lunes, 28 de marzo de 2022

25 AÑOS DE PAZ. DIARIO "EL IMPULSO" DE BARQUISIMETO, 1928


Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.

DIARIO "EL IMPULSO", de Barquisimeto, Edo. Lara.

Directores: Federico Carmona, Jesús Carmona.

Jefe de Redacción: Dr. Juan Carmona. 

Barquisimeto: 21 de julio de 1928.

25 AÑOS DE PAZ

Hoy celebra la República sus Bodas de Plata con la Paz, con esa deidad providente y fecunda que da a los pueblos donde reina, los enormes beneficios del orden, el progreso y la abundancia.

Concertó esas bodas el Héroe de Ciudad Bolívar: el hombre fuerte que escribió, con el filo de su espada victoriosa, al tomar el último baluarte de la revolución, en la gloriosa ciudad que lleva el nombre de Bolívar, el epílogo de nuestras guerras fratricidas, cerrando con puerta de acero el ciclo de esas tristes contiendas que consumieron las energías de tantas generaciones; el hombre a quien la fortuna reservaba la fundación de la Paz, desde el 21 de julio de 1903, que marcó en nuestros anales la desaparición de aquel régimen caduco de los caudillos, triste remedo de épocas feudales, a cuyo amparo medraban la discordia y la justicia.

Envainó el Héroe la espada gloriosa de Ciudad Bolívar, y dedicó su vigorosa vida a la felicidad de la Patria. A ésta ha consagrado todos sus desvelos, que ha visto premiados con el bienestar de que ella disfruta, al amparo de esta sólida paz.

Si fueron copiosos los laureles de la guerra, no han sido menos abundantes los triunfos de la Paz. Surcada la República de carreteras, los venezolanos han logrado al fin el acercamiento fraternal que dificultaban las distancias; protegido el trabajo, los hombres de bien laboran y reciben el fruto de su constancia; saneadas las finanzas nacionales, el Erario atiende con próvida abundancia a todas las necesidades del país; satisfechos los créditos de la Deuda Pública, goza Venezuela de un vasto crédito exterior; confiados de la tranquilidad pública, los capitales acuden a desenvolver las vírgenes riquezas nuestras; y en donde quiera que se levanta una obra de importancia, allí está representado el nombre del General Juan Vicente Gómez, cuyas glorias se dilatan de año en año, a medida que crecen los bienes que la Republica deriva de su Administración.

Fiesta de paz, fiesta de sinceridad, es la que hoy celebra el pueblo venezolano; que ante la visión de la Patria próspera, próvido el arado, fecundas las campiñas, tranquilos los hogares, y al ver realizado el anhelo que soñaron otras generaciones, ha olvidado para siempre aquel cruento batallar que minaba la vida nacional.

"El Impulso" tiene en este día glorioso, su franca admiración para el Héroe de Ciudad Bolívar y hace votos por su importante salud; y se une al regocijo de todos los venezolanos para aclamar como Patrona de sus destinos a la Paz que conquistó en la ciudad gloriosa la espada victoriosa del General Gómez.

(Publicado en "El Libro de la Paz. La Prensa de Venezuela y del Exterior juzga la obra y personalidad del General Juan Vicente Gómez, Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, con motivo del Día de la Paz", escrito y compilado por P. L. Blanco Peñalver, Caracas, Tipografía del Comercio. Año 1929. Págs. 136-138).


viernes, 25 de marzo de 2022

PRENSA DE PUERTO RICO HABLA SOBRE VENEZUELA Y EL GENERAL GÓMEZ 1932

 

El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.

Interview que le fue hecha a nuestro Director por el viril Semanario "J’Accuse" de San Juan de Puerto Rico.

Interesante Entrevista – La Situación de Venezuela.

Lo que nos dice Gastón de Lis.

"El General Gómez es sencillamente ésto, a mi parecer, un cerebro demasiado equilibrado, un corazón gigantesco, abierto a toda obra de bien, y una envergadura a tono con ese cerebro y ese corazón". 

