miércoles, 31 de julio de 2019

OBSEQUIO DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ AL REY ALFONSO XIII DE ESPAÑA


Reducción del monumento que simboliza el abrazo de Simón Bolívar y Pablo Morillo, obra del gran escultor venezolano Lorenzo González, que fue obsequiado a S. M. el Rey Alfonso XIII por el Presidente de Venezuela, Benemérito General Juan Vicente Gómez en 1913.


CASA REAL ESPAÑOLA

Añadió el Rey D. Alfonso XIII que ningún recuerdo de Venezuela se encontraba en la Armería Real, y que este obsequio del Presidente Gómez venía felizmente a llenar este vacío.

A las once y media de la mañana de ayer fue recibido por S. M. el Rey D. Alfonso XIII el Señor Doctor D. José Ignacio Cárdenas, comisionado por el Señor General D. Juan Vicente Gómez, Presidente de Venezuela, para ofrecer a Su Majestad con una carta autógrafa la hermosa reducción del monumento que simboliza el abrazo de Bolívar y Morillo, erigido por el honorable y popular magistrado venezolano precisamente en el memorable sitio donde se verificó la histórica entrevista de los dos célebres caudillos. El Sr. D. Bernabé Planas, ministro de Venezuela en Madrid, hizo la presentación del Doctor Cárdenas a Su Majestad.

El comisionado venezolano, en breves palabras, vibrantes de sinceridad, expuso a Su Majestad el objeto de su honrosa misión, observando que el obsequio del Sr. Presidente de la República de Venezuela era una manifestación del sentimiento nacional, el cual era de afecto para la madre Patria y de profunda simpatía por su noble soberano.

S. M. el Rey D. Alfonso XIII, manifestó la grata complacencia que tan espléndido obsequio le producía, y seguido por el Doctor Cárdenas y el Sr. Planas, fue a examinar el monumento al Salón de Columnas, donde se había montado.

Se fijó el Monarca en la esbelta forma y pureza de líneas de la obra y en la hidalga expresión y noble actitud de las figuras. Informó el Doctor Cárdenas a Su Majestad que la obra había sido ejecutada por el artista venezolano Sr. D. Lorenzo González y le dio detalles sobre el sitio en que el monumento original se había levantado, en el corazón de las montañas andinas, lo cual interesó vivamente a Su Majestad.

Ofreció el Doctor Cárdenas al Soberano enviarle fotografías de aquel monumento, erigido en medio de la naturaleza tropical de aquella privilegiada región. Su Majestad se manifestó muy complacido.

Añadió S. M. el Rey D. Alfonso XIII que ningún recuerdo de Venezuela se encontraba en la Armería Real, y que este obsequio del Presidente Gómez venía felizmente a llenar este vacío.

Finalmente, Su Majestad dio las gracias a la Misión venezolana por tan culto y simbólico obsequio y se despidió de ella en extremo complacido.

Después de la real audiencia, el señor ministro de Venezuela presentó, en el ministerio de Estado, al señor ministro, al comisionado venezolano Doctor Cárdenas. Manifestó el ministro su complacencia a la Misión de Venezuela, a quien felicitó por haber sido representada en este simpático acto por personas tan cultas y distinguidas.

El comisionado venezolano Doctor Cárdenas ha recibido la cortés y fraternal hospitalidad del excelentísimo señor ministro de su país y las exquisitas y sinceras atenciones del señor conde de Cartagena, nieto del ilustre campeón de España en América, quien expresamente ha venido de los Balkanes para contribuir con su galantería a que sean aún más gratos los días que el Doctor Cárdenas pase en esta corte. El comisionado de Venezuela nos ha manifestado que su gratitud para el señor conde de Cartagena ha quedado para siempre empeñada.

(Publicado en "La Correspondencia de España", el 15 de enero de 1913).

miércoles, 24 de julio de 2019

ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ



(Por: Rafael Dupouy Gómez)

Artículo publicado el 20 de julio de 2007, en la revista "Zeta", sección "La Historia", N° 1619. (Caracas, Venezuela).


El 24 de julio de 2007, se cumplen 224 años del natalicio de nuestro Libertador Simón Bolívar. Esa misma fecha, coincide también con el natalicio de su más consecuente y ferviente admirador, el Benemérito General Juan Vicente Gómez, quien estará celebrando 150 años de haber venido al mundo.

El siguiente especial histórico para Zeta, se centra en la figura del General Gómez y su gran devoción bolivariana.  

El Benemérito General Juan Vicente Gómez, nació el 24 de julio de 1857, en el sitio denominado “El Salado”, dentro de la finca “La Mulera”, propiedad familiar, jurisdicción de San Antonio del Táchira. Hijo de Pedro Cornelio Gómez y Hermenegilda Chacón Alarcón. Siendo el mayor de trece hermanos, se formó en las labores del campo, destacándose como un próspero agricultor y ganadero. Financió la “Revolución Liberal Restauradora”. Posteriormente, en los campos de batalla, durante nuestras luchas intestinas, libró 29 acciones de guerra, saliendo invicto, convirtiéndose en un destacado militar y hombre de acción de gran prestigio nacional. Cumplió la misión de pacificar a Venezuela para librarla de la anarquía que la azotaba, porque en su mente seguramente estaba presente la sentencia del Padre de la Patria que decía: “La peor tiranía es la anarquía”.  

Al igual que el Libertador Simón Bolívar, el General Juan Vicente Gómez, nació un 24 de julio y falleció un 17 de diciembre.


Las sobrinas del Libertador Simón Bolívar, Benigna y Antonia Esteller Camacho Clemente y Bolívar, expresaron su cariño y admiración al General Juan Vicente Gómez, en carta dirigida el 25 de julio de 1923, donde le decían:

“Elevamos a Dios desde el fondo de nuestros corazones, una plegaria cristiana, llena de fervor, para que libre vuestra preciosa vida de las asechanzas de la perfidia y de la maldad y la conserve largos años para bien de esta Patria querida, creada por nuestro deudo el Libertador y glorificada por usted”.

