domingo, 28 de febrero de 2021

EL PRIMER VUELO SOBRE GUATIRE DE LA AVIACIÓN VENEZOLANA 1923


Guatire, 31 de julio de 1923. Ayer, a las 8 de la mañana fue gratamente sorprendida esta población al contemplar un hermoso aeroplano del Ejército Nacional maniobrando bajo los cielos del Distrito Zamora.

Los habitantes de Guatire se lanzaron a las calles y plazas a admirar la majestuosa nave aérea piloteada por el teniente venezolano Miguel Rodríguez, la cual apareció por la parte Este siguiendo hacia el Sur, torciendo luego por los aledaños de Guarenas para regresar hacia Higuerote, de donde siguió a Caracas.

Es la primera vez que aparece un aeroplano en los cielos de Guatire, pregonando la elocuencia maravillosa de los hechos: el porvenir de Venezuela bajo la Administración del General Juan Vicente Gómez, quien no desmaya en su obra de regeneración Patria.

Se comenta entre el pueblo y la sociedad de Guatire todo lo bueno que ha hecho el insigne Caudillo de la Paz por el bienestar de Venezuela.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 2 de agosto de 1923).

viernes, 26 de febrero de 2021

LA CREACIÓN DEL EJÉRCITO NACIONAL DE VENEZUELA POR EL GENERAL GÓMEZ

 

Ejército Nacional. Ejercicios en el patio central de la Escuela Militar. Año 1915. (Foto: Amitesarove).

LAS GRANDES OBRAS DEL GENERAL GÓMEZ

LA CREACIÓN DEL EJÉRCITO NACIONAL

Después de la Revista Militar del 18 de abril de 1915 queda plenamente demostrado ante todos, que nuestro Ejército ha pasado por una transformación completa, que para muchos ha sido una revelación. Cuando recordamos aquellas montoneras indisciplinadas y harapientas que constituían nuestro Ejército hasta hace poco y las comparamos con estas brillantes tropas de hoy, gallardas e imponentes, tenemos que reconocer que se está efectuando hoy en Venezuela una obra grandiosa por su trascendencia en el presente y para el futuro y también reivindicadora de nuestro buen concepto, puesto que borra ante propios y extraños una reputación de desorden y de absoluta indiferencia: esta obra es la creación de un verdadero Ejército.

Empleamos la palabra creación, y no otra porque ninguna expresa mejor la verdad: que la obra del General Juan Vicente Gómez en el Ejército Venezolano es netamente creadora y no de reformas, puesto que de la nada, o más bien, del más caótico desorden, él ha formado el Ejército del cual nos presentó una parte el 18 de abril, espectáculo que hace arder hasta en el corazón del más escéptico una llama de entusiasmo evocado por la visión de la Patria grande y fuerte; y hace renacer en las almas más indiferentes el recuerdo de lo que fuimos, pueblo libertador de naciones, y el anhelo de lo que podremos ser mañana, una vez lanzado nuestro país por una franca era de progresos.

Sin entrar en análisis que no son del caso y limitándonos únicamente a examinar de un modo rápido la obra de la reconstrucción del Ejército Nacional, encontraremos, entre otras cosas, que se le ha dado una organización muy adecuada y moderna al arma de infantería. Antiguamente se consideraba el batallón como la unidad táctica y administrativa y eran mandados hasta por generales. La creación de los Regimientos, la agrupación por Brigadas en los casos necesarios, y la división de los batallones en compañías y pelotones, siguiendo un orden de división y una proporción numérica muy bien establecida en las unidades, han modernizado nuestro sistema de organización.

El mando de las unidades, distribuido de acuerdo con el grado respectivo de los comandantes, establece un sistema ordenado que al mismo tiempo que garantiza a cada Jefe y Oficial una situación de acuerdo con su rango, permite que se efectúen los ascensos por escalafón y evita aquellos casos que se presentaban antes con tanta frecuencia y en que de ordinario se violaba la jerarquía, atropellando el derecho de antigüedad, y muchas veces el mismo mérito personal.

La artillería ha sido completamente reformada, pues apartando el pequeño grupo de Oficiales del arma que existía anteriormente y cuyos miembros se han distinguido siempre por su amor profesional, poco habíamos hecho en el desarrollo de esta arma; el material estaba descuidado y hoy se encuentra en excelentes condiciones de conservación y el personal de oficiales y tropas ha sido reorganizado por completo, pues el General Gómez ha comprendido la apremiante necesidad que tenemos de darle una estructura moderna a esta arma auxiliar, cuyas influencias son de un carácter decisivo en los combates y por lo tanto en el resultado de las guerras.

Ejército Nacional. Ejercicios de una Sección de ametralladora. Año 1915. (Foto: Amitesarove).

La caballería había desaparecido enteramente del ejército regular, si exceptuamos los pequeños cuerpos que se formaban especialmente para tomar parte en alguna celebración.

Hoy ocupa de nuevo un puesto en nuestro ejército el arma de caballería, heredera por tradición de aquellos escuadrones venezolanos que llenaron con el estruendo formidable de sus cargas victoriosas los campos de batalla de la Independencia y recorrieron vencedores las pampas de la América hispana.

Los servicios auxiliares del Ejército reciben el impulso necesario para que continúe su perfeccionamiento y a fin de que su labor sea de prácticos resultados.

Los servicios auxiliares llamados también de Estado Mayor han recibido en todos los países una atención esmerada, pues además de los ramos administrativos que permiten la actuación de las tropas de combate con todos los elementos indispensables a su buen funcionamiento, tales como municiones, subsistencia, sanidad militar, etc. hay que considerar de una manera especial los servicios facultativos que constituyen, digámoslo así, el alma y el cerebro de un Ejército.

La Inspectoría General del Ejército que fue en periodos anteriores una Oficina casi sin importancia, es hoy un Centro facultativo en el cual reciben impulso y dirección adecuados los ramos administrativos y técnicos del Ejército Nacional.

