El insigne Maestro venezolano Vicente Emilio Sojo, dirigiendo la magnífica agrupación coral del Orfeón Lamas.
El maestro Vicente
Emilio Sojo, inició sus estudios musicales en Guatire, su lugar de nacimiento,
con Régulo Rico, entonces maestro de capilla en esta ciudad. Hacia el año 1906
se trasladó a Caracas. A comienzos de 1910 ingresó como alumno a la cátedra de
armonía del Instituto de Bellas Artes; el titular de esta cátedra era entonces
el maestro Andrés Delgado Pardo. Salvo algunas clases fundamentales del maestro
Delgado Pardo y luego del presbítero Calixto González, la formación musical de
Sojo prosiguió básicamente de forma autodidacta. En 1921 se encargó de la
cátedra de teoría y solfeo de la Escuela de Música y Declamación.
A
Vicente Emilio Sojo se le considera como el gran propulsor de la vida musical
de Venezuela. Su temple espiritual se revela en la sólida formación musical que
adquirió. Su decidido esfuerzo por elevar
el nivel musical del país lo llevó, con la colaboración, iniciativa y participación
activa de otros músicos, a la creación de instituciones fundamentales para el desenvolvimiento
de actividades musicales: el Orfeón Lamas (1928) y la Orquesta Sinfónica
Venezuela (1930), durante el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez. Ambas
agrupaciones, las más importantes del movimiento musical moderno en Venezuela, fueron
instituciones centrales en la vida musical del país.
Considerado
como el maestro de la Escuela Moderna venezolana, bajo su tutela se formaron
los compositores que conformaron la Escuela Nacionalista de Composición. Sus trabajos
de composición abarcan los géneros de música religiosa, coral y de cámara. Con
sus madrigales y canciones corales, Sojo determinó, de cierta manera, un rumbo
estético que fue modelo para sus discípulos.
Sojo
también realizó labores de musicólogo: recopiló, armonizó y publicó más de
doscientas canciones del acervo popular y folklórico del país. Indudablemente,
es Sojo quien más ha hecho por difundir los valores musicales venezolanos, por
darle status internacional, por hacer sentir su presencia en el mundo occidental.
LOS MÉRITOS DEL MAESTRO SOJO
Excelente caricatura de Vicente
Emilio Sojo, realizada por Alberto Egea López en 1935, representando la figura
del notable compositor y director del “Orfeón Lamas” y de la “Orquesta Sinfónica
Venezuela”, magníficos conjuntos musicales.
La
“Sinfónica Venezuela” dará su primer concierto el 24 de junio de 1930 en el
Teatro Nacional.
¿Quién
se nos presenta al frente de ella como Director?
Vicente
Emilio Sojo.
¿Quién
es Sojo?
Hay
quien al verlo de lejos, estímalo soberbio y como hinchado de sí mismo; pero
conocido Sojo de cerca y penetrado dentro de sus obras, se le encuentra ingenuo
y claro como un niño. Sojo se recrea con la música como un niño que juega con
los pequeños objetos, ligera ilusión de su tierna edad.
Y
es Sojo tan ingenuo, que, al verse entregado al trabajo, los cantos de nuestra patria
le dan la primera inspiración para sus obras, y con ese germen virginal su música
se vuelve viva, luminosa, fresca, y su imaginación se intensifica en
construcciones valiosas y exuberantes. El canto nuestro en manos de este
compositor se convierte en esencia fulgurante, propia de aquella su espléndida
musicalidad.
Una
de las obras maestras de Sojo es la “Misa breve a tres voces oscuras” ejecutada
el Jueves Santo en Catedral; y su música vernácula empezamos a oírla en el Orfeón
que prepara. La radiante fulguración de nuestro artista nos da el
presentimiento de la próxima y definitiva plenitud de la moderna música venezolana.
(J. L. Llamozas. Caracas, junio de 1930).
CARTAS DE VICENTE EMILIO SOJO AL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ
El Maestro Vicente Emilio Sojo, Fundador y Director del Orfeón Lamas (1928) y la Orquesta Sinfónica Venezuela (1930), durante el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez.
ORQUESTA SINFÓNICA VENEZUELA
CARACAS – VENEZUELA
Caracas, 30 de Abril de 1931.
Señor General Juan Vicente
Gómez.
Comandante en Jefe del
Ejército Nacional.