Profética plegaria de las sobrinas del Libertador Simón Bolívar. Recordemos que el Gral. Gómez, murió tranquilamente en su cama, el 17 de diciembre de 1935. Su funeral fue cesáreo, multitudinario, rindiéndosele los máximos honores militares como Jefe de Estado.

Las expresiones cariñosas y sinceras de las sobrinas del Padre de la Patria son una auténtica lección, sobre todo, para los que han tratado de descalificar al Benemérito, calumniándolo injustamente y para aquellos dirigentes políticos que, con su delirante demagogia y falso nacionalismo, han mancillado la heroica y sagrada memoria de nuestro Libertador.

El ciudadano de los Países Bajos, Dr. J. H. Van Peursen, en su libro “Bolívar”, publicado el 19 de diciembre de 1933, sintetizó una gran verdad:

“Si grande, genial, ha sido la obra administrativa del Presidente Gómez, humanizadora ha sido la que ha realizado en el dominio de la paz interna y de la concordia internacional. Ferviente admirador del Libertador, la súplica postrera de Bolívar: “Unión, unión, o la anarquía os devorará”, tenía que encontrar eco generoso en su corazón de patriota”.

El famoso escritor y poeta español Francisco Villaespesa, divulgador de la estética modernista y el drama en verso de temas históricos, obsequió la siguiente dedicatoria al Gral. Gómez:

Dedicatoria al Gral. Juan Vicente Gómez
Rehabilitador de Venezuela

Permitid, que os ofrende este libro; homenaje
que de mi vieja España a Venezuela traje,
como materno abrazo de mi tierra a esta tierra.
como ninguna heroica, generosa y feraz,
a la que dió Bolívar las glorias de la Guerra,
y vos, Señor, le disteis las glorias de la Paz!

Francisco Villaespesa
(Caracas, mayo 17 de 1920)

Durante el gobierno del Gral. Gómez, se inició el proceso de modernización del Estado y la profesionalización del Ejército; a la vez que se gestaron una serie de transformaciones de carácter económico, social, político y cultural. Con el país pacificado, la Hacienda Nacional saneada, el Ejército institucionalizado, el país completamente comunicado por un sistema de vialidad que unió a todas las regiones de Venezuela que permanecían aisladas, el desarrollo de nuestra Industria Petrolera, la gran construcción de Obras Públicas que se ejecutaron durante su mandato y otros logros que sería muy extenso enumerar, pudieron sus sucesores gobernar holgadamente en paz, recibiendo un país completamente organizado y con una gran prosperidad económica. Al Gral. Gómez le tocó la tarea más difícil, crear de la nada, construir de lo inexistente, y lo logró con bastante éxito.

Sobre la importancia histórica del Gral. Juan Vicente Gómez, señalaba nuestro más eminente escritor, historiador e intelectual, el Dr. Arturo Uslar Pietri, lo siguiente:

“El papel de Juan Vicente Gómez en la historia de Venezuela, es de una magnitud extraordinaria. La creación de un Estado Nacional en Venezuela, la integración de una unidad nacional en Venezuela, fue un viejo propósito difícilmente alcanzable en la anarquía que caracterizó al país después de la Independencia.

El que completa ese programa realmente es Juan Vicente Gómez, que logra cosas increíbles: logra acabar con la Guerra Civil que duró 100 años, logra acabar con el caudillismo, crea un Estado Nacional, crea una Hacienda Nacional y crea un Ejército Nacional, sobre esas bases se podía construir una Venezuela democrática y moderna”.


HONRANDO A NUESTRO LIBERTADOR

El General Juan Vicente Gómez en el Panteón Nacional, el 6 de agosto de 1924, día de la celebración del Centenario de la Batalla de Junín, en compañía de su hijo el General José Vicente Gómez, el Dr. Francisco Baptista Galindo, el Dr. Pedro Itriago Chacín, Florencio Gómez Núñez, hijo del Presidente de la República de Venezuela y el Dr. Melchor Centeno Graü. El Nuevo Diario. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Hechos concretos y efectivos muestran la obra bolivariana del Presidente Gómez. Constante preocupación fue en su vida, erigir innumerables monumentos, con el afán de eternizar en el recuerdo de sus conciudadanos, la obra genial del glorioso hijo de Caracas. Como gobernante le tocó conmemorar, y lo hizo con dignidad y fervor patriótico, los Centenarios de las grandes efemérides independentistas. Su culto a las tradiciones, a los valores y a los héroes de la Patria quedaron plasmados, por citar algunos ejemplos significativos en: La creación del Museo Bolivariano (1911), para conservar y mostrar valiosos documentos y reliquias históricas del Padre de la Patria. El Monumento a Carabobo o la India de El Paraíso (1911). La recuperación total de la Casa Natal del Libertador (1912), que fue salvada del completo abandono en que se encontraba, gracias al interés que demostró el General Gómez en rescatarla para la nación, reformándola en su totalidad y encargando su decoración al pintor venezolano Tito Salas. Se donaron, preservaron y adquirieron objetos pertenecientes al Libertador y su familia. Para la época significó una gran medida patriótica, reconocida no solamente por los venezolanos, sino por altas personalidades del mundo. El Benemérito General Gómez ordenó la adquisición y conservación del Ingenio Bolívar en San Mateo, Edo. Aragua (1924). Resguardó y protegió al histórico Samán de Güere (1925), que cobijó con su sombra al Libertador y sus tropas, construyendo una gran plazoleta cercada por una reja hecha con 42 fusiles viejos de la época y colocando tres cañones para perpetuar su memoria. En el arco de la entrada se podía leer su lema: “Unión, Paz y Trabajo”. Erigió el Monumento de La Puerta (1926), cerca del río Guárico, entre Villa de Cura y San Juan de los Morros, para recordar a los héroes que cayeron en defensa de la Patria, sacrificando sus vidas por la Independencia. Ese sitio que fue adverso para los Patriotas en los años 1814 y 1818, en cambio, cubrió de gloria al Gral. Gómez el 22 y 30 de diciembre de 1901, al derrotar a los Generales de la “Revolución Libertadora”, Luciano Mendoza y Antonio Fernández, abriendo la campaña pacificadora que culminó con la batalla de Ciudad Bolívar, el 21 de julio de 1903.

