tres de la mañana y no había problema, caminábamos tranquilamente. Era una Venezuela distinta. No había tanta presión para vivir, tantos problemas. Yo, que era lo que podía considerarse como el "perraje" de nuestra sociedad, no era despreciado, no había distingo.

Tuve nada menos que diez hermanos, el mayor de los varones era yo. Cuando íbamos a los actos de Juan Vicente Gómez mi mamá me decía: "Saluda al General a ver si nos tira algo".

Comparada con los actuales momentos, era una época muy bonita. No había atracos ni problemas de drogas. Esos muchachos de 20 años que andan por ahí no saben lo que se perdieron".

Alfonso "Chico" Carrasquel.

(Extracto de una entrevista al grandeliga venezolano, publicada con motivo de su fallecimiento en el Diario "El Universal", por Kelvy Pirela, el 28 de mayo de 2005).


miércoles, 27 de julio de 2022

PLANTA ELÉCTRICA DE URACA, ESTADO ARAGUA 1933

Vista de la Planta Eléctrica de Uraca, Estado Aragua. Año 1933.

El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, ordenó bajo la Dirección de Edificios y Obras de Ornato del Ministerio de Obras Públicas (M.O.P.), luego de tres años de trabajo, poner en funcionamiento la Planta Eléctrica de Uraca, ubicada aledaña a la carretera entre Las Delicias y Choroní, Estado Aragua.

Para completar dicha obra esta Dirección del M.O.P. tuvo que:

1. En 1931 importar tres Turbinas «Pelton» para acoplarlas a tres generadores de 2.500 KVA y 6.000 voltios cada una.

2. Construir en Puerto Colombia un pequeño malecón de concreto entre el mar y la desembocadura del río Choroní, de 20 metros de longitud y 5,50 metros de ancho, para el desembarco de los equipos y maquinas importadas. El malecón fue provisto de una grúa giratoria capaz de mover 12 toneladas, propulsada por un motor a gasoil o manualmente.

3. Se acondicionaron los 12,5 kilómetros de la carretera entre Puerto Colombia y Uraca, para poder transportar los equipos y materiales pesados para la planta, ensanchando las curvas y pasos angostos, así como reforzando los puentes y alcantarillas.

4. Se concluyó el edificio de la planta y una sub-estación donde será transformada la corriente eléctrica, elevando la intensidad a 50.000 voltios con el objeto de reducir las pérdidas entre Uraca y Maracay, y por último,

5. Se construyó un estanque de compensación, de concreto armado, de 6.000 metros cúbicos y 7.600 metros de canales de mampostería para llevar el agua hasta la planta.

En 1958 aún funcionaban los generadores que entre las 9 y 10 p.m. requerían un cambio entre ellos, dejando sin electricidad a Choroní y Puerto Colombia durante 2 minutos. Poco tiempo después fueron dejados inactivos.

(Fuente: Fundación Arquitectura y Ciudad. 14 de Enero del 2018).


miércoles, 20 de julio de 2022

HOMENAJE A BOLÍVAR INAUGURANDO MONUMENTO DE CARABOBO

Vista parcial del Monumento a la Batalla de Carabobo. El Benemérito General Juan Vicente Gómez, iniciador de tan soberbio homenaje a la consagración de la Gloria del Héroe Máximo Simón Bolívar, puede sentirse orgulloso de su obra, pues es, sin disputa, el mejor Monumento que se ha erigido a El Libertador y Padre de la Patria en 1930.

Al presenciar en la sabana de Carabobo, los grandiosos funerales con que la República de Venezuela celebró el Primer Centenario de la Muerte del Libertador, cualquiera fiesta de carácter profano habría resultado inadecuada para evocar el momento desolado en que el Padre de la Gran Colombia, con el alma transida de dolor, cerró los párpados para siempre. Una tragedia auténtica no se revive con ceremonias cívicas. ¡Delante de la agonía del cóndor, se hacía necesario el incendio de un sol! Enfrente de la estatua de Bolívar, había que construir un altar. El sacrificio de Jesucristo era lo único que podía levantar las almas emocionadas hasta las regiones celestes de donde vuela el alma libertada del Libertador.

