sábado, 21 de julio de 2018

El GRAN POETA GUILLERMO VALENCIA Y SU ENCUENTRO CON EL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ



El ilustre poeta Guillermo Valencia, durante el cordial encuentro con su amigo el General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.

Gran Poeta y Político Colombiano. Miembro de la Academia Colombiana de Historia visita Venezuela.

Don Guillermo Valencia manifestó en 1929 al Agregado Civil de la Legación de Venezuela en Bogotá (Colombia), su admiración por Venezuela y los grandes deseos que tenía de visitarla y de conocerla, ya que aquí lucharon por la Independencia varios de sus abuelos, agregando que consideraba nuestro país como a su propia patria.

A comienzos de los años 1930's, el poeta Guillermo Valencia, durante una escala en Venezuela para viajar a Europa, visitó al Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, con quien había establecido una vieja y entrañable amistad desde los años en que el General Gómez marchó al exilio en unión del General Cipriano Castro radicándose ambos en Cúcuta, territorio colombiano, cerca de la frontera en 1892, donde adquirieron las fincas: “Bella Vista” el General Castro y “Buenos Aires” el General Gómez, quien se dedicó a la agricultura, permaneciendo allí siete años hasta el 23 de mayo de 1899, cuando se alistó en su propia hacienda “Buenos Aires” con los 60 oficiales que integraron la "Revolución Liberal Restauradora".

El General Juan Vicente Gómez, saluda cariñosamente al gran poeta colombiano Guillermo Valencia.

CARTA DE GUILLERMO VALENCIA EN EL ANIVERSARIO DE LA INDEPENDENCIA DE VENEZUELA
La Sociedad Boliviana de Colombia, presidida por Guillermo Valencia, felicita al General Juan Vicente Gómez en el día de la Patria.

De Bogotá a Maracay, el 5 de julio de 1925.
Las 3 hs. p.m.
Señor General Juan Vicente Gómez.
Reunida la Junta Directiva de la Sociedad Boliviana en el día de hoy con el objeto especial de dar un saludo al Gobierno de Venezuela en la honorable persona de usted se aprobó la siguiente Resolución:
La Sociedad Boliviana de Colombia en el aniversario glorioso de la Independencia de Venezuela envía sus congratulaciones muy cordiales al señor General Juan Vicente Gómez, su primer Magistrado, y hace votos fervientes porque en no lejano día los países libertados por la espada del Gran Bolívar y aquellos que hayan reconocido la obra magna del Libertador se unan definitivamente, teniendo por único credo político el ideal del Padre de la Patria. La Sociedad Boliviana en el 5 de julio saluda respetuosamente al Presidente de Venezuela y reafirma sus deseos por la prosperidad y grandeza de la República hermana.
Guillermo Valencia, Andrés E. de la Rosa, Eduardo Posada, Eduardo Restrepo Sáenz, Jorge Obaldo y Pedro P. Triviño.

RESPUESTA DEL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ
El Presidente de Venezuela, ratifica una vez más sus deseos de ver unidas definitivamente por los lazos del ideal a las naciones creadas por el Gran Libertador.
De Maracay a Bogotá, el 8 de julio de 1925.
Las 4 hs. p.m.
Señores Guillermo Valencia, Andrés E. de la Rosa, Eduardo Posada, Eduardo Restrepo Sáenz, Jorge Obaldo y Pedro P. Triviño.
Recibido. Agradezco cordialmente las patrióticas felicitaciones que por medio de ustedes me dirige en la fecha de la Independencia de Venezuela la Sociedad Boliviana de Colombia; y es esta una oportunidad solemne para manifestar de nuevo, ante nuestros pueblos, que esos han sido siempre mis deseos: ver unidos definitivamente por los lazos del ideal a las naciones creadas por Bolívar, el Padre de la Patria.
De ustedes amigo,
JUAN VICENTE GÓMEZ

SEMBLANZA DEL POETA GUILLERMO VALENCIA

Guillermo Valencia Castillo, nació en Popayán (Colombia), el 20 de octubre de 1873. Gran poeta, pionero del Modernismo en Colombia, siendo creador de una poesía pictórica con influencias del romanticismo y del parnasianismo. Además, fue político, diplomático y dos veces candidato presidencial de su país. 

Desempeñó puestos diplomáticos en Francia, Suiza y Alemania, y misiones diplomáticas en Brasil, Chile y Perú. Fue jefe civil y militar del Cauca (1901), Gobernador y Senador de la República desde 1908. Gran orador. Político discutido y discutible, y un excelente poeta; conservador en política y modernista en poesía. 

Su trayectoria poética tendió al parnasianismo, después siguió la línea del simbolismo francés.

En la capital francesa conoció al célebre poeta Rubén Darío, con quien entabla amistad y, tras la publicación de su excepcional libro de poemas, "Ritos", se convierte junto al nicaragüense en el más notable poeta parnasiano y simbolista de la lengua española a causa de la rica imaginería personal de sus versos, que le singularizan como uno de los poetas más importantes del modernismo literario.

Luego, compuso muchos otros poemas, algunos incluso de mayor valor que los de "Ritos". Otra de sus obras fue "Catay", publicada en 1929, en la que recoge distintos poemas chinos, traducidos en verso al español a partir de una versión francesa.

Desde muy joven participó en la política, siendo Diputado a los 23 años, cuando ya había sido Secretario de Hacienda en el Cauca (Colombia), desde 2 años antes.