El Gral. Gómez también ordenó construir el Arco del glorioso Campo de Carabobo (1921) y posteriormente, el Monumento del Campo de Carabobo (1930), conocido como el “Altar de la Patria”, con piedras traídas de La Puerta en desagravio por las tres derrotas del Ejército Libertador ocurridas en ese sitio y para perpetuar la memoria de nuestros héroes de la Independencia.

El General Juan Vicente Gómez, presente en el Campo de Carabobo, el 24 de junio de 1921, inaugurando el Arco como homenaje a los héroes de la Independencia, en el Centenario de la Batalla de Carabobo. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Decretó la realización de la Reforma General del Panteón Nacional (1930), conforme al proyecto del arquitecto Manuel Mujica Millán, con motivo de cumplirse el Centenario de la muerte del Libertador. La reconstrucción del Panteón Nacional consistió en el cambio radical de la fachada a un diseño neocolonial o neobarroco, agregando en el frente la tercera torre central de 48 metros de altura y reemplazando las laterales por otras, construidas todas de concreto armado. Fue también ampliada y hecha más monumental la escalinata de acceso. El antiguo sarcófago de madera que contenía los restos del Libertador fue sustituido por uno de bronce, diseñado por el escultor español Chicharro Gamo y colocado sobre un basamento de mármol. La parte superior de las naves y los tímpanos de los arcos fueron cubiertos por pinturas de temas alegóricos e históricos realizados por el pintor venezolano Tito Salas, atendiendo el expreso deseo del General Juan Vicente Gómez. El pintor Tito Salas, reconoció en una entrevista publicada en la revista “Élite”, el 6 de octubre de 1934, lo siguiente: 

“Vine llamado por el General Juan Vicente Gómez para pintar la Casa Natal del Libertador y si como esto no fuera suficiente para mi eterno agradecimiento hacia él, ahora me honra con la decoración del Panteón Nacional, dándome así dos ocasiones que raros hombres han tenido la suerte de encontrar”.

El Presidente Gómez, se preocupó afanosamente por rescatar y adquirir para la Nación las cartas, documentos y archivo personal del Padre de la Patria y demás Próceres de nuestra independencia. Ordenó erigir estatuas del Libertador por todo el territorio nacional y en el exterior: New York (1921), París (1925), Madrid (1925), Panamá (1926), Puebla de Bolívar - cerca de Vizcaya (1927), Santiago de Chile (1928) y Roma (1934), entre otras, fueron un claro ejemplo para dignificar la memoria del más Grande Hombre de América. Fueron bautizados con el nombre del Libertador, Puentes, Escuelas, Cuarteles, Avenidas y Plazas, destacando la monumental Plaza Bolívar de Maracay (1930), la más grande de Suramérica. El Gral. Gómez, mantuvo intactas las tradiciones épicas e hizo reverdecer el culto a los héroes patrios.


El General Juan Vicente Gómez, inaugura solemnemente la Plaza Bolívar de Maracay en 1930. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

CANCELACION DE LA DEUDA

Mención muy especial merece la cancelación tanto de la deuda externa como de la interna. La deuda nacional representaba en 1909 la suma de 210.307.281,68 bolívares y estaba discriminada de este modo: deuda externa y protocolos de Washington 147.866.134,38 bolívares y deuda interna 62.441.147,30 bolívares; estas obligaciones se fueron amortizando paulatinamente desde el año 1909. En 1930, el General Juan Vicente Gómez decidió la cancelación total de la deuda externa, como homenaje al Libertador en el Centenario de su muerte. A comienzos del año 1935, la deuda interna única existente, alcanzaba a la cantidad de bolívares 17.625.705,52 bolívares. El Gobierno tenía en Caja 107.445.263,17 bolívares superávit del presupuesto de la nación. Al igual que en 1930, el General Gómez, Presidente de la República, solicitó del Congreso dar los pasos conducentes para cancelarla, como efectivamente se hizo.

El Gral. Juan Vicente Gómez, el 22 de mayo de 1930, con motivo de la cancelación total de la deuda venezolana, expresó: “La obra de Bolívar estará así completa, puesto que la Patria que él soñó libre, próspera y feliz, se alzará ante el mundo en el pleno goce no sólo de su soberanía política, sino también de su independencia económica por la redención de sus compromisos que asegura la integridad de su crédito. Con orgullo lo anuncio a mis compatriotas, y debo considerar este paso como la cumbre de mis afanes por la grandeza de mi Patria, de cuyos años entrañables he recibido las lecciones de energía y perseverancia con que me ha tocado en suerte realizar los anhelos del Libertador”.

El Gral. Eleazar López Contreras en una sentida dedicatoria al Benemérito, publicada en su libro “El Callao Histórico”, el 14 de enero de 1926, expresó: “En justicia puede decirse que Usted, en su meritoria existencia, ha logrado hacerse digno de aquella frase feliz que nuestro Padre y Libertador consignó en carta dirigida al Gran Mariscal de Ayacucho: “La Gloria consiste en ser grande y en ser útil”.