Aprovechando la corta estadía del conocido periodista puertorriqueño, Sr. Gastón de Lis, en esta ciudad, quien hace años reside en Venezuela, y es un decidido admirador de aquella gloriosa tierra, donde dirige una importante Revista ilustrada "Maracay Gráfico", tratamos de recoger sus impresiones, para llevarlas a nuestro semanario, y darlas a conocer a nuestros numerosos lectores.

Gastón de Lis es y ha sido en todos los momentos uno de nuestros más viriles periodistas, cuya pluma amena y galante ha autorizado bellas crónicas en todos nuestros diarios y Revistas, habiendo conquistado siempre en nuestra juventud intelectual un puesto de distinción. Hace años partió para Venezuela, país que defendió siempre, y sobre todo a su Gobierno progresista y ordenado, ya que él ha sido siempre un decidido amigo del Benemérito Gral. Juan Vicente Gómez, actual Presidente Constitucional de aquella gloriosa República hermana, a quien se debe el pujante desarrollo que ha sabido conquistar Venezuela en los últimos 24 años, donde el Ilustre Benefactor dirige tan sabiamente los destinos de la Patria de Bolívar. Gastón de Lis ha hecho fuertes campañas por Venezuela, haciéndole justicia a la obra cumbre del General Gómez, defendiéndole virilmente de todos sus enemigos gratuitos con su pluma cortante y sincera. Pero sus principales campañas fueron en Colombia, Santo Domingo y Puerto Rico, y en el periódico "Las Novedades" que se editaba en New York.

Después de un ligero cambio de impresiones con el viejo amigo y compañero, nosotros que como él somos amigos decididos de la obra grande del General Gómez, le destapamos a quema ropa la primera pregunta. 

¿Cómo está el General?

Perfectamente, con el corazón en la mano para repartir el bien a todas horas, y dispuesto a perdonar y a proteger a todos sus enemigos políticos, que más que, de él, son enemigos de su misma patria. El General Gómez es un hombre sencillamente extraordinario, cuyo cerebro y cuyo corazón están al servicio de la patria y de la humanidad. Su obra es la más grande realizada en toda la América, ya que su Gobierno no tiene otra norma que Orden, Paz y Trabajo. 

¿Cuál es la situación económica de Venezuela?

Indudablemente Venezuela ha sufrido algo en esta profunda crisis económica mundial, pero en relación al resto de los otros países del mundo, Venezuela tiene actualmente una brillante situación económica. Un país que gracias al equilibrio de su Gobierno y a la administración del General Gómez, ha podido, cuando todos los países empeñan su crédito, el salvarlo, no teniendo una sola deuda exterior, ya que gracias a un decreto especial del General Gómez el día del Centenario de la muerte de Bolívar, se saldó de un plumazo la vieja deuda externa que pesaba sobre Venezuela, desde los remotos tiempos de su emancipación.

Venezuela no tiene una sola deuda externa, y sus entradas sabiamente administradas dan para cubrir todo su presupuesto, quedando siempre un sobrante que se emplea en obras de progreso, en carreteras, en Instrucción Pública, en fomento, en darle trabajo a todo el mundo, para que haya pan y felicidad en todos los hogares. 

Dígame algo más del General Gómez.

De este gran hombre se puede decir tanto, y todo lo que se diga es siempre pálido al compararlo con la realidad. Para medir el valor intrínseco de este patriota, se necesita antes haber vivido algunos años a su lado, para poder apreciar en toda su magnitud su obra y recibir los reflejos de toda la grandeza de su alma. El General Gómez es sencillamente ésto, a mi parecer, un cerebro demasiado equilibrado, un corazón gigantesco, abierto a toda obra de bien, y una envergadura a tono con ese cerebro y ese corazón. 

¿Cuál es la característica principal del carácter venezolano?

La bondad, nos contesta sin vacilar el señor Gastón de Lis. El venezolano, prosigue nuestro viejo compañero, es leal y es bueno, es un enamorado de sus tradiciones y de su tierra, y en todo es siempre un hombre y un caballero. 

¿Y que tal del Caracas social y deportivo?