La Escuela Militar creada en 1910 por disposición del General Juan Vicente Gómez ha recibido la atención esmerada del Gobierno; en efecto, vemos que hasta la fecha, el personal de cadetes ha sido aumentado en dos ocasiones y la Superioridad se ha esforzado en sostener un plan de educación y de instrucción, adecuado a la época actual y a sus exigencias científicas.

A la fecha buen número de los oficiales subalternos de nuestro Ejército activo son graduados en la Escuela Militar y han probado en su mayoría que los esfuerzos del Gobierno por educarlos e instruirlos no han sido vanos, sino al contrario, muy provechosos.

Con la fundación de este Instituto ha puesto el General Gómez la piedra angular de nuestra regeneración militar.

Además, han sido enviados a Escuelas Militares extranjeras un número ya considerable de Oficiales, con el objeto de perfeccionar su preparación técnica; estos Oficiales han sido y seguirán siendo factores importantes en la obra emprendida.

Nuestro sistema de instrucción, que se reduciría anteriormente a mantener en el recinto de los cuarteles y bajo una presión desesperante a unas pobres víctimas inconscientes de sus deberes y de la alta misión que el soldado desempeña en el movimiento social de los pueblos, ha pasado de las más completa de las inactividades a un estado de laboriosidad notable, en que además de la cultura física, tan indispensable en el militar, se desarrolla de una manera progresiva el espíritu de disciplina, el conocimiento del arma, la noción del deber y, además, entre los Oficiales y clases, las facultades y responsabilidades del mando.

La precisión en los movimientos y la presentación esmerada son características de nuestro ejército actual, como ha podido ser apreciado por todos en las ocasiones en que se han presentado nuestras tropas.

Se han construido en diferentes puntos del país, polígonos de tiro, para la instrucción de las tropas de las diferentes guarniciones; dicha instrucción que es indispensable para desarrollar las aptitudes del soldado como elemento de combate, no existía en épocas anteriores, y es consecuencia de la actual obra de organización en la que no se omite esfuerzo para aumentar en todos los respectos la eficiencia de nuestro Ejército.

El juego, los abusos y especulaciones en el rancho, las imaginarias y todas las otras plagas de las épocas anteriores, que minaban el organismo militar, han desaparecido por completo, gracias a los esfuerzos del General Gómez por levantar la moral del ejército hasta colocarlo en el alto grado en que se encuentra hoy.

Si consideramos lo que se ha logrado desde el punto de vista social, veremos la radical transformación que se ha efectuado. Durante muchos años no tuvo nuestro uniforme sino escasa representación en la sociedad, siendo muchos de los que lo llevaban, individuos reacios y en muchos casos de conducta incorrecta. Actualmente el uniforme ha recobrado su prestigio de otras épocas y es con verdadero y legítimo orgullo que lo ostentan hoy elementos de todas las clases sociales, como cuadra a nuestro espíritu democrático.

Ejército Nacional. Casino de la Escuela Militar. Año 1915. (Foto: Amitesarove).

En este rápido esbozo solamente hemos querido hacer resaltar a grandes rasgos algunos de las muchas creaciones y reformas introducidas por el General Juan Vicente Gómez en la estructura militar del país, la cual se encontraba ayer en el estado de desorden y de descrédito más espantoso y que renace hoy de sus ruinas, estando sus cimientos fundados sobre una base inconmovible y fuerte de respeto, de abnegación y de honor.

Podemos, pues, esperar confiados en el porvenir, porque en él presentimos la obra grandiosa que representa la continuación de nuestra reforma militar, obra que involucra la salvación del país y que las generaciones presentes realizarán, bajo la experta dirección del Jefe de la Causa de Diciembre, y en la iniciación del segundo siglo de nuestra vida independiente, como desagravio a la memoria de nuestras más puras glorias, los Libertadores de América, que siempre conservaron en sus nobles corazones el amor a la Patria, que implica amor al Ejército, su verdadero guardián.

J. March Duplat

(Publicado en “El Nuevo Diario”, el 4 de mayo de 1915).


jueves, 25 de febrero de 2021

PROHIBICIÓN DEL PORTE DE ARMAS 1921

 

Cuerpo de Policía de Caracas.

Dentro de la Exposición del Gobernador del Distrito Federal Juan C. Gómez, el 13 de enero de 1921.

Las medidas tomadas para llevar a feliz ejecución la Ley que prohíbe el porte de armas han dado un resultado satisfactorio para todo el Distrito de mi mando. Con satisfacción he venido observando que día por día se arraiga más entre los ciudadanos la costumbre de no llevar armas al cinto, acentuándose así cada vez más, la obra civilizadora de pensamiento del Benemérito General Juan Vicente Gómez sobre el saneamiento moral de las costumbres ciudadanas.

Entre los documentos que os presento encontraréis la relación de las armas que han sido decomisadas tanto en el Departamento Libertador como en el Departamento Vargas, y como un acto de justicia he de expresar aquí, que en esta labor edificante, el Cuerpo de Policía ha tenido una eficaz y asidua cooperación, vigilante en todo momento para cumplir estrictamente las órdenes que a tal respecto se le han dado.

(Publicado en el periódico “El Nuevo Diario”, el 3 de febrero de 1921).

viernes, 19 de febrero de 2021

LA PALABRA DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ 1924

 


LA PALABRA DEL JEFE DEL PAÍS

El lenguaje oficial debe ser sobrio y sintético, de acuerdo con esta era de hechos positivos y no de hinchada palabrería.

 

De Maracay a Caracas, el 23 de julio de 1924. -Las 6 hs. p.m.

Señor doctor José Felipe Arcay.

Valencia.

Atento a todo cuanto se relacione con el carácter de seriedad que deben imprimir los actos oficiales en los hechos y en la forma, para que ajusten en los moldes de austeridad que he implantado en la República, he venido observando que algunos funcionarios públicos y los corresponsales de la prensa se prodigan en una literatura ampulosa, que le resta autoridad y circunspección a los Decretos, Resoluciones, cartas y telegramas que suscriben, retrogradando a épocas de triste recordación, que están lapidadas en la conciencia pública con los anatemas del desprecio y del ridículo.