Esta manifestación, que brota de mi pecho al calor de los beneficios que Usted ha prestado al país, y particularmente por los que ha recibido la Institución Armada, a la que me honro en pertenecer, la estampo con entero orgullo en la oportunidad en que muy respetuosamente le ofrezco el presente trabajo histórico-militar, que ha sido inspirado en el elevado patriotismo de Usted y en su ferviente admiración por los Libertadores de América”.

También reconoció el Gral. López Contreras la obra ejemplar del Gral. Juan Vicente Gómez en su discurso pronunciado el 23 de diciembre de 1934, al entregarle la Medalla de Honor “Francisco de Miranda”, diciendo: “Podéis estar orgulloso de vuestra obra patriótica, por virtud del pode­roso estímulo que habéis impreso al soldado venezolano, éste se siente hoy digno descendiente de aquellos sus ilustres antepasados, que bajo el man­do de Bolívar fueron los campeones más heroicos de la Libertad del Con­tinente”.

El entonces Teniente Coronel Isaías Medina Angarita, pronunció en el discurso conmemorativo del XXV Aniversario de la Escuela Militar y Naval, el 7 de julio de 1935, las siguientes palabras al General Gómez:

“Su gran amor por la Patria y su amplia visión de estadista le hicieron ver que sólo al amparo de la paz tendrían el desarrollo deseado, las diferentes actividades de la vida nacional. Cuando las generaciones llamadas a juzgar imparcialmente su singular labor administrativa, su gran obra de estadista, dictaminen con justicia, decidirán que es la reorganización del Ejérci­to su obra máxima, porque las demás solo son su corolario”.

Al Gral. Juan Vicente Gómez, se le recordará siempre como el Pacificador y Unificador de un país desarticulado por las guerras civiles y como el Emancipador Económico de un país en quiebra. A su muerte dejó un país pacificado, organizado y solvente. Fue un gran hombre y sus obras perduran en el tiempo. En Venezuela es reconocido, indiscutiblemente, como el PADRE DE LA VENEZUELA MODERNA.

Rafael Dupouy Gómez

Artículo escrito por Rafael Dupouy Gómez, publicado el 20 de julio de 2007, en la revista "Zeta", N° 1619. (Caracas, Venezuela).

martes, 2 de julio de 2019

LA OPINIÓN DEL CÓNSUL DE VENEZUELA EN ESPAÑA SOBRE EL PRESIDENTE GÓMEZ EN 1923



Don J. M. Betancourt Sucre, Cónsul General de Venezuela en España, sobrino del Gran Mariscal de Ayacucho, General Antonio José de Sucre. (Revista "España y América").

Afortunadamente, nunca han sido más cordiales nuestras relaciones, gracias al gran espíritu de confraternidad internacional que anima al General Gómez.

A bordo del vapor Buenos Aires, y presentado por el señor Cónsul de Venezuela en Andalucía, tuvimos la complacencia de conocer al nuevo Cónsul General de Venezuela en el Reino, Sr. J. M. Betancourt Sucre, del que solicitamos hacer una interviú, a lo que accedió enseguida, amablemente.

El distinguido funcionario venezolano es persona culta, caballerosa y cordial, perteneciente a la juventud intelectual de la joven República. Es sobrino del Gran Mariscal de Ayacucho, General Antonio José de Sucre. Ha desempeñado importantes Consulados en países de América y Europa, y habla varios idiomas. Se dirige a Barcelona, que es la residencia oficial de su importante cargo, y lo acompaña su estimable familia.

Adscrito sin reservas a la causa que ha realizado la rehabilitación y engrandecimiento de su patria, y unido al ilustre conductor de los destinos nacionales, General Juan Vicente Gómez, con vínculos de noble y leal partidarismo, nos habló con entusiasmo de la alteza de miras que ha guiado siempre los actos del Presidente Gómez y de cómo a su alto esfuerzo patriótico se ha hecho sólida y extraordinaria la situación económica, progresista y moral de la República. El Cónsul nos dijo:

La paz en Venezuela es completa, inconmovible. Tiene bases de convencimiento absoluto en la conciencia del pueblo, que la ama y la venera como a la suprema divinidad de las naciones. La defiende, además, el brazo potente y la voluntad férrea del General Gómez, que está hoy en el pleno goce de su salud y energía.

A una pregunta nuestra sobre la enfermedad que aquejó en meses pasados al eminente gobernante, nos responde, amable:

La salud del General Gómez es hoy mejor que nunca. Como siempre ha acostumbrado, trabaja doce horas diarias en su despacho, atendiendo a todos los ramos de la administración. Recorre a caballo la pintoresca ciudad de Maracay, en donde gusta residir y que a él se lo debe todo, e inspecciona los cuarteles, que dicho sea de paso, están a la altura de los mejores de Europa.

Nosotros nos hacemos eco de los elogios que ha merecido el Ejército venezolano, y el señor Cónsul nos dice, vibrante de satisfacción:

El Ejército, es una entidad de la cual está orgullosa la República. Es obra exclusiva del General Gómez y de su hijo el joven y denodado General José Vicente Gómez, quien como su ilustre padre, es ídolo del Ejército.

¿Los caudillos han desaparecido enteramente del país?, preguntamos:

En absoluto. Terminó con ellos la política conciliadora, unificadora, eminentemente nacional del General Gómez. Su lema salvador de Patria y Unión fue la bandera, la efectiva y leal concordia de la familia venezolana. Recientemente se ha reunido un grupo de estos desprestigiados, desmoralizados caudillos, y ha lanzado una alocución pintoresca que ha sido acogida con unánime protesta en el país. A estos pobres señores no se les toma en serio y sólo risa y desprecio ha producido "su compactación" en tierras extrañas.

Se nos ha dicho que es prodigiosa la producción petrolífera en Venezuela...