Caracas es sencillamente una ciudad encantadora, cuya cultura y hospitalidad es tradicional. Una bella ciudad, divertida y alegre, donde sus más bellas flores son sus mujeres. Y sobre deportes les diré que Caracas está hoy a la altura de cualquier capital del mundo, allí los deportes se desarrollan de una manera asombrosa. Actualmente, se celebra un campeonato de Baseball, en el que toman parte distintos clubs, formados por estrellas cubanas, puertorriqueñas, dominicanas y americanas. El entusiasmo es colosal. Se juega mucho Football, Volley-ball, Basketball, Tennis y toda clase de deportes. 

¿Es verdad que la última temporada hípica tuvo algunas dificultades?

En absoluto, la temporada hípica estuvo de lo más brillante, se cerró con un soberbio programa a beneficio de la Cruz Roja Venezolana. Desde luego en todo siempre hay descontentos, y éstos por lo general son los fracasados en sus propósitos no sanos. Del esplendor de esta temporada pueden hablar los jockies puertorriqueños que corrieron en aquel hipódromo, que todos regresaron contentos, y dispuestos a volver para octubre 12 que se abre de nuevo la temporada hípica. Por informe de algunos amigos jockies, en la próxima reunión del Jockey Club se propondrá como socios de honor a los gentiles caballeros y distinguidos deportistas Juan Vicente Gómez, hijo, y Florencio Gómez, de quienes recibieron todos los jockies puertorriqueños toda clase de gentilezas y cortesías.

Gastón de Lis nos sigue hablando con entusiasmo y con sinceridad de los jóvenes Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, quienes en todos sus actos son un brillante reflejo de la educación ejemplar que les imprimió su cariñoso padre, el Benemérito General Juan Vicente Gómez, padre también de esta Venezuela nueva, progresista y grande. 

(Entrevista publicada en la revista "Maracay Gráfico", N° 51, el 30 de julio de 1932).


sábado, 19 de marzo de 2022

EL DR. CONSTANTINE E. MCGUIRE DE VISITA EN VENEZUELA 1931

 

A la izquierda: El Dr. Constantine E. Macguire, eminente historiador y economista norteamericano, quien visitó Venezuela durante el gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez en 1931. A la derecha: El Dr. José Gil Fortoul, su anfitrión y presentador ante la Academia Nacional de la Historia.

El lunes 12 de octubre de 1931, la Academia Nacional de la Historia tuvo la honra y singular satisfacción de recibir en su seno al eminente escritor, historiador y economista norteamericano doctor Constantine E. McGuire, Correspondiente Extranjero de esta Institución. En sesión extraordinaria prestigiada por destacados elementos de las letras, política y finanzas, el doctor McGuire leyó su erudito trabajo sobre "Aspectos Históricos del Desequilibrio Económico Internacional", luego de haber sido presentado por nuestro compañero el doctor José Gil Fortoul, en representación de la casa. 

El acto se efectuó, por especial deferencia del Ministro de Instrucción Pública, doctor Rafael González Rincones, en el Paraninfo de nuestra Universidad Central. 

Reproducimos a continuación las palabras de presentación del doctor Gil Fortoul sobre quien por breves días fue huésped agasajado de la ciudad de Caracas. 

PALABRAS DEL ACADÉMICO DR. JOSE GIL FORTOUL 

"Nuestra República, entre sus hermanas latinoamericanas, se halla hoy en situación especial. Iba a decir privilegiada. Gracias, en parte, (del mal el menos) a que por su escasa población con respecto a su vasto territorio no cayó en fiebre de producción industrial, y se consagró preferentemente a la agricultura y a la explotación de productos naturales; gracias también a la prudente administración del Presidente Gómez, que en vez de apelar a exagerados empréstitos, prefirió rescatar la deuda externa". 

Señores Académicos :

Señoras, Señores: 

No subo ahora a esta dorada tribuna, que conserva para todos los universitarios recuerdos imborrables, a pronunciar otro discurso. Vengo a representar esta tarde un papel modesto, aunque muy honroso. 

El doctor Vicente Lecuna, mi Presidente en la Academia de la Historia, ha generosamente resuelto que sea yo quien presente aquí a nuestro colega de Academia, el sabio jurisconsulto y economista norteamericano doctor McGuire. Lo haré en palabras rápidas, porque el doctor McGuire no necesita muchas recomendaciones previas para interesar a su auditorio. Su nombre, sus estudios, su preparación técnica, son credenciales conocidas en todas partes. 