Así lo comprendió el General don Juan Vicente Gómez, Comandante en Jefe del Ejército de Venezuela, cuando dispuso que el Centenario Bolivariano se celebrase con una Misa de Campaña, en el Campo de Carabobo, allí en donde el héroe máximo ganó la batalla que puso fin al poderío de España en la América del Sur. ¿Os imagináis a miles de gentes, acudiendo en una peregrinación religiosa y patriótica, al teatro de la hazaña? La sabana está rodeada por un cerco de colinas verdes y alegres, y más que un campo de guerra, parece un escenario pastoril de églogas virgilianas. La línea del horizonte es suave y ondulada; la atmósfera es transparente y permite ver las más ligeras rugosidades de la serranía lejana; el cielo, que es celeste pálido al aproximarse a la tierra, es de un azul encendido en el zenit. Bolívar que, además de ser un héroe epónimo, fue un artista refinado, debe haber sentido una alegría inmensa al ver que lo mejor de sus batallas se ganó en un campo digno de ser habitado por faunos y por ninfas.

La ceremonia se compuso de cuatro números espléndidos: la inauguración del monumento conmemorativo, que se erigió en el centro de la sabana; la inhumación de los restos del soldado desconocido de la Independencia; el canto del himno a Bolívar, compuesto expresamente por el Maestro Alfano; la gran misa atendida por los altos funcionarios de la República, por varias brigadas del Ejército y por miles de gentes que acudieron de todas partes a presenciar el imponente rito.

Al descubrirse el bronce, el Presidente del Estado Aragua pronunció un discurso que parecía esculpido en granito. El doctor Rafael Requena posee todas las cualidades que debe tener un orador: magnífica presencia, voz metálica, imaginación viva y pensamiento profundo. con la honrada franqueza con que Rafael expone siempre sus convicciones políticas, después de doblar la rodilla delante del Padre de su Patria, dijo que al General Juan Vicente Gómez se debía que Venezuela pudiera aproximarse a los altares cívicos, completamente libre de los compromisos y gravámenes en que la sumergieran las guerras intestinas. Gracias a los últimos 22 años de paz, la República está en aptitud de evocar al héroe con rosas en sus mejillas, con azucenas en su frente y con estrellas en su corazón.

El Monumento inaugurado es grandioso: en la parte superior se destaca el Libertador a caballo, en medio de dos figuras aladas, que parecen levantarlo de la tierra y envolverlo en resplandores de aurora. En un escalón inferior aparecen los cuatro lugartenientes que más contribuyeron al éxito de la batalla de Carabobo: Mariño, que fue el Jefe del Estado Mayor, durante aquella campaña; Páez, que dirigió la carga final y mereció ser ascendido al grado de Comandante General del Ejército en el mismo campo de combate; y Cedeño y Plaza, que cayeron épicamente en la pelea y que, según las propias palabras del Libertador, se hicieron dignos de las lágrimas de Colombia. En un plano más bajo y como queriendo ascender hasta el Libertador, dos grupos escultóricos que representan a la Legión Británica y a los Llaneros, los dos cuerpos en donde se levantó a mayor altura el heroísmo colectivo. La escala ascendente resulta perfecta: más arriba, cuatro paladines de leyenda, y por último, en la cúspide y casi tocando las nubes, la imagen del héroe completo que sintetiza la nacionalidad…

Delante de este conjunto majestuoso de bronces, el escultor Rodríguez del Villar colocó dos pirámides de granito, sobre cuyos vértices se posan dos cóndores con las alas extendidas, como si se propusieran proyectar una sombra protectora. En la faceta frontal se encuentran los escudos de Venezuela y España, amparados por leones…