En la era presente los hechos son más elocuentes que las palabras, y en esa virtud deseo que usted se dirija a todos los empleados y personas a quienes corresponda, para que acostumbren en lo sucesivo un lenguaje sobrio y sintético, de manera que no ocupen los órganos oficiales, el telégrafo y la prensa, comunicaciones kilométricas, que agotan a los pobres trabajadores y hacen sonreír a las personas que tienen el deber o la paciencia de leerlas.

Cordialmente lo saluda su amigo,

Juan Vicente Gómez.

Igual a los demás Presidentes de Estado, a sus respectivos nombres. 

Igual para coronel Miguel Uzcátegui. -Tucupita.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 24 de julio de 1924).


MEDALLA DE AGRICULTORES OFRENDADA AL GENERAL GÓMEZ 1924

 

Artística Medalla, ofrendada al General Juan Vicente Gómez, Benefactor de las clases agrícolas de Venezuela, el día 21 de julio de 1924, aniversario de la Batalla de Ciudad Bolívar, por la "Sociedad Cooperativa de Agricultores de Cañamelar de los Estados Lara y Yaracuy".


jueves, 18 de febrero de 2021

CIRCULAR DEL PRESIDENTE DE VENEZUELA JUAN VICENTE GÓMEZ 1929

 


GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ

PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA

"Sólo quiero el bien general, la aplicación justiciera de la Ley, la observancia de las garantías constitucionales, el respeto a la propiedad, y por sobre todo la protección al  hombre de trabajo y al obrero, pues sin la formidable y sana cooperación de estos elementos todo se paralizaría y la tierra, el hogar y las industrias llegarían paulatinamente a su ruina y a su empobrecimiento. En mi culto por la Patria yo veo en el hombre laborioso, en el honrado hijo del pueblo, al firme sostén de las instituciones y es por ello por lo que, en esta oportunidad, excito a los venezolanos a unirnos en un solo esfuerzo y a fomentar sinceramente el porvenir de esta nación gloriosa, cuna de nuestros mayores e hija muy amada del Libertador".

JUAN VICENTE GÓMEZ

(Circular del Supremo Magistrado de la República, dirigida a los Presidentes de los Estados, al ser promulgada la Constitución Nacional vigente). 


(Publicada en el Periódico "El Nuevo Diario", el 3 de marzo de 1929).


lunes, 15 de febrero de 2021

LLEGADA DE LA LÍNEA AEROPOSTAL A SAN ANTONIO DEL TÁCHIRA 1934



Momento del histórico aterrizaje del avión "General Páez" de la Línea Aérea Aeropostal Venezolana en el amplio Aeródromo de "Sabana de Jorge", en las inmediaciones de San Antonio del Táchira, el 3 de marzo de 1934.

Día de fiesta fue para los habitantes de San Antonio del Táchira y para muchos ciudadanos de poblaciones vecinas del mismo Estado, y de la fronteriza colombiana de Cúcuta, la llegada, el sábado 3 de marzo de 1934, del avión nacional "General Páez", dotado de motor Hispano-Suizo de 650 caballos, al Aeródromo de "Sabana de Jorge".

El aterrizaje fue saludado con música y vítores y durante muchas horas del mismo sábado y del domingo, 4 de marzo de 1934, el público pudo curiosear el poderoso aparato de la Compañía Aeropostal Venezolana, y su sólido y confortable interior.

 

El General José Antonio González, Presidente del Estado Táchira, y su Secretario General Doctor Antonio Pulido Villafañe, telegrafiando desde el Aeródromo de San Antonio al Benemérito Presidente de la República de Venezuela, General Juan Vicente Gómez, felicitándolo por la brillante inauguración de la nueva ruta aérea, de gran importancia comercial, política y social. (Foto: Cap. Gmo. Isea Chuecos). Marzo de 1934.

Los servicios semanales de la nueva Línea Maracay-Maracaibo-San Antonio del Táchira, en los aviones Laté titulados "General Páez", "Mariscal Sucre" y "General Urdaneta", se iniciaron el martes 6 y continuarán con periodicidad y seguridad suma.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 8 de marzo de 1934.)

 

La Compañía Aeropostal Venezolana, inauguró, con brillante raid Maracay-Maracaibo-San Antonio del Táchira, verificado con toda precisión y seguridad por el poderoso avión "General Páez", el sábado 3 de marzo de 1934, una nueva Línea de sus importantes y acreditados servicios. 

El aterrizaje del "General Páez" en el amplio Aeródromo "Sabana de Jorge", inmediaciones de San Antonio, constituyó un acto de insólito entusiasmo para los tachirenses, a cuyos intereses comerciales, deportivos y sociales, ha de favorecer mucho la nueva Línea Maracay-Táchira.

 

La presente foto, tomada instantes después de la llegada del "General Páez", piloteado por Gastón Chenú, y en ella aparecen, de izquierda a derecha: el Doctor Antonio Pulido Villafañe, Secretario del Estado Táchira, su gentil esposa Doña Asia Santana de Pulido, su primogénito niño Antonio Simón Pulido, el Señor Raúl Carrasquel y Valverde, Corresponsal de la Prensa caraqueña, la Señorita Germania Santana, y los Señores, Comandante Roberto Guerin, Director de la Aeropostal Venezolana, el General Pedro Alcántara Leal, Jefe de la Brigada N° 9, Doctor Enrique Molano Campusano (Cónsul General de Colombia en San Antonio) y el Coronel José María Pulido Villafañe. No figura en este grupo el Señor General José Antonio González, Presidente del Estado Táchira, quien también concurrió al Aeródromo de "Sabana de Jorge", acompañado de su honorable esposa Doña Alejandrina Colmenares de González. (Foto: Cap. Gmo. Isea Chuecos). 

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 8 de marzo de 1934.)