Graduado en la Universidad de Harvard, fue premiado por ésta con una beca para continuar sus estudios de derecho en Francia y España. Regresó a Washington a ocupar puesto distinguido en la Secretaría de Hacienda y con el Secretario Mc-Adoo colaboró en la organización de la Alta Comisión Interamericana. Figuró luego en el Directorio del Instituto Económico de los Estados Unidos. Publicó dos volúmenes sobre la situación económica de Alemania y de ltalia. Colaboró además, como redactor en jefe, en los cinco tomos de la obra monumental titulada "Historia del Catolicismo en los Estados Unidos". Y actualmente, en cuestiones de economía política internacional es uno de los expertos y consultores de mayor autoridad. Encuéntrase entre nosotros en viaje de recreo y de estudio. 

Por lo dicho ya veis que nuestro sabio huésped no trae el propósito de pedirnos dinero ni cooperación en ningún negocio. Viene a esta Academia, de la que es miembro correspondiente extranjero, a hablarnos de problemas que tienen hoy singular importancia. Va a discurrir sobre aspectos históricos del desequilibrio económico internacional, sobre causas de la crisis presente y sobre el problema internacional de los cambios. Todo ello desde el punto de vista puramente técnico. 

El mundo anda ahora, después de la gran guerra, dando traspiés, revolcándose con una suerte de epilepsia imprevista, arrastrado por un cataclismo que no lleva todavía trazas de aplacarse. Pero, tantas veces han sucedido cosas semejantes en la vida económica y en la vida política! En la vida política, a esos cataclismos les damos el nombre de revoluciones. En la vida económica los llamamos crisis. No se puede, sin embargo, vivir indefinidamente en revoluciones ni crisis. Al fin vuelve a establecerse un equilibrio más o menos estable y siguen viviendo las naciones en un movimiento más o menos rítmico. Creedlo. No se hundirá ahora nuestro mundo, como temen los que por tener turbia la vista lo ven todo negro. Se transformara! ¿Cómo? Díganlo, si pueden, los profetas y los hombres de ciencia. Esta vez, puede ser que se pongan de acuerdo. 

Nuestra República, entre sus hermanas latinoamericanas, se halla hoy en situación especial. Iba a decir privilegiada. Gracias, en parte, (del mal el menos) a que por su escasa población con respecto a su vasto territorio no cayó en fiebre de producción industrial, y se consagró preferentemente a la agricultura y a la explotación de productos naturales; gracias también a la prudente administración del Presidente Gómez, que en vez de apelar a exagerados empréstitos, prefirió rescatar la deuda externa, Venezuela pudo llegar a un resultado que parece muy simple, y no lo es: en vez de vivir de su capital, aventurándolo o despilfarrándolo, vivir de su renta, gastándola en las necesidades diarias, en multiplicar medios de transporte y en fomentar empresas reproductivas. 

Pero, al propio tiempo, no fuera prudente dormirse ahora en un optimismo inactivo. Todos hombres de Estado, comerciantes, agricultores, banqueros, industriales, pensadores y filósofos, todos nos vemos hoy obligados a estar sobre aviso, a observar con vigilante atención el presente malestar internacional, para que por inactividad nuestra no venga también el día menos pensado a arrastrarnos la cola del ciclón. Yo, optimista por temperamento y convicción, no lo creo ni espero. 

Un técnico eminente va a exponer aquí sus ideas y previsiones. Oídlo y reflexionad.

José Gil Fortoul.

(Publicado en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Tomo XV. N° 56. Octubre-Diciembre de 1931. Caracas, Venezuela).

 

martes, 15 de marzo de 2022

DR. JUAN VICENTE LARRALDE, DIRECTOR DE SANIDAD NACIONAL 1928


El doctor Juan Vicente Larralde, nombrado nuevo Director de Sanidad Nacional por el Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela. Año 1928.

Por disposición del Presidente de la República de Venezuela, Benemérito General Juan Vicente Gómez y Resolución del Ministerio del Interior, de fecha 31 de enero de 1928, fue nombrado el señor doctor Juan Vicente Larralde, Director de Sanidad Nacional.