Maracay.-
Respetado
General:
Una
verdadera consecuencia de nuestro movimiento cultural ha sido la formación de la Orquesta Sinfónica
“Venezuela”, organización que está situada en el vértice de nuestros exponentes
musicales. Dedicada a la interpretación y divulgación de las obras de los
clásicos, su rápido desarrollo nos hace posible asegurar un futuro ambiente
esencialmente venezolano.
Sin
embargo, como todo organismo social nuevo, se encuentra sometido a pequeñas
contingencias que entorpecen su completo desarrollo. Mucho más si se toma en
cuenta el crecido número de profesores que la integran, que ya sobrepasa la
cifra de cincuenta.
Hemos
acudido a Ud. porque tenemos la seguridad de que, consciente de la
significación de nuestro movimiento cultural, colaborará eficazmente en el
sostenimiento de la Orquesta ,
prestándonos el decisivo apoyo, moral y material que Ud. sabe dispensar a todas
las manifestaciones de arte venezolano.
Anticipando
las gracias, soy de Ud. atto. y s. s.
Vicente Emilio Sojo
Presidente de la Junta Directiva
ORQUESTA SINFÓNICA VENEZUELA
CARACAS - VENEZUELA
Caracas, 22 de Julio de
1931.
Señor General Juan Vicente
Gómez.
Presidente de la República.
Miraflores.-
Respetado
General:
Tengo
el honor de llevar a su conocimiento que esta Sociedad acordó unánimemente en
sesión extraordinaria celebrada ayer; enviar a Ud. un respetuoso saludo de
felicitación por su exaltación a la Primera Magistratura
del País, y dedicar en su honor un Concierto especial, que se llevará a efecto
el día 31 de los corrientes en el Teatro Municipal.
Respetuosamente,
de Ud. atto. y s. s.
Vicente Emilio Sojo
Presidente
LA MEDALLA DE HONOR DE LA
INSTRUCCIÓN PÚBLICA
En
conformidad con el artículo 4º del Decreto Ejecutivo de 27 de mayo de 1920, ha
dispuesto el señor Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, Benemérito
General Juan Vicente Gómez, que se confiera a los señores José Antonio Calcaño, Juan Bautista Plaza y Vicente Emilio Sojo, la Medalla de Honor de la Instrucción
Pública.
La
condecoración que el Gobierno Nacional otorga a estas tres jóvenes y notables
personalidades del mundo artístico venezolano ha sido gratamente celebrada, ya
que así, de modo oficial, se premia la valiosa labor que ellos han venido realizando
con inteligencia y desinterés en pro de nuestra cultura artística.
“Elite”
felicita cordialmente a los señores Calcaño, Plaza y Sojo por la
señalada distinción que se les ha otorgado.
(Revista “Elite”, 15 de
abril de 1933).
CONCIERTO DEL ORFEÓN LAMAS
EN EL TEATRO MUNICIPAL
El
miércoles 30 del pasado mes de enero se llevó a efecto en el Teatro Municipal
el Sexto Concierto del Orfeón Lamas. El programa lo formaban obras de Vicente
Emilio Sojo, Calcaño, Plaza, Moleiro, Eduardo Plaza y Biava.
A
través del Orfeón Lamas, junto con él vale más decir, nuestros compositores han
resuelto el problema de la creación de una música venezolana y por ende americana.
Mientras en el resto de América la música se orientaba hacia el logro de una
propia personalidad, de una propia forma de expresión, la nuestra permanecía atada
completamente a las formas estéticas occidentales. Quizás esto se debía en
parte a la pobreza de los medios de expresión, lo que impedía el comienzo de
una labor sistemática y organizada. La creación del Orfeón Lamas, marcó el primer jalón para ese nuevo rumbo.
El
sexto concierto del Orfeón ha tenido para nosotros un singular valor, ajeno a
la buena ejecución del programa. Es el primer concierto que responde totalmente
a una finalidad artística determinada, que posee verdadera unidad. En otros
conciertos notábamos en algunas de las obras la presencia directa del folklore,
grito nuestro, pero demasiado desnudo. Las obras ejecutadas en el último
concierto son obras más estilizadas, más finas, sin por ello dejar de ser esencialmente
americanas. El arte es la manifestación más alta, más sublime del espíritu de
su pueblo. No creemos que el arpa y las maracas sean la característica de nuestra
música. Nuestro folklore es más rítmico que melódico, y es necesaria mucha
cautela para trabajarlo. Las obras ejecutadas en el último concierto del Orfeón
Lamas no obedecían a un alarde de burdo nacionalismo. Expresan más bien la
esencia pura de este pueblo.