 

En la tarde de ayer regresó el "General Páez" a Maracay.

Avión "General Páez". Vía Boca del Río. -(Radio). -5 de marzo de 1934.

 

EL NUEVO DIARIO.

Gastón Chenú, piloto de la Línea Aeropostal Venezolana que condujo el avión "General Páez" en su vuelo inaugural Maracay - San Antonio del Táchira. Al fondo, el avión "General Páez". Año 1934.

En el avión de seiscientos cincuenta (650) caballos "General Páez" pronto emprenderemos el vuelo San Antonio-Maracaibo-Coro y Maracay. Deja inaugurado el servicio postal y de pasajeros, para todos los martes, esta nueva Línea de la Aeropostal Venezolana. Por deferencia del Director Guerin ha hecho cuatro (4) cortos vuelos de prueba y paseo con damas y caballeros de la sociedad tachirense.

En el Aeródromo "Sabana de Jorge" se encuentran reunidos, para despedirnos, los Sres.: General Pedro Alcántara Leal, Jefe de la Guarnición de la Frontera y sus ayudantes, venidos de Capacho; Doctor Humberto Senneete, Director de "El Nacional" de San Cristóbal; Señor Pablo Acuña, Miguel E. Cárdenas, Tesorero General del Estado, en representación del Presidente, General J. A. González; selecto grupo de damas y público entusiasta.

Anoche regresamos de San Cristóbal por excelente carretera. Fuimos muy obsequiados por el General González y el Doctor Pulido Villafañe. Vamos a bordo: los aviadores: Guerin, Chenú y Zafrané, Capitán Jurado, Doctor Acuña, el Radiotelegrafista Luis Chacón y este cronista. Se quedó en San Cristóbal, como Agente de la Línea Aeropostal Venezolana, el Ingeniero francés Cecilio Anzeau. En el Aeródromo nos despidió el activo Cónsul General de Colombia, Señor Enrique Molano Campusano. Levantamos vuelo a las ocho y treinta (8:30), hora local.

Raúl Carrasquel y Valverde.

 

Maracaibo, 5 de marzo de 1934.

EL NUEVO DIARIO.


El General Vincencio Pérez Soto, Presidente del Estado Zulia, quien ofreció un emotivo brindis por el Presidente de la República de Venezuela, Benemérito General Juan Vicente Gómez y sus hijos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez. 

El General Vincencio Pérez Soto, brindó por la salud y éxitos del Presidente de la República de Venezuela, Benemérito General Juan Vicente Gómez, agregando palabras cordiales en obsequio de los caballerosos hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, entusiastas auspiciadores de la Aviación Venezolana.

El avión nacional "General Páez" hizo un vuelo extraordinario desde el Aeródromo "Sabana de Jorge" (San Antonio del Táchira) a "Grano de Oro" (Maracaibo) con velocidad media de doscientos (200) kilómetros: hora y veinticinco minutos. Fuimos recibidos por el General Vincencio Pérez Soto, Presidente del Estado Zulia; Secretario General, Doctor Leonardi Villasmil; Coronel Florencio Chacón, Jefe de las Fuerzas; Coronel Néstor Maya, Gobernador de Maracaibo; Señor Francisco Ortega Cárdenas, Jefe del Telégrafo local; Coronel Pinto Salvatierra; Coronel Manuel Santander, Interventor de la Aduana; Coronel R. García Andrade, Jefe del Resguardo; Señores José Antonio Borges Villegas, Salvador Gimón y A. García Delepiani.

El General Pérez Soto invitó al Coronel López Ruiz y a los demás tripulantes del "General Páez" a un interesante paseo por Bella Vista y la ciudad, mostrándoles minuciosamente las grandes obras del Maracaibo Moderno, el Teatro Baralt (totalmente reconstruido), el Instituto de la Infancia (con su orfanato, clínica, etc.) el Instituto Profiláctico Antivenéreo, etc., etc. A las doce (12) el General Vincencio Pérez Soto nos invitó a un espléndido almuerzo en los salones del elegante Country Club y con frases de cálida sinceridad, brindó con champaña por la salud y éxitos del Presidente de la República de Venezuela, Benemérito General Juan Vicente Gómez, agregando palabras cordiales en obsequio de los caballerosos hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, entusiastas auspiciadores de la aviación venezolana y de los señores Coronel López Ruiz, Roberto Guerin, Director de la Aeropostal, y del periodista Raúl Carrasquel y Valverde, quien aprovecha para exteriorizar su leal gratitud al General Pérez Soto. Asistieron también al almuerzo del Country Club el Teniente Jesús Zafrané, el Radiotelegrafista Luis Chacón, el Doctor y Capitán Esteban Acuña, los Señores T. Mieres y C. C. McDermond. El Capitán Alfredo Jurado, a nombre del Director Guerin, respondió al hermoso brindis del General Pérez Soto. Ambos fueron muy ovacionados.

Dentro de breves minutos seguiremos en el "General Páez" para Coro, donde nos espera el General León Jurado, Presidente del Estado Falcón.

Estaremos de regreso en el aeropuerto de Tapatapa entre cuatro y cinco de la tarde de hoy. Seguiremos informando.

Raúl Carrasquel y Valverde.

 

NOTA DE "EL NUEVO DIARIO".

A las 4 y 30 de la tarde de ayer regresó el "General Páez" a Maracay, después de haber realizado magníficamente estos vuelos. Numeroso público se congregó en el aeródromo para dar la bienvenida a los distinguidos viajeros.

EL NUEVO DIARIO se complace en felicitar muy cordialmente a la "Línea Aeropostal Venezolana" por la manera brillante con que se han realizado estos vuelos inaugurales del servicio aéreo entre los Estados Aragua y Táchira.