El doctor Larralde, caballero de irreprochables antecedentes, es uno de los médicos más estudiosos, ilustrados y conscientes de la República. Se doctoró en la llustre Universidad Central de Venezuela, en cuyos claustros dejó el recuerdo decoroso de su circunspección, laboriosidad e inteligencia.

Fue Interno por Concurso del Hospital Vargas y allí demostró desinterés y filantropía. A su pericia científica y austero patriotismo fueron confiados cargos honrosos, tales como Medico-Director del Manicomio; Médico Militar del Castillo Libertador (Puerto Cabello); Director del Hospital Militar; Director de Instrucción Superior y Especial en el Ministerio de Instrucción Pública.

Últimamente fue reelegido Presidente de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela.

El nombramiento del doctor Larralde para Director de Sanidad ha sido recibido con general beneplácito en Caracas y en toda la República. Mucho se confía en la cultura, equidad y competencia del doctor Larralde en su amplio y trascendental radio de acción nacional.

Felicitamos afectuosamente al señor doctor Larralde.

(Publicado en la Revista "Élite", el 4 de febrero de 1928).


SERGIO MEDINA, DESTACADO POETA VENEZOLANO

 

Sergio Medina, el gran poeta aragüeño, de La Victoria, gloria de la literatura venezolana.

Con la muerte de este notable poeta pierde Venezuela uno de los típicos representativos de su parnaso.

Sergio Medina, iniciado en las Letras en los primeros años del presente siglo, por la sugerencia de sus poemas, forjados dentro de las normas clásicas del verso castellano, logró cantar con toda justeza los paisajes, las costumbres y bellezas de la región aragüeña de donde era nativo.

En "El Cojo Ilustrado" y en todas las demás revistas y periódicos nacionales, las producciones de Sergio Medina tuvieron puesto de preferencia, ya que en ellas se juntaban alto lirismo, originalidad, belleza y un infinito amor a nuestra tierra.

En 1913, publicó en la misma empresa editora de "El Cojo Ilustrado" su primer libro "Poemas de Sol y Soledad", que fue recibido con beneplácito, no sólo en Venezuela sino en España y en la América Latina.

En 1928, apareció en la Editorial Élite "Cigarras del Trópico", otra colección de admirables poemas, que dieron aún mayor renombre a su conspicua personalidad.

La tenaz enfermedad que desde hace algún tiempo minara lentamente su organismo y que lo llevó a la tumba, rompió sus ilusiones y no le dejó concluir otra obra que preparaba, intitulada "La Posada de la Estrella".

Sergio Medina ha muerto en la mitad del camino de su vida, cristianamente, y en los días en que las cigarras anuncian en los campos de su Aragua querida las primeras lluvias y la llegada de la Primavera, a la que tan admirablemente supo cantar.

Su sepelio, efectuado ayer en La Victoria, fue una imponente demostración del alto aprecio en que se le tenía y del pesar que en aquella ciudad y en toda la República ha causado su eterna partida hacia lo ignoto.

"Élite" hace suyo este duelo de la Poesía venezolana y acompaña en su dolor a la señora madre, hijos y demás deudos de Sergio Medina.

(Publicado en la Revista "Élite", el 8 de abril de 1933). 

 

"JUNTA PRO HOMENAJE SERGIO MEDINA"

El insigne poeta Sergio Medina, gran amigo y leal servidor del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.  

Por unanimidad de votos de la antedicha Junta, fue designado su Presidente Honorario, el Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República y noble propulsor de las letras nacionales. 

Con el noble propósito de rendir un homenaje a la memoria del poeta Sergio Medina, restado hace poco al grupo de la intelectualidad venezolana, se ha constituido una Junta Directiva en la ciudad de La Victoria, en la siguiente forma:

Presidente, Carlos R. Aponte; Primer Vicepresidente Trino Celis Ríos; Segundo Vicepresidente, Manuel Betancourt; Secretario, R. Yanes González; Subsecretario, Ángel Raúl Villasana; Tesorero, Cnel. Gregorio Vegas y Subtesorero, Ángel Meyer.

Por unanimidad de votos de la antedicha Junta fue designado su Presidente Honorario el Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República y noble propulsor de las letras nacionales.