Los estandartes que hace cien años eran rivales, hoy se reconcilian definitivamente en el monumento de Carabobo,. Enfrente de esa reconciliación ¡cómo resultó conmovedora la inhumación del soldado desconocido de la Independencia! Sus huesos fueron recogidos en el campo de Ayacucho, en donde se libró la batalla continental: allí, junto a los venezolanos Sucre y Lara, se batieron el granadino Córdoba, el ecuatoriano La Mar, el argentino Necoechea, el peruano Santa Cruz…

¿A qué país perteneció el luchador anónimo que fue inhumado en la sabana de Carabobo, en el centenario de la muerte de Bolívar? El General Juan Vicente Gómez, al escoger unos huesos en Ayacucho no quiso honrar a determinado pueblo, porque el Libertador los amó a todos igualmente, y a todos los quiso redimir. 

Ningún sitio podía haber sido más apropiado para cantar por primera vez, el himno a Bolívar del maestro Alfano: este himno es marcial y dulce a la vez, y fue compuesto sobre temas del himno nacional venezolano. Respondiendo a la doble personalidad del Libertador, que era épica y galante, la composición de Alfano intercala notas de cristal entre los acordes de acero. La misma mezcla de madrigal y de epinicio, se advierte en los versos del padre Borges, que cantan más de cincuenta voces y que retumban en las concavidades de la cordillera lejana:

"Bajo la encina piensas;

entre los mirtos, amas:

el pensamiento en llamas;

el corazón de miel.

Y ya en galantes lides,

ya en bélicos asuntos,

tu espada siega juntos,

la rosa y el laurel…"

¿Quién no se sacude de emoción enfrente del injerto de lo dulce con lo terrible? Muchos ojos de mujeres bellas se arrasaron de lágrimas ante la evocación de aquel inmortal que siempre supo colocar un iris de idilio sobre las más broncas tempestades de la guerra…

Pero la nota culminante del centenario fue la misa: pensad en que sobre el campo heroico se levantó un altar, y que allí acudió todo un pueblo conmovido a presenciar el sacrificio del Redentor. Cuando el Primado de la Iglesia de Venezuela, levantó el cáliz, las músicas tocaron el himno nacional, los soldados presentaron armas y las banderas se agitaron gloriosamente para saludar al Santísimo… Y para completar este éxtasis divino en que se juntaban el amor a la Patria y la devoción a Dios, una cuadrilla de aeroplanos pasó por encima del monumento de Bolívar y del altar de Cristo y dejó caer sobre ellos, una lluvia de margaritas y de rosas…

Al terminar la Misa, resuena el himno de Bolívar, Y dice la última de las estrofas:

"En la visión heroica

se espantan tus corceles,

de valles de laureles

a cumbres de arrebol.

Se yergue Manco Capac

sobre el peñón nativo;

y vuela el dardo vivo

del cóndor hacia el sol".

Eso parece el Libertador delante de la Cruz de Cristo: un cóndor delante de un sol!

Nemesio García Naranjo.

Caracas, diciembre de 1930.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 10 de enero de 1931).


sábado, 16 de julio de 2022

EL GENERAL GÓMEZ CONTRA LA ESPECULACIÓN 1932

A la izquierda: El Dr. Samuel E. Niño, Presidente del Estado Aragua. A la derecha: El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.

Como el tema nunca pierde actualidad y ahora tiene más que nunca, transcribimos un telegrama enviado, el 26 de de abril de 1932, por el Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, al doctor Samuel E. Niño, Presidente del Estado Aragua.

El texto es el siguiente:

Maracay, 26 de abril de 1932.

Dr. Samuel E. Niño.

Presidente del Estado Aragua.

Maracay.