(Publicado en el periódico "El Nuevo Diario", el 6 de marzo de 1934).


viernes, 12 de febrero de 2021

INAUGURACIÓN DE LA LÍNEA AÉREA MARACAY - SAN ANTONIO DEL TÁCHIRA 1934

 

El avión Laté "General Páez", de la Línea Aeropostal Venezolana, que inauguró ayer el servicio regular entre los Estados Aragua y Táchira. Este avión está equipado con motor Hispano Suizo de 650 H. P. y tiene para los pasajeros todo el confort de las modernas naves aéreas.

Este servicio inaugurado ayer abrirá mayor expansión a la Línea Aeropostal Venezolana, poniendo en comunicación rápida y directa al Centro con el Occidente de la República, nueva etapa de nuestro progreso material, que pone una vez más de manifiesto cómo se desenvuelven y prosperan todas las actividades nacionales al amparo del Gobierno que preside el Benemérito General Juan Vicente Gómez.

En la mañana de ayer salió de Maracay, rumbo a San Antonio del Táchira, el avión Laté "General Páez" de la Línea Aeropostal Venezolana en viaje inaugural del servicio regular aéreo entre Aragua y Táchira.

El avión piloteado por el experto aviador francés Gastón Chenú, salió del aeródromo de Maracay a las 6 de la mañana, llevando como pasajeros al Comandante Roberto Guerin, Director de la Compañía Aeropostal, Coronel A. López Ruiz, Director General de Telégrafos, Alfredo Jurado, Secretario de la Compañía, el escritor Raúl Carrasquel y Valverde y el Doctor Esteban Acuña.

La Línea Aeropostal Venezolana con este servicio inaugurado ayer, deja así establecidas las comunicaciones directas entre San Cristóbal, San Antonio, Encontrados, Maracaibo, Coro, Maracay, Caracas, San Fernando, Ciudad Bolívar, Guasipati y Tumeremo.


Cabina del piloto y mecánico del avión Laté "General Páez" de la Línea Aérea Aeropostal Venezolana que adquirió el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez. Año 1934.

El martes 6 de marzo de 1934, el avión que toca en Maracaibo, seguirá para Encontrados y San Antonio del Táchira, a donde llegará en las primeras horas de la tarde. Ese mismo avión saldrá de San Antonio del Táchira, el miércoles a las ocho de la mañana para Encontrados y Maracaibo y seguirá al mediodía para Coro y Maracay, a donde llegará a la misma hora de costumbre.

Los pasajeros que van de Caracas al Aeródromo de Maracay o viceversa, tendrán autos a la orden para llevarlos a sus respectivas casas.

Avión "General Páez". Vía Boca de Río. 3 de marzo de 1934. El Nuevo Diario. Caracas.

En magnífico avión Laté "General Páez" de la Línea Aeroposal Venezolana viajamos rumbo a San Antonio del Táchira, vía Maracaibo y Encontrados.

En avión venezolano "General Páez", piloteado por Gastón Chenú, volamos a dos mil (2.000) metros sobre Barquisimeto en primer viaje a San Antonio del Táchira.

Raúl Carrasquel y Valverde.


 

Comunicaciones radiotelegráficas sobre el vuelo, enviadas directamente desde el avión "General Páez" a "El Nuevo Diario", por Raúl Carrasquel y Valverde.


Maracaibo: 3 de marzo de 1934. El Nuevo Diario. Caracas. 

Avión "General Páez", de la Compañía Aeropostal Venezolana, bajo la competente dirección técnica del Comandante Roberto Guerin, Director de la Compañía, aterrizó en Aeródromo "Grano de Oro". Fuimos recibidos por el General Vincencio Pérez Soto, Presidente del Estado Zulia, Coronel Néstor Maya, Gobernador de Maracaibo, Coronel Florencio Chacón, Jefe de las Fuerzas Militares, y Señor Francisco Ortega Cárdenas, Jefe de la Oficina Telegráfica. Tras breve estada cordial, saldremos a las diez para Encontrados, almorzar en San Antonio del Táchira, última etapa del raid. Actúa de piloto el Señor Gastón Chenú, y de piloto auxiliar el venezolano Teniente Jesús Zafrané.

Raúl Carrasquel y Valverde.

 

Otro aspecto del interior del avión Laté "General Páez" de la Línea Aérea Aeropostal Venezolana, adquirido por el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez. Año 1934.


San Antonio del Táchira, 3 de marzo de 1934. El Nuevo Diario. Caracas.

Avión "General Páez" aterrizó en San Antonio a la 1 y 15 p. m.

En el Aeródromo esperaban el Presidente, General J. A. González, el Secretario General, Doctor Pulido Villafañe, el General P. Alcántara Leal, Comandante de la Brigada N° 9, el Coronel Concepción Ochoa, Jefe Civil del Distrito, y las gentiles Señoras Alejandrina de González y Asia Santana de Pulido y el Coronel J. M. Pulido Villafañe.

Gran recibimiento, numeroso pueblo, música, banderas y vítores.

Raúl Carrasquel y Valverde.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 4 de marzo de 1934.)


San Cristóbal, 4 de marzo de 1934.

EL NUEVO DIARIO.

Después de excelente aterrizaje avión comercial venezolano “General Páez”, en aeródromo San Antonio del Táchira, hábilmente piloteado por los veteranos Guerin y Gastón Chenú, fuimos invitados por el General José A. González, Presidente del Estado, a un suculento almuerzo en la rica finca “La Guadalupe”, de don Pablo Acuña, Presidente del Concejo Municipal. Asistieron: los aviadores Guerin y Chenú, el Señor Coronel Alejandro López Ruiz, Director General de Telégrafos y Teléfonos Federales, pasajero del “General Páez”; Doctor Antonio Pulido Villafañe, Secretario General del Táchira; las Honorables Señoras Alejandrina de González y Asia Santana de Pulido, Coronel Virgilio Angulo Rojas, Doctor Amenodoro Rangel Lamus, Secretario Privado del Presidente González; el radiotelegrafista aviador Luis Chacón, los Señores Isea Márquez, Bustamante y Coronel José María Pulido Villafañe, y otras valiosas personalidades de esta próspera región. 