Miembros honorarios: Dr. Rafael Requena, Dr. Samuel E. Niño, Cnel. Gonzalo Gómez, Teniente Cnel. Ignacio Andrade, Juan Vicente Gómez hijo, Florencio Gómez Núñez, Cnel. Benjamín Olivieri, Rafael Ángel Arráiz, Dr. Ramón Ignacio Méndez Llamozas, Cnel. Rafael V. Arvelo, Gral. Vincencio Pérez Soto, Dr. Juan Francisco Castillo, Dr. Julio de Armas, Dr. Antonio Alamo, Dr. Santiago Siso Ruiz. Dr. Fulgencio C. Carías, Dr. Carlos Siso, Dr. J. A. Vicentelli, Dr. J. A. Tagliaferro, Dr. P. E. Gutiérrez Alfaro, Dr. Luis Ramos Sucre, Dr. Nicolás Cárdenas Farías, Dr. L. Codecido, Dr. Pedro José del Corral, Dr. Franz Conde Jahn, Dr. Julio Consalvi; y Vocales: Pedro Brea, Carlos Bejarano García, Francisco de Paula Páez, Sanabria Méndez, Pbro. Marco H. Ferreira, Dr. Hilario Cabrera Díaz, Pbro. Dr. Gregorio Adam, Andrés Pacheco Miranda, J. M. Álvarez Jaramillo, A. S. Espinoza, Carlos Blank, Miguel Ángel Álvarez, Lucio M. Peralta, Aníbal Paradisi, Luis Alvarado, Alfredo Pacheco Miranda, Ángel S. Yoris, José Liserio Salas, Prof. Hermes Romero V. (Romis), Rafael C. Figuera, Héctor Álvarez Delgado, Miguel Villasana, Luis Ojeda Méndez, Luis Tovar Jiménez, Manasés Edo. Capriles, Daniel Villasmil, J. B. Arrechedera, Augusto Padrón, Humberto Blanck, Manuel Ochoa, José Miguel Ferrer, Alberto E. Michelena, Leoncio Martínez (LEO), Pedro Sotillo, J. A. Cova, Ángel Corao, Ramón David León, Manuel F. Rodríguez, M. Mirabal Ponce, Srta. Graciela Martínez Espino, Rafael Jiménez, Francisco Ramón Martínez, Fernando Bosch Landa, Luis Isidoro Rodríguez, P. R. Busnego Martínez, J. I. Iturzaeta, Cmdte. Edmundo J. González, Jesús A. Tenreiro, José Manuel Faverola, Fernando García Jiménez, Aguedo Felipe Vásquez, José Helímenas Barrios, Hugo Olivares, Candelario Matos y Guillermo Oviedo.

La Junta “Pro Homenaje Sergio Medina", puede contar con todo el concurso moral y material de "ÉLITE" en su justiciero objetivo.

(Publicado en la Revista "Élite", el 13 de mayo de 1933).


lunes, 14 de marzo de 2022

LA NEUTRALIDAD DE VENEZUELA EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL


La neutralidad de Venezuela no da lugar a sospechas como queda comprobado y ella será como hasta ahora un compromiso de honor para la Patria, cuyos destinos están confiados a la Causa de la Rehabilitación Nacional y cuya promesa de imparcialidad está respaldada por la voluntad enérgica del Jefe de esa Causa y por su palabra solemnemente empeñada, pues es bien sabido que la efectividad de las promesas del General Juan Vicente Gómez no se presta a dudas porque su noble corazón, su espíritu ecuánime y su brazo fuerte no son susceptibles a la debilidad y no se retractan ni vacilan jamás. 

Hemos permanecido neutrales, pero no es la nuestra una neutralidad sistemática que obedezca a fines egoístas o que sea la expresión de una indiferencia reprobable ante los sacrificios heroicos y la sangre derramada por aquellos pueblos. No; nuestra actitud en presencia de la lucha titánica en que se encuentran envueltas aquellas naciones es la que cumple a Venezuela, que no tiene demanda alguna que intentar porque no ha recibido agravios. 