Como yo sé que los artículos de primera necesidad que son precisamente los que sirven de sustento a las clases pobres, se encuentran en gran abundancia por las magníficas cosechas del año pasado, y que los depósitos graneros de los agricultores están llenos, juzgo que no es equitativo ni lícito, el que los precios continúen altos en detrimento de los proletarios. Del mismo modo la harina de trigo, el arroz y otros productos que vienen del exterior han bajado allá y no hay razón para que continúen altos aquí. En esta misma fecha, hace cuatro años, me dirigí a usted por conducto del Ministerio de Relaciones Interiores, en idéntico sentido; hoy quiero repetirle que es necesario que usted dicte y lleve a cabo en su jurisdicción las más enérgicas medidas para evitar que los acaparadores sostengan el alza artificial de los frutos, e impedirles, por todos los medios a su alcance, la despiadada especulación a que se dedican.

Lo saluda su amigo,

Juan Vicente Gómez. 

¿Y la respuesta del doctor Samuel E. Niño? Léanla: 

Maracay, 27 de abril de 1932.

Señor General Juan Vicente Gómez.

Presidente de la República de Venezuela.

Maracay. 

Impresiones de muy elevada índole patriótica ha despertado en mí la lectura del importante telegrama de usted del 26 del presente, y acatando las superiores instrucciones avaloradas por su experiencia y su amor a la patria que con él se digna transmitirme, me complace decirle que el gobierno de Aragua que presido, desde este propio instante procede a desplegar por mediación de las autoridades civiles y municipales una perentoria, activa y eficaz campaña tendente a evitar los abusos del acaparamiento y del alza indebida e injustificada en los precios de los artículos y frutos de primera necesidad para el consumo diario.

Como usted sabe Aragua es el granero del centro y con la solícita y paternal medida que usted me indica, alcanzarán indudablemente mayor bienestar las clases pobres. Al rogar a usted acoger las efusivas congratulaciones que por tan grato motivo le envío, ofrézcole que aquí permanecerá vigilante la acción gubernativa para impedir las ilícitas especulaciones al que alude el trascendental despacho telegráfico que me honro en dejar contestado.

Respetuosamente lo saluda.

Su amigo y subalterno,

Samuel E. Niño. 

(Telegramas publicados en el Diario "El Universal", el 26 de noviembre de 1995, en la columna "Miraflores a la Vista" de Jesús Lossada Rondón).


viernes, 1 de julio de 2022

AUMENTO DE LA CANTIDAD DE AGUA PARA CARACAS 1926

Importante Decreto del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, permitiendo la conservación y protección de la hoya del río "Macarao", declarándola Bosque Nacional, lo que permitirá aumentar el suministro de agua, beneficiando a los ciudadanos caraqueños. 

Muy simpática y amplia resonancia habrá de tener en el público el siguiente importante Decreto Ejecutivo, que una vez más pone de manifiesto el patriótico interés con que nuestro Gobierno, sabia y austeramente presidido por el General Juan Vicente Gómez, atiende a todo cuanto sea beneficioso para la colectividad.

Es tanto más de celebrarse la oportuna disposición que aquél contiene, cuanto que ella es una consecuencia del mayor y más próspero desarrollo de nuestra vida, que firmemente va alcanzando cada día una amplitud que es fruto de la paz en que felizmente hemos venido surgiendo a un campo de actividad y de población crecientes.

Esta disposición será acogida por el pueblo de Caracas con las más vivas muestras de simpatía, porque ella redunda en beneficios positivos para toda la colectividad, y provocará con justicia los más cálidos aplausos y el más decidido apoyo para el Gobierno, que no omite sacrificio alguno cuando se trata de realizar una obra de tan incalculables ventajas para la vida, la belleza y la salud de nuestra Capital. 

GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ

PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA 

Considerando: 

Que es notable el crecimiento de la población de esta Capital y el gran incremento que ella ha tomado merced a la paz que desde hace largos años reina en el país;

Que se hace necesario aumentar la cantidad de agua que recibe el acueducto, la cual con las talas y siembras de las posesiones que existen en la hoya del río "Macarao" se ha disminuido de modo notable;

Que la Ley de Expropiación por causa de utilidad pública declara de evidente utilidad la conservación de los bosques y aguas.

Decreta:

Artículo 1°. Se declara Bosque Nacional toda la hoya del río "Macarao" y quedan desde luego prohibidas en ella las talas y cultivos.