Más tarde se improvisó un grato paseo a la fronteriza ciudad colombiana de Cúcuta. El Capitán Jurado, el Teniente Zafrané, el Doctor y Capitán de Ingenieros Esteban Acuña, quedáronse en el aeródromo de El Chao, Encontrados, para estudios técnicos y siguieron en la misma tarde de ayer a San Cristóbal por la vía férrea. 

El caballeroso Presidente General González nos invitó a trasladarnos a la capital tachirense y nos declaró huéspedes de honor, alojándonos en el magnífico Hotel Royal. Hoy efectuáronse varios festejos en nuestro obsequio, deferencia de los círculos oficiales, periodísticos y sociales de San Cristóbal. Está siendo objeto de merecidas y especiales atenciones el destacado servidor público Señor Coronel López Ruiz, nativo de San Antonio, cuyos coterráneos le obsequiaron anoche una lucida serenata. De madrugada saldremos para San Antonio y emprenderemos el raid de regreso a Maracay a las siete de la mañana, pasando por Encontrados.

En Maracaibo aterrizamos por corto tiempo como huéspedes del General Vincencio Pérez Soto, Presidente del Estado Zulia. Quizás hagamos breve estada en Coro y en la tarde llegaremos al Aeródromo civil de Maracay. Informaremos pormenores desde las alturas del “General Páez”.

Raúl Carrasquel y Valverde.

(Publicado en el Periódico “El Nuevo Diario”, el 5 de marzo de 1934).

 

jueves, 11 de febrero de 2021

IMPORTANTE INDUSTRIAL PUERTORRIQUEÑO OPINA SOBRE EL PRESIDENTE GÓMEZ Y SU GOBIERNO 1918

 

General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.

Interviú con el Presidente de la Asociación de Productores de Azúcar de Puerto Rico, Señor Ramón Aboy Benítez.

Tendencias del General Juan Vicente Gómez. El progreso y bienestar del país. Sus grandes iniciativas. Nuestro Desarrollo Industrial. Las Empresas Nacionales.

Cuantas personas visitan a Venezuela, ya sean hombres de negocios, artistas o simples viajeros en jira de placer, expresan de modo unánime sus buenas impresiones respecto a la situación del país, y especialmente acerca de los grandes progresos materiales que se han efectuado a impulsos del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Jefe de la Rehabilitación Nacional.

La obra realizada desde 1908 ha sido, en efecto una labor de modernización en todos los ramos de la actividad nacional, desde las espléndidas Carreteras y caminos que todos vemos, hasta los nuevos métodos de enseñanza que preparan el espíritu de las actuales generaciones para recibir el sacramento laico de la cultura intelectual.

El Nuevo Diario ha recogido con frecuencia las declaraciones hechas por importantes huéspedes que luego, ya en el exterior, han expresado sus opiniones con entera franqueza, y todas acordes en el sentido de alabar nuestro desarrollo económico.

La Prensa de San Juan de Puerto Rico, nos trajo por último correo una interviú publicada en el diario La Democracia, correspondiente al 20 de mayo de 1918, publicación de positiva trascendencia, porque recoge las opiniones de uno de los grandes industriales de la Isla, el señor Ramón Aboy Benítez, quien después de algunos días de permanencia en esta capital, regresó a San Juan a bordo del vapor americano Caracas.

El señor Aboy es un acaudalado propietario, dueño o consocio de numerosas firmas industriales y comerciales, especialmente en el ramo de azúcares: Presidente, fundador y principal accionista de la Cayey Sugar Co.; Presidente y principal accionista de la Córcega y de la Plata Sugar Co., fundador y expresidente de la Yabucoa Sugar Co. Y de la Arkadia Sugar Co.; Presidente de la Compañía Aboy, Vidal & Co. Inc. de San Juan de Puerto Rico, y de la Aboy y M. Hernández & Co. Inc. de Nueva York; Socio Gestor de la casa Bancaria Georgetti, Cintrón, Aboy & Co., ambas de San Juan, y por último Presidente de la Asociación de Productores de Azúcar de Puerto Rico. Por consiguiente, el señor Aboy, tratándose de asuntos económicos, es un testigo mayor de toda excepción, cuya palabra posee absoluta autoridad en la materia.

Interrogado el señor Aboy sobre la situación de Venezuela, reveló en todas sus contestaciones el mejor conocimiento de nuestra vida pública y económica, haciendo una clara relación de cuanto había observado con su buen criterio de hombre de negocios que estudia con sereno juicio las condiciones sociales, políticas e industriales antes de arriesgar capitales y trabajo en cualquier empresa.

Refiriéndose al Benemérito General Juan Vicente Gómez, a quien conoció en el propio campo, donde se consagra a dar el ejemplo de trabajo que transforma las industrias nacionales, el señor Aboy manifiesta muy atinadas opiniones, propias del hombre de negocios que sabe darse cuenta exacta de la utilidad y alcance de nuestras empresas. En cuanto a la personalidad del señor General Gómez, el señor Aboy le consagra justas alabanzas por sus tendencias patrióticas y eficaz impulso a las riquezas del país. Dice así:

“Tuve ocasión de tratarlo personalmente y encuentro en él a un hombre de claro criterio, de carácter franco y cortés, y de sus manifestaciones deduje claramente, que es altruista como pocos y que sus tendencias van encaminadas tan sólo al progreso y bienestar de su país. Es hombre de grandes iniciativas y ahora se ocupa con gran interés de fomentar en la rica región de Maracay, en grande escala, las siembras de caña, y otras industrias como la de ganado vacuno que se va mejorando y seleccionando con el cruce de otras razas que se importan, inglesa y americana. También la de ganado de cerda se fomenta en grado tal que actualmente el país cubre su consumo de manteca y tocino y se prepara para exportar. Las fábricas de queso y mantequilla que existen en relación con la riqueza ganadera están a la altura de las mejores del mundo”.