Sí, señor, esa es la palabra, prodigiosa. Los yacimientos son inmensos, y en ciertos puntos, como en Maracaibo, han alcanzado proporciones extraordinarias. Además, la ley que rige la exploración y explotación es muy liberal, y atrae a los capitalistas extranjeros. Se acaba de formar una Compañía con un capital de 25 millones, formada por elementos del país y con el infatigable señor D. Roberto Ramírez a la cabeza. Con este motivo reina gran entusiasmo en toda la República. El porvenir de Venezuela es verdaderamente grandioso, como es admirable su actual florecimiento.

La situación financiera de Venezuela es la mejor de la América del Sur. El Gobierno tiene en Caja, en oro, 65.000.000 de bolívares, y el bolívar es hoy de las primeras monedas en el mercado mundial. La deuda nacional se ha reducido en un 60 por 100, y el país está todo atravesado de carreteras amplias que, partiendo desde La Guaira hasta Apure, y desde Caracas hasta los Andes, llegan hasta la frontera de Colombia.

¿Fue muy sentido en el país el atentado de que fue víctima el primer Vicepresidente?

Muchísimo. Produjo verdadera consternación y justa y general protesta. Al finado General D. Juan C. Gómez se le quería en extremo. Era bueno, tranquilo, demócrata, y sólo se complacía en ser útil a todos. Las distintas clases sociales lo querían por igual; lo mismo los altos personajes de sociedad que los hijos del pueblo. El homenaje que le rindió la clase obrera fue verdaderamente grandioso. Una manifestación del alma popular de Caracas a su querido y liberal Gobernador.

¿Y qué planes trae usted, Sr. Betancourt?

Los de los leales servidores de la Patria y de la causa. Servir con lealtad, con desinterés y con patriotismo los grandes intereses de mi país. Cooperar con nuestro Ministro, el ilustrado y concienzudo diplomático doctor José Ignacio Cárdenas, y con mis compañeros en la carrera, en todo lo que se relacione con el acercamiento comercial de España y Venezuela.

Afortunadamente, nunca han sido más cordiales nuestras relaciones, gracias al gran espíritu de confraternidad internacional que anima al General Gómez y al tacto sabio del actual jefe de la Cancillería, el doctor Pedro Itriago Chacín, quien es el mejor intérprete que ha tenido mi Gobierno en las grandes ideas de la causa.

Suena una campana invitándonos a abandonar el vapor y nos disponemos a despedirnos del Sr. Betancourt, quien a modo de encargo cordial, que con gusto cumplimentamos, nos dice:

Saludo en usted muy atentamente a la prensa de España y le ruego presente mis respetos a las autoridades de la provincia.

Cuando nos disponemos a ganar las escalas, pasa junto a nosotros el Sr. D. Antonio Vives, capitán del buque, y el Sr. Betancourt nos dice:

Excelente persona el capitán. Le estoy agradecido a sus muchas atenciones. Yo felicitaría a la Compañía Trasatlántica, por tener empleados como éste.

A poco partía el Buenos Aires, luciendo como una bandera gris su penacho de humo…

EDUARDO DE ORY

(Publicado en la Revista "España y América", 1 de Octubre de 1923).

lunes, 1 de julio de 2019

EL MAESTRO PADILLA DEDICÓ MARCHA "MARACAY" AL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ


El gran maestro español José Padilla de fama mundial.

En Venezuela, me trataron muy bien y regresé a Europa… Llevo para la próxima revista del Casino una marcha, "Maracay", que dedico al General Juan Vicente Gómez, el Presidente de Venezuela. Creo que será otro "Valencia".


Así se expresó el gran maestro compositor y pianista español José Padilla sobre Venezuela, al terminar su gira por América, en parte de una amena e interesante entrevista realizada por Braulio Solsona para la Revista "Mundo Gráfico" de España en 1930 que reproducimos a continuación.

Como se recordará, el 18 de mayo de 1929, se presentó en el Teatro Municipal de Caracas (Venezuela) el espectáculo del célebre maestro José Padilla, autor de la música de "La Violetera", "El Relicario", "Princesita", "Valencia" y muchas otras canciones inmortales. El maestro Padilla fue recibido con mucho cariño y admiración por el público venezolano. Quedó tan impresionado y agradecido del éxito conquistado en esta generosa tierra, que tuvo la gentileza de componer una marcha titulada "Maracay" que dedicó al Benemérito General Juan Vicente Gómez. Esa marcha, como señaló en su entrevista, sería interpretada en el Casino de París (Francia). 


EL AUTOR DE "VALENCIA" HA VUELTO DE AMÉRICA

"Los Corales" en el Pueblo Español. Azulejos sevillanos. Carteles de toros. Una reja florida. Unos barriles de dorada manzanilla. La cabeza de un toro que pasó a la historia porque lo mató Rafael "El Gallo" y porque su muerte le fue brindada a Titta Ruffo. Cante jondo en conserva—fandanguillos en gramófono—. Aceitunas aliñadas. Pescado frito. Danza de cañeros.

Y de un lado para otro, con el mantón ceñido al busto y flores en el pelo, Candelaria Medina, morena y malagueña, para dar, con su gracia, con su belleza, sabor y ambiente a aquel rincón de Andalucía.

Me alegro de verle—nos dice—, porque ahí dentro, en el patio, hay un paisano mío y amigo de usted.

Aún no ha acabado de decirlo, y en la puerta se recorta la silueta del maestro Padilla, que se deshace en los aspavientos de la efusividad meridional. El internacionalismo de su vida actual no ha quitado a Pepe Padilla ni el tipo de gitano ni el acento andaluz. Unos cuantos kilos y unas cuantas canas más es todo lo que observamos de nuevo en él. Por lo demás, signe siendo el mismo luchador, inquieto y optimista, que hace unos años conocimos en los escenarios barceloneses de zarzuela. El mismo; pero triunfador en París—y en el mundo—por obra y gracia de unas cuantas canciones famosas.

