El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de
Venezuela.
“HERALDO DE ESPAÑA Y AMÉRICA”
Barcelona de España
Director-Propietario: Eduardo Isuar.
Entre las repúblicas del Nuevo Continente que más poderosamente vienen
llamando la atención mundial está en primer término esta hermosa nación que por
su progreso y el estado floreciente de sus finanzas ocupa puesto preeminente en
el concierto de las jóvenes nacionalidades americanas.
Venezuela después de una época luctuosa, de anarquismo político, en que
las furias de los partidos habían destrozado las fibras de su propio corazón;
en que por obra de gobiernos desorientados la habían conducido al borde del abismo,
cansada de experimentos en buscar al hombre que la salvara de la total ruina
que la amenazaba, por fin fijó su mirada en un hombre
modesto, en un ciudadano enamorado de las glorias de su Patria y que con el
corazón pletórico de grandes esperanzas y voluntad inquebrantable de salvar a
la nación, emprendió el día 19 de diciembre de 1908, acompañado por el pueblo, anhelante
de paz y de trabajo, el camino de la rehabilitación de Venezuela.
En ningún lugar en donde se hable de Venezuela, de la Venezuela próspera,
culta y progresiva de hoy, puede dejarse de añadir a la enumeración de sus
mejoras materiales y espirituales, a la amplia lista de sus adelantos en el
camino del progreso, el nombre del General Juan Vicente Gómez, que siendo el
primer ciudadano de la República es también el más ferviente y abnegado
patriota.
Nada hay en Venezuela, en la Venezuela laboriosa y fecunda de estos últimos
años, de fundamental, de sólido, de progresivo que no se deba a su patriótico
esfuerzo, a su iniciativa fértil y genial, a su firmísimo afán de hacer de
Venezuela la nación admirada de propios y extraños. Puede decirse que la historia
del actual mandatario de Venezuela es la propia historia de Venezuela en su próspero
periodo contemporáneo. El florecimiento de sus Instituciones de cultura, el
auge de su economía, la creciente expansión del Comercio y el alto crédito
internacional que hoy se le dispensa, no son sino obra personal,
indiscutiblemente propia de ese hombre que rige sus destinos.
Gobernante de acerada energía, con una amplia visión para escudriñar las
perspectivas de la vida política y un profundo conocimiento de las necesidades
de su país, el Presidente Gómez abrió con la etapa de su mando una era de
realidades magníficas y de espléndidas posibilidades para la República que
arrulla con sus sonrisas el Mar Caribe.
Asombra pensar qué enormes cantidades de energías ha tenido que prodigar
este hombre por determinar con su sola voluntad todo el vasto y profundo
renacimiento de su patria. Sólo a los grandes estadistas, fundadores o
regeneradores de pueblos les es dado hacer algo semejante. Por que la obra del renacimiento
venezolano es titánica, sin precedentes en la Historia de ningún otro pueblo.
La labor magna del Presidente de Venezuela fue la de sustituir lo inarmónico
de la vida de la nación constantemente en crisis, por el rítmico vivir de un
pueblo trabajador, trasmutar el desorden en orden perfecto, el libertinaje en
libertad, es misión solamente reservada a los elegidos y Venezuela después de
un periodo de cruentas luchas, de inseguridades políticas, de dolorosas
convulsiones, halló al patriota que con su espíritu infundióle nueva vida,
serenamente orientada por las rutas de donde se forjan los grandes pueblos.
Paz y Trabajo fue el emblema de la evolución política. Paz y Trabajo es
la fuerza que hace grande a Venezuela. Paz y Trabajo es la fragua donde se
moldeó la independencia económica y Paz y Trabajo es el propio espíritu del
Presidente.
DEUDA DE LA REPÚBLICA
Cuando el Presidente Gómez asumió la responsabilidad de los destinos
nacionales, la Deuda de Venezuela alcanzaba en números redondos a la cantidad
de “doscientos ochenta millones de bolívares”.
Con motivo de la suspensión del pago de los intereses de la Deuda
durante la anterior Administración a la del General Gómez, todo el mundo sabe
de la agresión de que fue objeto Venezuela por las escuadras más potentes del
Viejo Mundo y que si cierto es que fue una dura lección para el porvenir, más verdad
es aún, que esa acción sirvió para demostrar al mundo que el pueblo de
Venezuela en todo momento estaba de pie cuando de su independencia se trataba,
y compacto, olvidando rencillas políticas se aprestó gallardamente a rechazar
la agresión.
Conociendo el Presidente Gómez que es esencial gozar de independencia
económica absoluta, para poder disfrutar de libertad política, desde el primer
momento se dedicó a organizar la Hacienda pública y paulatinamente fue tomando
otro rumbo hasta el extremo de que para fines de 1927 la Deuda de la República
alcanzaba la suma de bolívares setenta y siete millones.
En 1908 encontró el General Gómez el crédito de la República al más bajo
nivel imaginario... el Crédito de que goza el Gobierno en el Banco de Venezuela
estaba exhausto...
Y al presentar ahora su Mensaje Presidencial al Parlamento Nacional,
dice con la elocuencia abrumadora de los hechos cumplidos: “Después de
haberse atendido todas las erogaciones previstas en la Ley de Presupuesto y las
correspondientes a los cuantiosos Créditos adicionales, los fondos de reserva
del erario nacional ascendían para el día 31 de marzo de
Y esto todo lo ha hecho el General Gómez sin jamás acudir a empréstitos
extranjeros ni internos.
