Oficina Central de Sanidad Nacional. Venezuela.
Un interesante estudio publicado por la Redacción de National Geographic, sobre la Viruela, nos explica su origen y forma de contagio, siendo considerada como una de las enfermedades más devastadoras que jamás
hayan existido en la historia de la humanidad. Alteró dramáticamente el curso
de la historia, incluso contribuyendo al declive de civilizaciones
enteras. Se declaró erradicada a nivel mundial en 1979, después de un programa de vacunación que está considerado como una de las
victorias más importantes de la medicina moderna.
En Venezuela, durante el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente
Gómez, Presidente de la República, se tomaron importantes medidas preventivas
para el efectivo combate de la terrible enfermedad como la que presentamos a
continuación:
PUBLICACIONES DE LA DIRECCIÓN DE SANIDAD NACIONAL
MEDIDAS PREVENTIVAS CONTRA LA VIRUELA
La Dirección de Sanidad Nacional continuará activamente la lucha contra el flagelo, correspondiendo así a la sagrada misión de velar por la salud pública, e inspirada siempre en las normas trazadas por el creador y sostenedor de la Sanidad Nacional en Venezuela, Benemérito General Juan Vicente Gómez.
La Ley de Vacuna declara obligatoria en la República la vacunación
antivariólica y como se han presentado en esta ciudad casos aislados de Viruela,
muy pocos, por fortuna, la Dirección de Sanidad Nacional ha ordenado que, tanto
en Caracas como en las poblaciones del interior se intensifique activamente la
vacunación, considerando esta medida profiláctica como la más eficaz en la
lucha contra la terrible enfermedad, que como se sabe, es una de las más
contagiosas y graves.
Con el fin de generalizar la inmunización, la Dirección de Sanidad, apoyada
en la Ley y Reglamento respectivos, dispuso que un numeroso personal,
debidamente preparado, se dedicara activamente a practicar la vacunación, no
sólo en Caracas sino en casi todas las poblaciones y muy especialmente en los
puertos, impidiendo el tránsito de toda persona que no estuviera vacunada.
Además de este personal, todos los facultativos del país cooperan eficazmente
en esta obra de profilaxia, y el público ha contribuido igualmente, acudiendo a
los centros de vacunación.
Los resultados obtenidos no pueden ser más satisfactorios: actualmente no
existe epidemia de Viruela. En Caracas, con más de 130.000 habitantes, apenas
se han presentado casos aislados, que de acuerdo con la Ley, fueron recluidos
en el acto. Para esta reclusión existe un Hospital de Aislamiento, situado en
los aledaños de la ciudad, dotado con todo lo necesario y a cuyo frente hay un
personal técnico competente. La enfermedad no ha revestido carácter de
gravedad, de tal modo que no ha habido una sola defunción y los pocos casos
existentes están ya en periodo de convalecencia.
La labor realizada ha sido, pues, intensa y beneficiosa. Intensa porque se
ha llevado a todo el territorio de la República y el Gobierno Nacional no ha
omitido esfuerzos ni gastos en realizarla. A las Medicaturas de Sanidad se les
ha enviado, de enero a hoy, más de 500.000 dosis de linfa vacinal, otro tanto a
los Presidentes de los Estados y autoridades locales, cuya colaboración merece
especial elogio por lo Federal, el número de personas vacunadas por la Oficina
de Sanidad Nacional y por el personal sanitario de oportuna y decidida. En el
Distrito La Guaira y parroquias foráneas, alcanza a 60.000: a esta cifra hay
que agregar las numerosas vacunaciones practicadas por los señores Médicos
Cirujanos en su clientela, y por diversas instituciones benéficas, dato que no
se ha obtenido todavía, porque no han sido devueltos todos los talonarios de
que les ha provisto la Sanidad Nacional.
La linfa vacinal se prepara en el Laboratorio de Bacteriología y
Parasitología de la Oficina Central; se extrae de terneras escogidas, sometidas
previamente a un riguroso examen y la elaboración y envasamiento de la vacuna
se hacen según la técnica prescrita por la ciencia, teniéndose siempre una
existencia considerable en depósito.
Por todo lo dicho, se desprende que no hay temor de que se arraigue la Viruela
ni se presenten epidemias; la vacunación practicada en la forma expuesta, es la
medida profiláctica que da mayores resultados. En todas partes del mundo se
presenta esta enfermedad y las medidas de reclusión de los enfermos y la
vacunación general de la población, la limitan de tal modo que no constituye peligro
para la comunidad.