Padilla acaba de regresar de América. Vivía tranquilo y feliz en París. Tenía una fortuna. Le solicitaban las Empresas y los cantores y los artistas. Tenía lo que hubiera sido para cualquier otro la suprema aspiración. Pero Padilla es un temperamento inquieto, un incorregible trotamundos, y dejó París para tentar a la Fortuna en América. Un día reúne á veinte músicos y forma bajo su dirección una orquesta. Repertorio: Albéniz, Granados, música moderna de jazz y sus canciones. ¡Y a tierras americanas! Embarca en el Lafayette y llega a Cuba. Éxito. Pasa a Guatemala, al Salvador, a Costa Rica, a Panamá. Más éxito.

Se traslada a Colombia y gusta también mucho... Pero...En Colombia le ocurre un incidente desagradable, en el que se había de poner a prueba su temperamento de luchador.

Al contratar a sus músicos—15 franceses, 2 belgas, 2 españoles y 1 italiano—se estipula que en caso de producirse alguna diferencia se acepta como única jurisdicción la del consulado francés en el lugar donde la divergencia ocurra.

Surge la diferencia en Barranquilla con un músico belga. Y éste, en lugar de recurrir, según por escrito se había comprometido, al cónsul francés, busca los servicios de un abogado colombiano para entablar demanda ante los Tribunales del país.

Padilla, alegando la firma del contrato, cree que el asunto debe resolverse en el consulado francés.

Y cuando trata de salir del país, el abogado del músico, doctor Uribe Holguín, "le pone un arraigo" y Padilla queda detenido.

Pero, ¿fue usted á la cárcel?

Estuve mes y medio detenido en la Jefatura de la Policía Departamental contra toda justicia y toda razón, me pasé mes y medio preso.

Por haber querido eludir el "arraigo"—y eso que me había asesorado del ministro de España, Sr. Aristegui, que consideraba la razón de mi parte—y haber pretendido salir de Colombia, fui preso, y detenido estuve mes y medio.

¿Y qué solución se dio al asunto?

La que menos esperábamos. El ministro de España me aconsejó que nombrara abogado al letrado español García González, y éste, al estudiar el asunto, descubrió que adolecía de vicio de nulidad. El "arraigo" había sido firmado, en calidad de testigo, por un hijo del abogado Uribe Holguín, y mi abogado pudo demostrar que carecía de fuerza legal.

Saldría usted inmediatamente de Colombia, ¿verdad, Padilla?

Para no volver más. De allí pasé a Venezuela, donde me trataron muy bien, y regresé a Europa.

¿Qué proyectos tiene ahora?

Volver á América. Pero a los Estados Unidos. Voy en calidad de turista andaluz. Y de paso estudiaré lo del cine parlante, que creo va a revolucionar el espectáculo. Concretamente no sé si haré algo ni si hay algo que hacer...

Entonces, ¿abandona París?

¡De ninguna manera! Llevo para la próxima revista del Casino una marcha, "Maracay", que dedico al General Juan Vicente Gómez, el Presidente de Venezuela. Creo que será otro "Valencia"...Y en Enero he de estrenar una opereta en Marigny, ya que he perdido el tumo en los Bufos y en el Chatelet por estar en América.

¿Y en España?

Me quedo con las ganas. ¿No ve usted que los libretistas no se acuerdan de mí?...

Reportaje concluido. Despedida. Otro chatito. Esta ronda por mí. Ahora pago yo otra. Etc., etc...

Cuando quiera verme, ya lo sabe. Aquí me encontrará. A pesar de que soy internacional—dice Padilla sonriendo—, me tira mi tierra, y me encuentro mejor que en ningún sitio aquí, en este rincón andaluz del Pueblo Español.

BRAULIO SOLSONA

(Entrevista publicada en la Revista "Mundo Gráfico" de España, en 1930).




El gran maestro, pianista y compositor musical José Padilla Sánchez, nació en Almería (España), el 28 de mayo de 1889 y falleció en Madrid (España), el 25 de octubre de 1960.

Su padre se lo llevó de ayudante a su sastrería, pero al joven Padilla no le gustaba este trabajo y, afortunadamente, apareció pronto un personaje decisivo para él que modificó el curso de su vida: Eugenio Lloret, director de la banda de música de Infantería de Marina, quien, adivinando sus aptitudes, le propuso estudiar música con él.

En Almería actuó en el Casino y, ya por entonces, siendo tan pequeño, empezó a componer. Él mismo dirigió una obrita suya al frente de una pequeña orquesta, quedando claro que su vocación definitiva era la música.

Su primer desplazamiento a Madrid tiene lugar con 15 años, cuando su profesor de música, Lloret, recomienda el viaje a sus padres. Comienza sus estudios en el madrileño Real Conservatorio Superior de Música y pronto destaca su trabajo bajo la influencia de los grandes profesores que tuvo la suerte de conocer.

Visita los lugares de moda de esta época y se hace amigo de las personas que frecuentan estos lugares: militares, toreros, músicos, artistas. En 1906 lo contratan como director del Teatro Barbieri y presenta su primera obra de teatro: Socorro o la hija de Chispa, que se estrenó en Almería. De este mismo año es la zarzuela en un acto "¡Mala hembra!", con letra de D. Ventura de la Vega, estrenada en el Barbieri y en la que Padilla utiliza un tema popular de Andalucía: "El Garrotín". Dirigirá igualmente el teatro Martín, pero su gran ilusión es estrenar en el prestigioso Apolo, tan de moda por aquellos días, consiguiéndolo el 28 de noviembre de 1910 con su obra "Pajaritos y flores".