Labor inconmensurable, cuando se aprecia que el Presupuesto de Obras Públicas
de la República es formidable, que se han construido mas de
Toda la labor reconstructiva de la nación la ha verificado el Jefe del
Estado, con dinero nacional.
Labor asombrosa en verdad, labor que ha atraído la atención de todos los
financistas del mundo, ofreciendo dinero a Venezuela, dinero que siempre ha
sido rechazado porque el General Gómez desea librar a su patria de onerosos
empréstitos y sobre todo dejar el porvenir de Venezuela diáfano y puro, sin
peligros y amenazas, dejando íntegro para ese porvenir el Crédito de la nación.
Un experto economista norteamericano comentando el dinero de su país que
ha ido hacia las Repúblicas del Sur en forma de empréstitos, al hacer un
estudio sobre cada República dice al referirse al estado floreciente del
Uruguay, lo siguiente: “Todavía mejor, Venezuela guarda en su Tesorería cada
uno de los bolívares que constituyen su deuda nacional. Éste y otros factores
hacen que la favorable situación fiscal de Venezuela no tenga paralelo en el
mundo”.
En forma análoga se han expresado los más autorizados economistas del
mundo, las Cancillerías americanas y europeas, todas rindiendo tributo de
admiración a la labor del Presidente venezolano.
COMERCIO DE EXPORTACIÓN E IMPORTACIÓN
El desarrollo comercial del país ha sido enorme durante la presente
Administración y basta tan solo decir que en el periodo 1908-1909, el total del
comercio de la República era de “ciento treinta millones de bolívares” y
en el periodo 1924-1925 fue de “Bolívares quinientos nueve millones!".
Asombroso aumento, y esto que Venezuela no ha abordado aún el importante
problema de la inmigración.
El crédito comercial de Venezuela hace honor al país, así lo expresan los
expertos hombres de negocios que lo visitan. Así lo comunican a sus respectivas
naciones los agregados comerciales de las Legaciones acreditadas.
LA INDUSTRIA DE VENEZUELA
Con el mismo ritmo que se nota en el progreso comercial de la República,
así ha marchado con toda posibilidad el mecanismo industrial. Venezuela ha
venido instalando magníficos telares, fuerzas eléctricas, creando Bancos
Nacionales al mismo tiempo que los principales Bancos del mundo han instalado
sucursales en la capital y más importantes centros. El país también tiene fábricas
de papel, mantequilla, cemento, sombreros, construye vapores, vidrios y puede
decirse que en pocos años podrá satisfacer casi todas sus necesidades.
Al país le espera una época de prosperidad muy grande. La creación del
Puerto franco de Turiamo, llamará poderosamente la atención de Industrias
europeas que se trasladarán a ese puerto franco para instalar sus fábricas allí,
huyendo de los impuestos en Europa motivados por los gastos de guerra; dada la
magnífica situación geográfica del país, podrá servir de centro distribuidor de
artículos que hoy se manufacturan en Europa para las demás Repúblicas del Sur.
LEYES EN VENEZUELA
La legislación del país es lo más liberal que se conoce. El extranjero
disfruta de los mismos derechos que los nacionales, sin tener los mismos
deberes. Situación única en el delicado asunto de la inmigración a un país. Las
Leyes tienen una estabilidad que permite inversión de capital, sin temores de
derogaciones, ni de reformas que dificulten después el desarrollo de
industrias.
POSIBILIDADES EN EL PAÍS
Para el hombre honrado y trabajador, ningún país puede ofrecer mejores
perspectivas que Venezuela, ya que posee todas las riquezas imaginables y tiene
la singular condición de gozar de todos los climas.
Rica en maderas, en terrenos para la Agricultura y para la cría, tiene
el hombre un vastísimo campo para sus actividades, bien encaminadas. Sur América
por lo general es hospitalaria y recibe con afecto al extranjero que viene a
vivir en su tierra, y se esmera por rodearlo de todo género de consideraciones
y de ayuda material.
Para los grandes capitalistas existen magníficas ocasiones para
inversiones como lo son Minas Petróleos, Minas de oro, brillantes, carbón,
magnesita, cobre, asfalto y perlas. También, y es de la mayor importancia para
el capital que piensa invertir en América, mencionar que Venezuela abordará
pronto el interesantísimo problema de las redes ferrocarrileras de la nación y
que existiendo en la región del Orinoco y cerca de los Andes magníficas caídas
de agua, capaces de producir millones de caballos de fuerza, importa en extremo
a los capitalistas estudiar esas posibilidades que se hacen necesarias en el futuro
para el desarrollo de todas las riquezas de la República.
La prensa de todas las naciones de Europa y de América han aplaudido la obra rehabilitadora del General Gómez, los hombres más prominentes en la política, las ciencias y las finanzas han admirado la magna labor realizada, la prosperidad del país y la Paz que impera, gracias a la voluntad del pueblo de Venezuela que aunando sus esfuerzos a la del Presidente, marcha resueltamente hacia adelante, hacia la cumbre a la que por mil títulos tiene derecho la Patria de Bolívar y Sucre.
(Publicado en el Libro de la Paz, escrito por P. L. Blanco Peñalver, en
1929).