El orden de cosas que discurre para Venezuela es plenamente normal debido a las previsiones incesantes del Benemérito Jefe de la Causa, General Juan Vicente Gómez. Si en lo político y en lo administrativo nada tenemos que desear porque todos los Poderes Públicos funcionan con perfecta armonía comunicando al organismo nacional salud y vigor que se exteriorizan en todo linaje de progresos, las iniciativas individuales han venido dando el máximo de sus esfuerzos hasta hacer eficaces el impulso bienhechor y la actividad insuperable de la ingente obra rehabilitadora. 

Un testimonio irrecusable de esta verdad lo tenemos en el pingüe producto que han dado nuestras cosechas desde que la palabra autorizada del General Gómez se dejó oír el 3 de abril del año próximo pasado para advertir a nuestros agricultores lo arduo que es el problema de las subsistencias en el presente período de serias dificultades y de acontecimientos terribles porque pasa el mundo entero. 

En efecto, nada hay que preocupe hoy más la mente de los hombres de Estado, nada que reclame mayor atención a los que gobiernan y a los que son gobernados como la amenaza de la escasez y hasta del agotamiento de los alimentos, consecuencia directa de la disminución de los brazos que laboran la tierra. Si los beligerantes tienen ante sí el fantasma del hambre pronto a tomar forma real para consumar la obra exterminadora de la guerra, los neutrales por un gran deber de solidaridad humana, y por los lazos que en el orden económico vinculan los pueblos tendrán que sentirse afectados de la desgracia común, y de ahí la necesidad en que estamos de mantener abastecidos nuestros graneros y en franca e incesante actividad nuestro mercado de artículos alimenticios. Ninguna de estas consideraciones se ha escapado al pensamiento atinado del General Juan Vicente Gómez, y es esa la razón por la cual, con palabras y con actos, está estimulando a sus compatriotas a efecto de que el hogar venezolano no llegue a carecer de pan y que pueda partirlo fraternalmente con quienes ocurren a él en esta hora trágica de la historia. Grasas, maíz y otros cereales hemos venido exportando para pueblos vecinos y estas exportaciones seguirán en aumento, porque mientras la voluntad enérgica y bienhechora del Jefe de la Rehabilitación Nacional influya en los destinos de la Patria, no estará ocioso ningún brazo. 

En paz hemos vivido con esas naciones y en constante trato de recíproca amistad y no sería justo que nos convirtiésemos en enemigos de ninguna de ellas. En tal virtud, esa fatal necesidad de la guerra no ha venido a solicitamos, pero esto no implica que seamos testigos mudos en la cruenta escena. Cada noble vida que se extingue en el fragor de las batallas, cada holocausto de bienestar y de riqueza que ofrendan con espartana virilidad aquellos pueblos amigos y cada hogar en luto, son dolores que conmueven a la familia venezolana y hechos de desinterés y de grandeza que sabemos admirar. Tampoco hemos asentido a que los beligerantes se aparten de las prácticas hasta ahora aceptadas en la guerra, porque juzgamos que mientras menos terribles sean los estragos de la lucha más se acercará el día de una paz estable, que es la meta de nuestras aspiraciones. 

VICTORINO MÁRQUEZ BUSTILLOS.

Miraflores, 27 de abril de 1918.

(Extractos tomados del Libro "Mensajes Presidenciales", Tomo IV, 1910-1939, Presidencia de la República, Caracas, 1971).

 

jueves, 10 de marzo de 2022

DISCURSO DEL DR. PEDRO MANUEL ARCAYA 1925


El Dr. Pedro Manuel Arcaya, Ministro de Relaciones Interiores, en el momento de pronunciar sus palabras de agradecimiento a los obreros de Caracas y al pueblo venezolano por el masivo acto de apoyo y cariño demostrado al Presidente de la República, Benemérito General Juan Vicente Gómez. Año 1925.  

DISCURSO

Señores:

El Benemérito General Gómez, Presidente de la República, nos ha honrado, al General Rafael María Velasco y a mí, designándonos para que lo representemos en este acto.

Así, pues, en su nombre, os expresamos que él acoge con entusiasmo la manifestación de adhesión a su persona y a la causa de la civilización por él representada, que hacéis en este día, bien llamado de la Paz, porque es el aniversario de aquel en que el General Gómez, hace 22 años, selló el proceso de nuestras guerras civiles librando la batalla de Ciudad Bolívar, última, hasta ahora, de las de importancia que registran nuestros anales, y que sin duda quedará siendo para siempre la postrera.

