viernes, 18 de noviembre de 2022

FALLECE EL GRAN POETA VENEZOLANO ANDRÉS MATA 1931

Don Andrés Mata, amigo y leal servidor del General Juan Vicente Gómez, a quien calificó como el Gran Hombre que engrandeció a la Patria dándole paz firme, bienestar fecundo y gloria digna.

Desempeñaba el cargo de Consejero de la Legación de Venezuela ante el Vaticano en el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez.

El día 18 de noviembre de 1931, falleció en París el ilustre poeta venezolano Andrés Mata, Individuo de Número de esta Institución. En Venezuela y en todos los pueblos de habla hispana, la noticia ha causado honda y vivísima impresión, pues desaparece con el autor de "Pentélicas", "Idilio Trágico y Arias Sentimentales", uno de los más puros y altos cultivadores de la poesía lírica del Continente. Fue además el señor Mata periodista notable, fundador del diario "El Universal" de Caracas; hombre público de destacada significación y amante apasionado de la gloria del Libertador, a quien cantó en rotundas estrofas. 

Cuando murió desempeñaba el cargo de Consejero de la Legación de Venezuela ante el Vaticano en el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez. 

Al tener noticia de su muerte, en la sesión ordinaria de la Academia Nacional de la Historia del 19 de noviembre de 1931, nuestro compañero el señor don Luis Correa propuso, tras breve y sentido elogio de la obra poética del extinto, que se enlutara por ocho días el Sillón Letra G, que ocupó entre nosotros, se diera el pésame a la familia y se levantara la sesión en señal de duelo. Así se aprobó por unanimidad. 

Reproducimos a continuación las palabras del señor Correa: 

Señor Director: 

"Ha muerto Andrés Mata; ya de él no nos queda sino su obra poética, breve y armoniosa. Lo demás, lo que perteneció a la carne frágil y perecedera, ha entrado con el gran misterio en los dominios de la nada. Pero sus versos; lo de él; lo íntimo; lo que hizo de su espíritu un vaso de elección, llevarán para siempre su nombre en alas de la sensibilidad y del recuerdo. 

En la historia de la poesía venezolana, Andrés Mata es desde ayer una antorcha cuya luz no se apagará. Poeta como son los verdaderos poetas, por instinto, por obra de lo subconsciente; poeta de la poesía pura, de la que elabora fuera de los dominios de la razón; de la que se exprime con el rumor natural de los ríos cascadas, Andrés Mata llegó a su hora para expresar en estancias musicales un momento del alma venezolana. Surgido del romanticismo; epígono de una escuela que terminó por ahogarse entre palabras, sin que se oyera el ritmo cordial del pueblo, Mata trae a nuestra poesía, Junto con la emoción que pasa, un concepto permanente de la claridad, del número invariable, salido de la eterna fuente del clasicismo, que es orden y armonía. No perteneció a los grandes orquestadores del lirismo; no tuvo la sabiduría de Andrés Bello, toda pauta disciplinaria, ni el torrente emotivo de Pérez Bonalde, ni la gracia perfecta que se asoma como una ninfa desnuda en algunos sonetos de Gutiérrez Coll; pero su obra, de más pequeas dimensiones, fue trabajada con amor de artista, burilada con el ansia de perfección que muchas veces lo llevó por el camino del acierto. La antología guardará celosamente alguna de esas joyas, con la dulce y piadosa devoción con que la mujer amada esconde en su libro de horas la flor que se marchitó sobre su seno".

Luis Correa. 

(Publicado en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia, N° 56. Octubre - Diciembre de 1931. Caracas, Venezuela).