Según nuestra Ley de Vacuna no tienen valor los certificados de vacunación
que remonten a más de siete años, pero cuando las autoridades sanitarias
creyeren oportuna y necesaria la vacunación para prevenir una epidemia de
viruela, como sucede hoy, es obligatoria la revacunación para todo individuo
que no justificare haber sido inoculado en un periodo anterior de sólo tres
años (Artículo 10 de la Ley de Vacuna).
La vacunación aún no ha terminado; la Dirección de Sanidad Nacional continuará
activamente la lucha contra el flagelo, correspondiendo así a la sagrada misión
de velar por la salud pública, e inspirada siempre en las normas trazadas por
el creador y sostenedor de la Sanidad Nacional en Venezuela, Benemérito General
Juan Vicente Gómez, quien, en su noble afán de hacer efectivo todo progreso en
el país, no omite esfuerzo por grande que éste sea.
Caracas, 30 de marzo de 1929.
El Director de Sanidad Nacional.
(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 31 de marzo de 1929).
LA VIRUELA
(Por: Redacción National Geographic)
La Viruela figura entre las enfermedades más devastadoras que jamás hayan existido en la historia de la humanidad. Alteró dramáticamente el curso de la historia, incluso contribuyendo al declive de civilizaciones enteras. Se declaró erradicada a nivel mundial en 1979, después de un programa de vacunación que está considerado como una de las victorias más importantes de la medicina moderna.
La Viruela es una enfermedad aguda y contagiosa causada por el virus "Variola". Recibe su nombre del término en Latín que significa “moteado”, haciendo referencia a los bultos y pústulas que aparecen en el rostro y cuerpo de los afectados. Históricamente el virus ha matado al 30% de las personas que lo han contraído. Los que han sobrevivido a menudo quedaban ciegos, estériles, y con profundas cicatrices, o marcas de Viruela, en la piel.
Se transfería por contacto directo con los infectados o a través de fluidos corporales, también a través de objetos contaminados como las camas, y la enfermedad tenía dos variantes. La Viruela mayor, que era la más común y la más severa y letal. Y la Viruela menor, que causaba una enfermedad menos agresiva, que era mortal en menos del 1% de los casos. Las otras formas, menos habituales, eran: la hemorrágica y la maligna. Ambas causaban irremisiblemente la muerte.
LAS PRIMERAS VÍCTIMAS
Se cree que la Viruela se originó en la India o en Egipto hace 3.000
años. Las pruebas más tempranas de la enfermedad datan del Faraón Egipcio
Ramsés V, quien murió en
La enfermedad se extendió luego hacia las rutas del comercio en Asia, África y Europa, llegando finalmente a las Américas en el siglo XVI. Los indígenas no tenían ninguna inmunidad natural. Y se estima que un 90 por ciento de las muertes indígenas durante la colonización Europea fue a causa de enfermedades y no por la conquista militar.
La Viruela contribuyó al declive del Imperio Azteca, en lo que ahora es México, después de la llegada del virus con los conquistadores Españoles en el 1519. Más de tres millones de Aztecas sucumbieron a la enfermedad. Gravemente debilitados, los Aztecas fueron vencidos fácilmente. La Viruela también causó la muerte de un Emperador Inca y eliminó gran parte de la población Inca del Oeste de Sudamérica.
En Europa, se estima que la Viruela acabó con 60 millones de personas sólo en el siglo XVIII. Y en el siglo XX, con unas 300 millones de personas en todo el mundo.
LA VICTORIA DE LA VACUNA
La batalla humana contra la Viruela comenzó hace 2.000 años. En Asia, una técnica conocida como "viruelización" se basaba en infectar deliberadamente a la persona, introduciendo con aire a presión, costras de Viruela, por la nariz. Los que recibían este tratamiento, contraían un tipo más benévolo de Viruela y desarrollaban una inmunidad de por vida.
En 1796, se realizó un descubrimiento clave, gracias a un experimento del doctor Inglés Eduard Jenner, que mostró que la inoculación de una variedad similar de la Viruela, que está presente en las vacas, podría protegernos contra la enfermedad. El descubrimiento de Jenner fue clave para el posterior programa de vacunación, especialmente crucial ya que no hay ningún tratamiento efectivo para la Viruela.
En 1967, entre 10 y 15 millones de personas contrajeron la Viruela, y la Organización Mundial de la Salud lanzó una campaña mundial de erradicación basada en la vacunación. Gradualmente la enfermedad se fue concentrando sólo en el Cuerno de África, y el último caso conocido ocurrió en Somalia en 1977.
Pese a que la Viruela se ha convertido en protagonista tan sólo en los libros de historia, hay una pequeña posibilidad de que vuelva a amenazarnos como arma biológica.
https://www.nationalgeographic.es/ciencia/viruela