viernes, 16 de diciembre de 2022

CENTENARIO DE LA MUERTE DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLĺVAR 1930


"Muerte de Simón Bolívar", obra realizada por el gran pintor venezolano Antonio Herrera Toro en 1889.

En la junta ordinaria inmediata, la Academia Nacional de la Historia se ocupó principalmente de la participación que se proponía tomar en la rememoración de la fecha de la muerte del Libertador, a cuyo efecto se puso en directa y constante comunicación con el Gobierno Nacional del Benemérito General Juan Vicente Gómez. Éste, desde el primer momento, auspició el propósito del Instituto, prestándole su valiosa ayuda material y moral. Gracias a ésta, la Academia llevó a efecto un programa de rememoración digno del intenso acontecimiento y el cual será memorable entre las solemnidades de este año centenario. 

Para los actos rememorativos, la Academia Nacional de la Historia promovió un Certamen Histórico-Literario entre escritores venezolanos con tema de libre elección de los autores, debiendo consistir en un Ensayo sobre la vida pública del Libertador, escrito en máquina, a doble espacio, en una extensión no menor de 25 hojas, ni mayor de 50. La Academia acordó un Premio Único, consistente en la cantidad de seis mil (Bs. 6.000) bolívares en efectivo, una Medalla de Oro anexa y Diploma caligrafiado, además de la publicación en folleto, por cuenta de la Academia, del trabajo premiado. Se dispuso, además, hacer la edición de la primera traducción al castellano, efectuada por acuerdo del Cuerpo, de la obra de Depons, "Viaje a la parte oriental de Tierra Firme", para ser distribuida en la fecha centenaria, y la edición de un número extraordinario del Boletín, que entre otras publicaciones de pertinente importancia, contendrá no menos de 160 páginas facsimilares del Discurso de Angostura. 

Bien que la Academia proyectó efectuar la Sesión solemne rememorativa el 17 de diciembre de 1930 y en el Teatro Municipal, el Gobierno Nacional, dispuso que aquélla fuese celebrada el 21 de diciembre de 1930 y en el Teatro Nacional, como en efecto se llevó a cabo. Ante una brillante concurrencia en la cual se distinguían Miembros del Poder Ejecutivo, Cuerpo Diplomático, Enviados Especiales, Individuos de Corporaciones Científicas y Literarias, artistas, periodistas, gremios obreros y un numeroso público, fue cumplido el programa elaborado, en el cual figuraban las recitaciones de un soneto escrito expresamente para la ocasión, por el poeta Eduardo Carreño, y de un fragmento de la oda al Libertador, del señor don Miguel Antonio Caro; lectura de la proclama de despedida del Libertador a los colombianos y de la proclama del General José Ignacio de Luque, Comandante de Armas de la provincia y plaza de Cartagena, en la que da a sus soldados la noticia de la desgracia del 17 de diciembre. El acto fue clausurado con palabras del académico señor Eloy G. González. El programa musical, cuya ejecución, dirigida por el Maestro Juan Bautista Plaza, mereció los más calurosos y frecuentes aplausos de la concurrencia, contenía la Marcha Fúnebre que se ejecutó en 1830 en el entierro del Libertador, obra del Profesor F. Sieyes, adquirida e instrumentada para la presente ocasión por el mencionado Maestro Plaza. 

Como estaba acordado, en esta ocasión fue entregado el Premio y sus anexos al autor del trabajo laureado entre once remitidos al Certamen y de los cuales separó la Academia, para su consideración definitiva, cinco que juzgó de mérito distinguido y cuyos títulos son como sigue: "El trono de Colombia", "Fracaso de Bolívar como político", "El Escritor y Civilizador", "Bolívar, su grandeza en la adversidad" y "Teorías bolivarianas sobre el Poder Moral". De éstos obtuvo el premio por mayoría, en votación secreta, el trabajo titulado "Bolívar, su grandeza en la adversidad", cuyo autor resultó ser el señor Ricardo Urbaneja. 

Para los actos que el Gobierno de Colombia celebró en Santa Marta el día 17 de diciembre de 1930, la Academia nombró por su Representante al señor doctor Eduardo Zuleta, a quien encargó una ofrenda para ser presentada allí, con la expresión de los íntimos y altos sentimientos de esta Corporación, los mismos que manifestó en el Panteón Nacional, al depositar una ofrenda de flores naturales ante la tumba del Libertador.

(Publicado en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia, N° 54. Abril - Junio de 1931. Caracas, Venezuela).