Asume un cargo de mediana responsabilidad en el Ministerio de Hacienda en 1901, pero fugazmente ya que pasa a ocupar sucesivamente las secretarías de Educación y de Gobierno del departamento de  Cundinamarca, por designación del gobernador.

Entre 1904 y 1908, asiste nuevamente al Congreso y se perfila como uno de los dirigentes más destacados de su partido. En 1909 ocupa la gobernación de Cauca, tras lo cual viaja a Europa y se aleja de la política nacional.

A su regreso en 1914, el ahora presidente Concha lo nombra Ministro de Guerra, cargo que ejerce por algo más de un año, tras lo cual empieza a preparar su candidatura para las Elecciones presidenciales de Colombia de 1918 por la Unión Republicana, en las que resulta finalmente derrotado por su copartidario Marco Fidel Suárez.

El 14 de noviembre de 1924, fue instalada la "Sociedad Boliviana",  presidiéndola el Dr. Laureano Vallenilla Lanz en Caracas (Venezuela) y la de Bogotá (Colombia) siendo presidida por Guillermo Valencia.

LA PERSONALIDAD DE GUILLERMO VALENCIA

A la izquierda, Guillermo Valencia, el eminentísimo poeta, orador y político colombiano cuya candidatura a la Presidencia acaba de ser postulada por el Partido Conservador de la hermana República de Colombia. Fotografía tomada durante una fiesta celebrada en la Legación del Perú en Bogotá. Aparece en compañía del señor Elías Bernard, Agregado Civil a la Legación de Venezuela en dicha capital. El eximio poeta y pensador colombiano, sabe agradecer sus palabras de simpatía y cordialidad para Venezuela, y le envía su sincero homenaje de respetuosa admiración. (Revista "Élite", 19 de octubre de 1929).

Guillermo Valencia, nacido en la próvida Colombia, es uno de los más interesantes exponentes de la generación modernista. Su fama, grande y merecida. Su obra, breve dentro de las relatividades de que no se puede prescindir.

Por eso se distingue precisamente: poeta para minorías, poeta sin mucho asidero sentimental, poeta de castigada factura, goza de nombre dilatado. En toda la extensión de América, y a pesar de la grita de las nuevas escuelas, se continua leyendo a Valencia.

Difícil encasillarlo. ¿A qué rama de la familia modernista pertenece? No es de los iniciadores. Dista mucha de los rubendarianos. Tampoco se le puede acercar en exceso y exclusivamente a ningún otro poeta de ningún país. ¿Escuelas extranjeras? Ninguna lo esclaviza.

El caballero don Guillermo Valencia, pertenece a una de esas grandes familias de pequeño país. A una de esas familias en que el cultivo de la inteligencia es gala y tradición.

Aunque doctor en Filosofía y letras y voracísimo lector en varias lenguas, el autor de "Ritos" afirma que no ha sido un profesional de las letras. Si con ello quiere significar que no ha vivido de ellas, no que a ellas exclusivamente ha consagrado sus actividades, tiene razón. Señalaba el poeta Valencia: "Hubiera preferido ser un buen general o un buen médico. Mis grandes admiraciones han sido Julio César, Aníbal, Napoleón, Bolívar".

Por los años de mocedad e iniciación literaria y política de Guillermo Valencia, un 20 de julio, cierto fogoso orador liberal olvidó a los próceres de la efemérides y arremetió contra los conservadores. Nadie estaba preparado para responder. Cuando mayor era la expectación, un joven sale del público, asciende a la tribuna y, en reivindicación de su partido, produce una réplica en tonos más fogosos y elocuentes que los del espontáneo tribuno liberal. Era Guillermo Valencia. Así inició su carrera como orador político.

Llegado a la cincuentena, la ambición política parece triunfar en él sobre la ambición literaria. Comparte la vida entre los viajes a Bogotá, de vez en cuando a Europa, su casa de Popayán y sus tierras del Cauca. (Revista "Élite", 19 de octubre de 1929).

En 1930 sería nuevamente derrotado como candidato a la presidencia, esta vez quedando tercero, tras el liberal Enrique Olaya Herrera y el general conservador Alfredo Vásquez Cobo.

Durante sus últimos años asistió intermitentemente a la Cámara de Representantes, pero ya sin mucho protagonismo. A partir de esta época vino la última etapa de su creación poética, con poemas como "Job", "Parábola del Pozo", "Canto a San Francisco de Asís", entre otras, y las versiones de la poesía china que aparecieron en el libro titulado "Catay".

El 24 de julio de 1933, el poeta Guillermo Valencia, pronunció un hermoso discurso en San Pedro Alejandrino (Santa Marta, Colombia) como homenaje al Libertador Simón Bolívar.

Contrajo matrimonio con Josefina Muñoz Muñoz, también de Popayán, con quien tuvo cinco hijos, entre los que destacaron Guillermo León, que llegó a ser Presidente de Colombia, y Josefina, primera mujer en ocupar un ministerio y una gobernación en la historia de Colombia.

Aspecto de los valiosos objetos conservados en el "Museo Nacional Guillermo Valencia" de Popayán (Colombia), en donde destaca un busto del poeta rodeado de placas y reconocimientos, además de una carta de su gran amigo el poeta nicaragüense Rubén Darío.

Guillermo Valencia, falleció en Popayán, el 8 de julio de 1943. La ley 80 de 1943, declaró Monumento Nacional la amplia casona donde vivió y murió, hoy denominada "Museo Nacional Guillermo Valencia", y en cuyo panteón reposan los restos mortales del Maestro junto con varios miembros de su familia.