Realizó varios viajes sucesivos a Barcelona, donde llegó a tener residencia permanente durante largas temporadas. Descubre la ciudad gracias a su amigo Amadeo Vives, compositor; asiste a reuniones de ambientes teatrales, conoce al poeta Muntaner, al músico Pahissa, a grandes personajes como Ramón Casas, Pablo Picasso y otros, que luego se convertirían en admiradores suyos.

Los letristas Oliveros y Castellví le pidieron una música con ambiente taurino y Padilla compone "El Relicario" (1915), cuyo origen está en la afición que sentía Padilla por los toros, pues de pequeño acompañaba a su padre a las corridas. La estrenó la cupletista Mari Focela, pero quien la hizo famosa fue Raquel Meller, esposa del periodista Gómez Carrillo desde 1919.


La interpretación fue apoteósica. Esta obra constituyó un acontecimiento y traspasó las fronteras: se cuenta que el triunfo electoral de Eisenhower en 1952 estuvo acompañado por las notas alegres y sentimentales de "El Relicario". La canción entusiasmó tanto que se escuchó en todos los actos públicos de esa campaña. En París se vendieron 110.000 ejemplares del pasodoble y, según afirma D. Martínez Olmedilla, Padilla se compró un "château" en Francia.


A requerimiento de su amigo y letrista, Eduardo Montesinos, compuso "La Violetera" (1915), inspirándose en las floristas del Paralelo de Barcelona. La primera cupletista que cantó por esta canción fue Consuelo Portela (La Chelito); después lo hizo Conchita Ulía, "con traje goyesco, mantilla de madroños y los consabidos palillos"; la interpretación de Raquel Meller, en el Olympia de París, en 1919, obtendría un extraordinario éxito. La vedette Sara Montiel, en la película que lleva el mismo nombre, mimó la canción, ataviada con sus botas, falda de volantes y un cestillo de violetas. Charles Chaplin utilizó esta canción en su película "Luces de la Ciudad", en tiempos de cine mudo; más tarde, cuando llegó el sonido, la volvió a utilizar sin autorización, de modo que Chaplin, por sentencia judicial, se vio obligado a incluir el nombre de Padilla en los créditos de la película.

En 1934 compone la zarzuela "La bella burlada" basándose en los recuerdos de su estancia en la ciudad de Granada y la estrena en el Teatro Nuevo de Barcelona, actuando Padilla como director de la orquesta. Al día siguiente, la prensa felicita a los creadores.

Viajó por distintos lugares de Europa y América, que le ayudaron en su creación musical, ya que se relacionó con artistas de distintos ámbitos: escritores, músicos, pintores, artistas que forman parte de la Historia Universal del siglo XX.

Ciudadano del mundo, sus canciones son adoptadas por distintos pueblos, se universaliza. Buenos Aires, donde realizó numerosos viajes, también ejerció una fuerte influencia en su obra. Primero, como director de orquesta en la compañía de Úrsula López y alternando este trabajo con sus composiciones. La inspiración en Buenos Aires le sirvió para componer unos tangos: "Porteñita", "Vidalita", "Vieja herida", "Tango al corazón" y "El taita del arrabal", entre otros; este último, con letra de Manuel Romero, alcanzó tal éxito que es considerado como una tradición; lo han cantado distintos artistas, entre ellos, el gran Carlos Gardel.

En la ciudad porteña estrena la zarzuela "La corte del amor", en el Teatro de la Comedia (1916), con el tenor Tito Schipa. Allí conoció a los empresarios Emilio Losada, Fernando Rey y a los artistas de una compañía que venía contratada por estos empresarios, el matrimonio Ibáñez Menta con su hijo Narcisín (7 años). Dedicada al pequeño, compuso la obra "El príncipe Cañamón".

Sigue relacionándose con grandes personajes del mundo artístico: Miguel Ligero y Carlos Gardel, quien interpretaría varias canciones de Padilla. De su etapa americana también podemos destacar "Las burladoras", en la que, en un pequeño papel, actuó una jovencita que más tarde se convertiría en una gran vedette: Celia Gámez.

Por recomendación de Losada, Padilla viaja a París, ciudad donde más tiempo vivió, más éxitos cosechó, más dinero ganó, más homenajes se le rindieron y más atención le prestaron, quizás, el país preferido de Padilla y donde se consolidaría su fama de artista genial.

En París, Padilla se emociona y queda maravillado ante esta ciudad de las luces, por el ambiente bohemio que entonces allí se respiraba. Su música se escuchaba en los mejores locales parisinos, entre ellos, el Folies Bergère, el Moulin Rouge y el Casino de París. Padilla goza escuchando su música en estos lugares y sigue relacionándose con los artistas más importantes del momento: G. Gerswin, Picasso, Ortíz de Zárate. Ingresó como miembro de la Sociedad de Autores de París (SACEM). También era socio de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores).

El grandioso pianista y compositor José Padilla. 

Otra de las grandes canciones de Padilla fue "Ça c’est París", estrenada en 1926 en el Moulin Rouge por "La Mistinguette", alcanzando tal éxito que hasta se ofreció a Padilla la nacionalidad francesa, llegando a decirse que esta canción se ha convertido en emblema de París. En su anecdotario como canción puede citarse el que fuera tarareada por la mítica Greta Garbo en "Ninotchka", cuando recuerda en Moscú los placeres perdidos de la Ciudad Luz. Padilla vive a lo grande y tiene chófer, mayordomo y toda clase de servicio.