Luego continúa hablando, en general, de las empresas nacionales, que tuvo ocasión de visitar, y siempre en los mejores términos, como verá el lector:

“Precisamente tuve ocasión de visitar casi todas las fábricas que hay en el país y quedé muy bien impresionado, pues hay varias de tejidos, una de cemento, una de vidrio, varias de cerveza, una de mantequilla y quesos, una de papel y todas en general, tienen maquinarias modernas y trabajan a toda su capacidad. En Puerto Cabello hay una fábrica de carnes refrigeradas con capacidad actualmente para 250 novillos diarios y después de terminadas las modificaciones que están haciendo, (será en junio próximo), podrán matar 500 novillos. Todas las carnes las tienen comprometidas en Inglaterra, y tal negocio lo explota una compañía inglesa que tiene fábricas también de igual índole en Buenos Aires”.

Al interrogársele sobre cuestiones de política exterior venezolana, las cuales, entre nosotros como en todo el mundo, han adquirido una importancia capital con motivo del estado de guerra que envuelve a tantas naciones, el señor Aboy se mostró también informado de los propósitos del Jefe de la Nación, como de sus miras administrativas, de modo que pudo contestar con toda precisión y en perfecto acuerdo con el espíritu de absoluta neutralidad proclamado legalmente y mantenido en la práctica por nuestro país. Buen observador y espíritu desinteresado, el señor Aboy pasa en revista la situación general de la República, destacando en cada ocasión las excelentes condiciones en que se desarrolla nuestra vida pública, garantizada por un Gobierno patriota y por la estabilidad de las instituciones que resulta de la armonía entre el Poder y los ciudadanos, empeñados unos y otros en una obra común de esfuerzo colectivo que se dirige a un fin único de progreso y cultura nacional.

(Publicado en el Periódico “El Nuevo Diario”, el 31 de mayo de 1918).

lunes, 8 de febrero de 2021

MANIFESTACIÓN DE SIMPATÍA DE CURAZAO AL GENERAL GÓMEZ EN 1934

 

Del Sr. Helfrich, Ex-Gobernador de Curazao, al Benemérito Sr. General Juan Vicente Gómez, con motivo del 25º Aniversario de la Rehabilitación Nacional.

(TRADUCCIÓN)

Real Legación de los Países Bajos. –Número 50. –Caracas: 15 de enero de 1934.

Señor Ministro:

El antiguo Gobernador de Curazao, Sr. Helfrich, ha solicitado mi mediación a fin de expresar al Presidente de la República, Benemérito General Juan Vicente Gómez, sus sentimientos de simpatía, con ocasión del 19 de diciembre último, fecha conmemorativa de los 25 años de la Rehabilitación de la Nación.

El Sr. Helfrich, me ha escrito en los términos siguientes:

“Me permito solicitar amistosamente de usted que tenga a bien ser mi intérprete para ofrecer al Presidente Gómez con ocasión del vigésimo quinto aniversario de su Gobierno, mis más cordiales felicitaciones. Su Excelencia puede estar siempre convencido de mi interés por el simpático y enérgico pueblo de Venezuela, que bajo la administración tan firme, activa, sabia e insuperada de su Excelencia ha sabido conquistarse un puesto tan prominente entre las Repúblicas suramericanas. Quisiera expresar también la esperanza de que Su Excelencia se conserve muchos años más al frente de su país y pueblo, para su progreso, orden y paz. Siempre conservo el más grato recuerdo de la generosa, cordial y hospitalaria acogida que me fue preparada cuando estuve en su país, y que ha sido un punto luminoso durante mi corta administración en el inolvidable Curazao. Le anticipo las gracias muy cordiales por su amable servicio”.

Al solicitar a mi vez la amable mediación de Vuestra Excelencia para transmitir los sinceros votos del Sr. Helfrich a Su Excelencia el Sr. Presidente de la República, aprovecho la oportunidad para renovar a Vuestra Excelencia las seguridades de mi más alta consideración.

D`Artillac Brill.

A Su Excelencia el Señor Doctor Pedro Itriago Chacín, Ministro de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos de Venezuela. 


Residencia del Gobernador, hermosa vivienda de típico estilo holandés, que sirve de morada a la primera autoridad de la vecina antilla holandesa. Año 1934.

Estados Unidos de Venezuela. –Ministerio de Relaciones Exteriores. –Dirección de Ceremonial y de Cancillería. –Número 102. –Caracas: 23 de enero de 1934.

Señor Ministro:

Tengo a honra avisar a V. E. el recibo de su atenta nota Nº 50, fechada el 15 del presente mes, trascriptiva de la comunicación que el Sr. Helfrich, antiguo Gobernador de Curazao, ha dirigido a V. E. solicitando su mediación para expresar al Sr. General Juan Vicente Gómez, sus sentimientos de simpatía con motivo del vigésimo quinto aniversario de la Rehabilitación Nacional.

En respuesta complázcome en comunicar a V. E. que ya he hecho del conocimiento del Supremo Magistrado los términos de la nota que me honro en contestar.

Válgome de la oportunidad para reiterar a V. E. el testimonio de mi alta consideración.

Pedro Itriago Chacín.

Al Excelentísimo Señor W. G. E. D`Artillac Brill, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de los Países Bajos. 



sábado, 6 de febrero de 2021

CARTA DEL ARTISTA FRANCISCO NARVÁEZ AL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ, 1928.


El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, fue siempre protector del Arte en Venezuela, como bien expresó el gran pintor y escultor margariteño Francisco Narváez en su correspondencia de fecha, 19 de mayo de 1928.


Caracas: 19 de Mayo de 1928.

Señor General

Juan Vicente Gómez

&.&.&.

Maracay.-

Muy respetado General:

Saludo a Ud. muy atentamente.

Tengo especial placer en regalarle una escultura “La Criolla” pertenecientes a los trabajos que en el mes pasado exhibí en el Club Venezuela y cuya Exposición ya clausuró.