Alienta el patriotismo observar cómo el elemento obrero, los braceros, los jornaleros, los que viven del trabajo de sus manos, se han dado cuenta ya del funesto error en que antes incurrieron al prestarse a ser los soldados de revoluciones que no les interesaban, porque ellas no se proponían sino meros cambios en el personal de los Gobiernos, sin que jamás prometiese siquiera sus conductores ni mucho menos en modo alguno cuando triunfaban, la obra verdaderamente trascendental para el pueblo venezolano en que han debido empeñarse nuestros políticos, y no en pelear por exóticas teorías para encubrir ambiciones personales, a saber: el mejoramiento de las condiciones de vida de los obreros y jornaleros que constituyen, aquí como en todas partes, la mayoría, de modo se les presten plenas garantías, se fomente el progreso del país a fin de que logren ganar elevados salarios y así puedan practicar la virtud del ahorro, se les concedan facilidades para adquirir tierras y hacerse propietarios, o para iniciar cualquier pequeña industria y hacerse empresarios y se les estimule a que levanten con honra y dignidad sus hijos.

Mas, esta obra ha venido a realizarla, y la está realizando a cabalidad el Benemérito General Juan Vicente Gómez y en verdad que ella le ganará ante la posteridad el galardón más preciado entre los que ésta le adjudicará por los grandes bienes que le ha hecho a Venezuela.

Comparemos, si no el espectáculo de esta manifestación con el que en otras épocas presentaban los jornaleros de Venezuela. Ahora, obreros que me escucháis, os halláis contentos, tranquilos en el seno de la paz, asegurado vuestro bienestar con los altos jornales que percibís. Antes muchos de vosotros, o de vuestros compañeros de aquí mismo o del interior, andábais a cada momento huyendo de los reclutadores que querían forzaros al servicio de las armas para defender a efímeros gobiernos, atacados por bandas que se titulaban huestes revolucionarias; o bien estábais o estaban vuestros camaradas, incorporados a esas mismas bandas, y eran entonces las interminables correrías por los montes, hambrientos, semi-desnudos, comiendo escasamente de la propiedad ajena, muriendo a millares en oscuros campos de oscuras batallas, mientras que vuestros hijos sufrían indecibles penalidades en vuestros hogares abandonados.

Tristísimas escenas esas, que no se repetirán en Venezuela, porque el General Gómez cerró para siempre en la República el periodo de las guerras civiles, esto es el de la barbarie, y abrió la era definitiva del progreso.

Obreros: ya esas épocas funestas no volverán; pero nuevos problemas traerá consigo el progreso mismo que está haciendo irrupción en Venezuela. La creación de nuevas industrias entre ellas muy particularmente la del petróleo, suscitará cuestiones delicadas en las relaciones del capital y el trabajo. Ráfagas de tempestad soplan por el mundo. Hombres disociadores se han empeñado, en países extranjeros, en emplear la gran fuerza de las masas obreras para destruir la civilización actual, halagando a los trabajadores con el espejismo de otra civilización nueva que proclaman como más equitativa, pero donde han intentado poner en práctica sus doctrinas, sólo ruinas y desastres han causado, tenedlo presente, para que nunca os dejéis seducir por tales prédicas. Guardad como precioso tesoro vuestro buen sentido de las realidades, y apoyadas, como siempre, lo estarán vuestras aspiraciones por el Benemérito General Gómez, mientras ellas se encierren en fórmulas de justicia, vosotros seguiréis prosperando y haciendo más sólido vuestro actual bienestar.

Bien sabéis cuántas medidas benefactoras para el trabajo se han dictado ya, merced al influjo del Benemérito General Gómez, culminando en la abolición, mediante la última reforma constitucional, del odioso impuesto del trabajo personal.

Obreros de Venezuela: Tenéis razón en querer y sostener con firme decisión al hombre providente y previsivo que gobierna la República.

PEDRO MANUEL ARCAYA.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 22 de julio de 1925).