Artículo 2°. Procédase a la expropiación por causa de utilidad pública de todas las propiedades particulares que estén ubicadas dentro de la referida hoya, y a este efecto se da la suficiente autorización al ciudadano Procurador General de la Nación para que proceda a instaurar los correspondientes juicios.

Artículo 3°. Oportunamente se acordarán los créditos adicionales que sean necesarios.

Artículo 4°. Los Ministros de Relaciones Interiores y de Fomento quedan encargados de la ejecución del presente Decreto en lo que respectivamente les concierne.

Dado, firmado, sellado con el Sello del Ejecutivo Federal y refrendado por los Ministros de Relaciones interiores y de Fomento, en el Palacio Federal, en Caracas, a dos de marzo de mil novecientos veinte y seis.

Año 116° de la Independencia y 68° de la Federación. 

(L. S.) 

JUAN VICENTE GÓMEZ. 

Refrendado, el Ministro de Relaciones Interiores, 

(L. S.) 

PEDRO MANUEL ARCAYA. 

Refrendado, el Ministro de Fomento, 

(L. S.) 

ANTONIO ALAMO. 

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 3 de marzo de 1926).


MAYOR CANTIDAD DE AGUA POTABLE PARA MARACAIBO 1926

El vigilante celo del General Gómez, siempre alerta a cuantas son necesidades del pueblo, satisface el viejo anhelo de la población maracaibera, dotándola del precioso elemento, fuente de salud y de vida. 

El organismo nacional adquiere cada día mayor vitalidad, debido a los patrióticos desvelos del Benemérito General Juan Vicente Gómez, porque cada región disfrute de las ventajas y comodidades que brinda la actual situación de paz y bienandanzas.

Desde el más modesto Municipio hasta las más florecientes ciudades del país, alcanza la mano providente del Rehabilitador de la Patria.

Un importante Decreto, corrobora una vez más los afanes del Jefe del País.

Maracaibo, la rica urbe del pasmoso desarrollo, es de nuevo objeto de la vigilante atención del General Gómez, como puede advertirse por tan trascendental documento, con el cual viene a remediar una de las más ingentes necesidades de aquella importante ciudad: el abastecimiento del agua potable.

Si en todo tiempo fue éste uno de los problemas que más preocuparon a los habitantes de la metrópoli zuliana, ahora asume mayor importancia por el rápido crecimiento de su población.

El vigilante celo del General Gómez, siempre alerta a cuantas son necesidades del pueblo, satisface el viejo anhelo de la población maracaibera, dotándola del precioso elemento, fuente de salud y de vida.

Importante Obra Pública para Maracaibo. Trabajos para proveer de mayor cantidad de agua potable a la próspera y laboriosa capital del Zulia. 

GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ,

PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE VENEZUELA

Considerando:

Que la ciudad de Maracaibo, por su importancia comercial como primer puerto del Occidente de la República y centro de la región petrolera del Estado Zulia; por su ardiente clima y por la densidad de su población, necesita para satisfacer las necesidades de su creciente desarrollo ser amplia y convenientemente abastecida de agua potable,

Decreta:

Artículo 1°. Procédase a construir, por cuenta del Tesoro Nacional, las obras necesarias para tomar el río Palmar, conducir a la ciudad y distribuir en ella el agua de dicho río en la cantidad requerida para el uso indicado.

Artículo 2°. El Ministro de Obras Públicas queda encargado de la ejecución del presente Decreto.

Dado, firmado, sellado con el Sello del Ejecutivo Federal y refrendado por el Ministro de Obras Públicas, en el Palacio Federal, en Caracas, a los trece días del mes de marzo de mil novecientos veinte y seis. Año 116° de la Independencia y 68° de la Federación.

(L. S.)

JUAN VICENTE GÓMEZ.

Refrendado.

El Ministro de Obras Públicas,

(L. S.)

TOMÁS BUENO.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el  25 de marzo de 1926).