Expresivo gesto de simpatía hacia el
Uruguay, y de amor a las letras, del Presidente de Venezuela General Gómez.
(De El Imparcial, de
Montevideo).
Grato por todos conceptos, nos resulta consignar la noticia que nos llega
de Caracas, relacionada con el expresivo gesto del gobierno de Venezuela que
preside el General Juan Vicente Gómez, quien, por reciente resolución, ha
dispuesto la adquisición de una edición completa de los libros de nuestra
compatriota, la excelsa poetisa Juana de Ibarbourou, cuyas obras llevarán,
además, un bello destino: el de ser distribuidas en las escuelas públicas de
Venezuela.
La decisión del General Gómez, que habla tan elocuentemente de su delicada
espiritualidad, constituye no sólo una justiciera distinción para la autora de
“Raíz Salvaje”, sino que entraña también fundamentalmente, un alto homenaje
tributado a las letras uruguayas, y a nuestra República. Será por otra parte
indiscutido, que las páginas selectas de Juana de Ibarbourou, inspirando el
pensamiento de la niñez venezolana, han de contribuir eficazmente a que los
lazos fraternos que unen a las patrias respectivas de los grandes arquitectos
de pueblos, -Bolívar y Artigas, -se estrechen y entrelacen más cada día, el
estilo de nudo gordiano, que jamás cede.
El simpático gesto del gobierno venezolano, conquista merecidamente, el
aplauso del pueblo del Uruguay: por cuanto significa para una de nuestras
pensadoras privilegiadas, y más que nada, porque lleva en sí una innovación en
las expresiones afectuosas de dos pueblos que beberán el agua de una misma
fuente, y el sello nítido de cordialidad uruguayo-venezolana, digno de los
ideales del Supremo Libertador Simón Bolívar, y de quienes honran su memoria
siguiendo el luminoso derrotero trazado por el Padre de la América libre.
Es de esperar que los cultores del pensamiento, prosistas y poetas de
nuestra tierra, forjadores del espíritu, modeladores de almas, orgullo de
nuestra nacionalidad, tan sensibles siempre al culto del ideal, aquilaten en
todo su inmenso significado moral, la distinción del Gobierno de Venezuela, que
a todos ellos alcanza, y tributen a nuestros hermanos, los hijos de aquel
pueblo floreciente, el homenaje cálido de la gratitud nacional, suprema virtud
que es ley en cada corazón uruguayo.
¡A los intelectuales del país, cedo pues, gustoso, la palabra!
Angel Camblor.
(Publicado, el 26 de marzo de 1927).