En Francia, los artistas más destacados son atraídos por su obra capaz de alcanzar las más sutiles formas de expresión del alma humana: Maurice Chevalier, Josephine Baker, la célebre intérprete y activista Yvonne George, Jane Marnac, Dranem, Gabaroche, Anna Fougez... Y especialmente Mistinguett, referente fundamental de la atracción popular y de intelectuales, Sacha Guitry, Richepin, Jean Cocteau a quienes frecuenta el propio Padilla, de hecho, al comenzar en París vive con el hijo del célebre académico, Tjarko Richepin, la fotógrafo Krull, la austriaca d’Ora, Paul Poiret, José Zamora, Rotschild, Foujita... La prensa dice que es "El compositor español, tan francés, tan parisino". José Padilla recibe los elogios de Maurice Ravel, Messaguer, Milhaud... Mistinguett califica a José Padilla como "Su favorito"Maurice Chevalier escribe que "nadie ha glorificado musicalmente París como José Padilla".

La artista Mercedes Serós quería una música con sabor a Valencia y pide a Padilla una de sus composiciones. El compositor piensa enseguida en el pasodoble de la revista "La bien amada", en la parte que canta el coro de los marineros o pescadores. Y Mercedes Serós cantó por primera vez en París esta melodía (1925). De esta forma nació la famosa Valencia, un pasodoble lleno de alegría y elegancia, con un sentimiento muy español y letra de José A. Prada. En las primeras semanas se llegan a recaudar 25 millones de francos. Pero quien verdaderamente hizo famosa esta canción fue la famosa cupletista Mistinguette, que la cantó en el Moulin Rouge logrando uno de los mayores triunfos internacionales alcanzados en su carrera artística. Después ha sido cantada por infinidad de artistas: Carlos Gardel, Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Hipólito Lázaro, etc. En Valencia se le rindieron distintos homenajes: un busto y una calle con su nombre.

Regresa a Madrid y estalla la Guerra, pero Padilla sigue trabajando y compone "Sinfonía portuguesa", como homenaje a su mujer, Lydia. En estos años realizó viajes a distintos lugares europeos: en Estambul conoce al filósofo, escritor y político León Trostky; visita Noruega, siempre acompañado por su mujer; y llega a Italia, donde conoce a otra personalidad de la música y al que admiraba: Puccini, bastante mayor que él. Aquí compuso la música para el cuento infantil de Pinocho.

La producción del compositor almeriense abarca distintos géneros: ballets, obras para piano solo, una obra para orquesta y coro, obras de acompañamiento, de carácter religioso, dos para música de cámara, dos óperas y diez operetas, varias zarzuelas, películas con música suya, obras para bandas sonoras, espectáculos, varias canciones... En la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) figuran 265 obras. Destacan en Padilla su asombrosa capacidad de improvisación, que sólo se encuentra en los músicos innatos.

Es una personalidad peculiar: viaja por el mundo acompañado de su piano y sus dos perros. Destaca su elegancia en el vestir, cosa nada extraña en el hijo de un sastre. Era muy exigente consigo mismo. Las mujeres de su entorno tuvieron gran importancia en su vida afectiva: la actriz Gloria Torrea; Rosa Oruechevarría, a la que conoció en Buenos Aires en 1916 y con la que se casó en 1917, aunque se separó de ella al año siguiente; la artista Adrianne Boissard, con la que vivió varios años; la cantante italiana Gabriela Bezanzoni, que estrenó en México "La gitana", una de las dos óperas de Padilla; Lydia Ferreira, cantante portuguesa conocida como "La Lusitana", con la que contrae matrimonio, el 8 de diciembre de 1934 y convive hasta su muerte.

En sus pocos viajes a Almería dejó siempre claro el cariño y el recuerdo que en todo momento había conservado a su tierra. En 1935, por acuerdo del Ayuntamiento, se le nombra hijo predilecto de Almería y compone un "Himno a Almería".

En 1942 viene a esta ciudad con su mujer y trae el prometido himno con letra del poeta y escritor almeriense José Mª Álvarez de Sotomayor. En 1946 Padilla llega unos días antes del estreno, ensaya, concede una entrevista en Radio Almería a Juan Cuadrado, prueba voces de grupos en la antigua Escuela de Artes (hoy Instituto Celia Viñas) y, por fin, el 29 de agosto, en la misma plaza de toros, dirigió su famosa obra "Valencia" y su "Himno a Almería", al frente de tres bandas de música: las municipales de Córdoba y Almería y la de la 1ª Legión de Tropas de Aviación, con la intervención de los coros almerienses. El día 31, en el despacho oficial del alcalde y con asistencia del Gobernador Civil y jefe provincial del Movimiento, se le entrega un artístico pergamino en el que consta el acuerdo municipal de nombrarle "Hijo Predilecto de Almería".

En 1944 compuso una obra dedicada a la memoria de sus padres, con un autógrafo dedicado al autor las tres letras, el poeta Bernardo Martín del Rey. Las tres canciones ("La ciudad novia", "Sueño oriental" y "Zambra Urcitana") son como un pequeño jardín en un bello desfile de melodías evocadoras de la dulce y delicada "Ciudad Novia", que es su tierra. Más tarde compuso el "Himno-Plegaria a la Virgen del Mar", con letra de Manuel del Águila, estrenado en Almería el 8 de abril de 1951.

El 25 de octubre de 1960, a las once de la mañana, se extingue la vida de José Padilla Sánchez de un ataque al corazón. Había vivido intensamente, su permanencia se recordará siempre a través de sus canciones: "Lírico creador de sueños", como lo llamó el periodista Luis González de Linares.

Su obra musical fue declarada por la UNESCO, el 22 de junio de 1989, de interés internacional.

El Auditorio Maestro Padilla, es un espacio escénico ubicado en la ciudad de Almería (España). Su nombre está dedicado en honor al músico almeriense José Padilla Sánchez. El auditorio fue construido por el arquitecto José Seguí y fue inaugurado, el 6 de mayo de 1992, por la Reina Sofía.

(Información biográfica tomada de Brotons Bernal, Mª. Carmen).