Como Ud. mi respetado General, ha sido siempre protector del Arte en Venezuela, y no tengo a nadie con que contar para un viaje de perfeccionamiento que pienso hacer a Europa, yo le agradecería altamente que Ud. me ayudara con lo que Ud. crea conveniente para poder satisfacer mis aspiraciones.

En espera de ser favorecido con una grata contestación me suscribo, atentamente,

Su apreciador y amigo,

Francisco Narváez.

Dirección: Abanico a Socorro Nº 29-5.

La inmediata aprobación del Presidente de la República, Benemérito General Juan Vicente Gómez, no se hizo esperar ordenando: "Ir Europa perfeccionar pintura", como aparece escrito en la parte superior derecha, de su puño y letra, en la misma carta enviada por el artista.

"La escultura va por encomienda". (Escrito a mano por el pintor y escultor venezolano Francisco Narváez, en la parte inferior de la carta).


POR LOS ESTUDIOS DE NUESTROS PINTORES

FRANCISCO NARVÁEZ

El gran maestro venezolano Francisco Narváez en su taller artístico. Año 1932.

En los primeros meses de 1932, Francisco Narváez, que ya tenía dos años por los centros artísticos de Europa, volvió a Venezuela. Regresó por una necesidad espiritual que le imponía su preocupación de trabajar sobre los elementos americanos y particularmente venezolanos. Porque Narváez no fue a Europa a comprobar las lecturas que había hecho en América de lo europeo. Fue más bien sin lecturas y en los dos años de su permanencia vio las bellezas de Francia y España.

Pero con otro tiempo más en Europa presentía la desintegración de sus elementos vitales congénitos. Ya lo estaba pavorizando el futuro de no sentirse americano ni francés. Cuando, sin darse cuenta, se hubiera inhibido en el paisaje extranjero y su pincel se llenara de colores untuosos y languidecientes de los pinos, mientras el corazón y los bíceps fueran todavía salvajes y bravíos.

Expuso en los salones de arte europeo telas y esculturas de motivos venezolanos. Del propio París envió una exposición que se realizó en Caracas de asuntos también venezolanos. Era como para conservar vivas sus potencialidades americanas. En los museos y en los salones estaban todas aquellas maravillas del arte milenario. Testimonios del genio  clásico, que llegó a su más alta realización cuando se hurgó la propia entraña y sacó, viviente siempre, la esencia de las cosas.

Francisco Narváez ante una de sus obras pictóricas. Año 1932.

Llegó a Caracas y empezó a construirse un estudio. El mismo armó los ladrillos ligándolos con cemento. Allí en el traspatio de una casita obrera de Catia, 5 m. x 3 m. Un alto de dos metros le sirve de dormitorio. Con unas tablas de cajones se fabricó los muebles: un diván, dos poltronas, una mesa, una caja donde guarda los vestidos y que le sirve de soporte para sus esculturas. Y a la cabeza del diván, dos tablas tiradas a lo largo contienen algunos libros.

Era el refugio necesario para sus horas de trabajo. En las horas cansadas de doblarse a pegar ladrillos, se internaba entre la naturaleza y de allá traía un pedazo robado del paisaje de los alrededores. Pero ahora volvía con nuevos bríos a continuar pegando ladrillos. Hasta que al fin un día quedó encerrado entre aquellas paredes. Entonces sojuzgó la luz que debía entrar en su estudio por el techo y por las paredes, a través de unos vidrios y graduada por un juego de cortinas. Así tiene luz hasta las siete de la noche.

Y en este estudio, Francisco Narváez vive trabajando. Cuando no pinta, cincela el mármol en bajos y alto-relieves, o hace esculturas en madera.

Durante el mes de julio hizo una exposición en el "Ateneo de Caracas": algunos 70 trabajos. Vendió 900 bolívares. Pero fue la primera exposición de motivos venezolanos, vistos con los ojos de las nuevas tendencias, no para asombrar a los que no hayan viajado a Europa, ni por considerarnos todavía indios del descubrimiento y a quien cambian baratijas por pedazos de oro. Sino para aplicar el nuevo sentido de la vitalidad y de la humanidad a los elementos que entre nosotros permanecen desechados por lo extranjero, por las repeticiones de los motivos explotados en épocas anteriores. Tampoco representa esa pintura de Narváez desparpajo, ni pedantería. Por el contrario se le ha encontrado una gran dosis de ingenuidad. La impresión primera es de que ojos infantiles han visto aquellas cosas. Una tarde entraron a la exposición cinco niños, hembras y varones, con sus libros y bultos en las manos. Y empezaron a ver los cuadros con una contagiosa alegría, con la desenvoltura de la escuela y como si aquellos cuadros fueran de un compañero de clase. Y durante largo rato se detuvieron frente a "La Conquista", con los brazos echados sobre los hombros. Lo mismo hicieron ante "La Lectura". Después que los niños se fueron, Pablo Rojas nos dijo que Narváez debía hacer las pinturas murales de las escuelas venezolanas.

Narváez, el magnífico pintor y escultor, trabajando en su taller. Año 1932.

Yo gozo ante los cuadros de Narváez por lo que tienen de ingenuos, de alegres. Parece una pintura que le maquillara a uno las tristezas, me decía una tarde Marcos Castillo.

Pero a Narváez ya le están faltando telas, y hace tiempo que no trabaja en mármol. Ha borrado algunas composiciones para hacer nuevas obras. Ahora está trabajando más los asuntos, profundizando más el plano de las telas, buscando más tonos en las superficies y enriqueciendo sus cuadros de color. En los últimos retratos y paisajes se nota una evolución de su planimetrismo anterior hacia un mayor tratado y estudio del fondo por los tonos y el dibujo. Seguramente esto lo ha adquirido de los últimos retratos hechos y por ello Narváez debe trabajar largo tiempo con modelos y con la naturaleza.

Yo creo que así se enrumbaría definitivamente por la escultura, que es para nosotros su instrumento de expresión artística. 

Julián Padrón.

(Publicado en la Revista "Élite", el 27 de agosto de 1932).