viernes, 6 de noviembre de 2020

VENEZUELA, PAÍS SIN DEUDAS 1935

(Extracto de la entrevista realizada al distinguido Doctor José Santiago Rodríguez publicada en el diario “La Mañana” de Montevideo, Uruguay, el sábado 9 de marzo de 1935).

El Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, conversando con sus Ministros: Dr. Efraín González, General Eleazar López Contreras, Dr. Pedro Itriago Chacín y Dr. Pedro Rafael Tinoco. 

Importantes conceptos sobre Venezuela y su Gobierno. Una nación sin deudas.

En la mañana de ayer llegó procedente de Buenos Aires, el Doctor José Santiago Rodríguez, eminente jurisconsulto e historiador venezolano, catedrático de Derecho Romano de la Universidad de Venezuela y Presidente de la Academia Nacional de Historia de Caracas.

Poco después de desembarcar del vapor de la carrera, el Doctor Rodríguez, en compañía del Encargado de Negocios de Venezuela en nuestro país, Doctor J. R. Montilla, deparó a nuestra casa la amable y honrosa deferencia de su visita.

Con ese motivo, nos fue dable departir durante algunos momentos con el ilustre huésped y con su distinguido acompañante, obteniendo las interesantes referencias que aparecen concretamente a continuación:


UN VIAJE DE CIRCUNVALACIÓN EN TORNO DE AMÉRICA

Acabo de realizar –nos dijo el Doctor Rodríguez–, uno de los viajes más interesantes de mi vida y que con mayor vehemencia deseé siempre llevar a cabo.

Imaginen ustedes –prosiguió– que honrado con la invitación del gobierno de Lima para asistir a los grandes festejos conmemorativos del Cuarto Centenario de la ciudad de los Virreyes, en carácter de huésped de honor, salí de mi país, recorrí el norte de Colombia, me dirigí al Pacífico por el Canal de Panamá y siguiendo hacia el sur la costa oceánica, llegué a Callao y de ahí hasta Lima. Terminados los grandes actos de la referencia, que han dejado en mi memoria recuerdo imborrable, reemprendí viaje de nuevo hacia el Sur, visitando Chile y trasponiendo después la cordillera, llegué hasta Buenos Aires y desde esa capital a Montevideo. Desde aquí seguiré hacia Brasil, retornando luego a Caracas por vía marítima, cerrando así este bello y encantador periplo.


VENEZUELA, PAÍS SIN DEUDAS

Doctor José Santiago Rodríguez.

Se refiere después el Doctor José Santiago Rodríguez a su propio país:

La situación de Venezuela es, dentro de las circunstancias actuales, afortunadamente halagüeña. En todo caso, hay la posibilidad de afirmar que mi país ha sentido en menor proporción que los demás los efectos de la intensa crisis que en los presentes momentos angustia al mundo.

¿A qué es dable atribuir esa circunstancia?

A su actual Gobierno presidido por el General Juan Vicente Gómez y a su organización económica. Hay que tener en cuenta que Venezuela es uno de los pocos países del mundo que no tiene deudas. Por el contrario, su erario presenta en la actualidad un superávit de cien millones de bolívares. Esa es la consecuencia de la política que se siguió a raíz del verdadero bloqueo económico de que se hizo objeto a mi país en razón, precisamente, del crecido número de deudas que llegó a tener. Fue en mérito del duro aleccionamiento recibido por ese motivo que se instauró la organización actual de fundamentos económicos tan saneados y sólidos.

(El Nuevo Diario, 23 de marzo de 1935).

 

SEMBLANZA DEL DOCTOR JOSÉ SANTIAGO RODRÍGUEZ. 

El Doctor José Santiago Rodríguez, nació en Caracas, Venezuela, el 14 de febrero de 1877 y falleció en Caracas, el 10 de mayo de 1945. Fue hijo del doctor Miguel María Rodríguez y de la señora Teresa Rodríguez de Rodríguez.

Abogado, diplomático e historiador. Cursó estudios primarios y secundarios en su ciudad natal. Se recibió de bachiller en Filosofía, el 12 de junio de 1896, en la Universidad Central de Venezuela. Graduado de Doctor en Derecho en la Universidad Central de Venezuela (1900).

Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia, electo el 11 de marzo de 1908. Director de dicha Academia (1934-1935), utilizó el archivo personal de su abuelo, el político y varias veces Ministro del mismo nombre José Santiago Rodríguez (1795-1874), como material de documentación para escribir y publicar en 1933, una Contribución al Estudio de la Guerra Federal en Venezuela, considerado por el público como "el libro más interesante del Doctor Rodríguez".

A partir de 1909, durante la presidencia del Benemérito General Juan Vicente Gómez, le correspondió acompañar al doctor Carlos F. Grisanti, quien había sido nombrado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de los Estados Unidos de Venezuela en el Reino de los Países Bajos, como Secretario de la Legación Venezolana. Para esa fecha, Rodríguez ocupaba el cargo de vocal principal de la Corte de Casación por la Séptima Agrupación, compuesta por los estados Bermúdez y Bolívar.

El 16 de septiembre de 1909, el Presidente de la República, Benemérito General Juan Vicente Gómez, le confirió la condecoración del Busto del Libertador en la 2ª. Clase de la Orden al Doctor Carlos F. Grisanti, y en la 3ª. al Doctor José Santiago Rodríguez.

En 1910 ya es abogado de fama en Caracas y junto con su otrora discípulo, el Doctor Cristóbal L. Mendoza, también académico fundador de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, funda el bufete de abogados Rodríguez & Mendoza, una de las primeras y más prestigiosas firmas de abogados del país.

Como complemento de su formación jurídico-universitaria, Rodríguez hizo estudios de Historia Universal y de Gramática Francesa en el Colegio Aveledo, a la par de estudios de Lengua Inglesa en el Colegio Villalobos, todos en Caracas. Fue también el único cursante de la cátedra de Antropología en la Universidad Central de Venezuela, la cual fue dictada por el eminente Doctor Rafael Villavicencio.

Durante el Gobierno del Benemérito General Juan Vicente Gómez, fue fundador, junto con otros treinta académicos, de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, mediante Resolución Ejecutiva, el 19 de diciembre de 1916, ocupando el Sillón No. 11. Para la fecha, el Doctor Rodríguez venía precedido por una muy merecida fama como abogado, magistrado y profesor de Derecho en la Universidad Central de Venezuela. Desempeñó la cátedra de Derecho Romano en la Escuela de Ciencias Políticas de Caracas y publicó en 1928, unos Elementos de Derecho Romano. Se ocupó igualmente de las asignaturas de Derecho Civil, Economía Política y Derecho Internacional Privado, tareas que desempeñó en la Escuela de Ciencias Políticas, de la cual fue además su Director.

En materia de Derecho Internacional Privado produjo artículos difundidos en las revistas jurídicas caraqueñas. También publicó artículos y alegatos en otras materias, como Derecho Civil, Derecho Procesal, Derecho Petrolero, Derecho Penal y Derecho Mercantil.

Al Doctor Rodríguez como diplomático le fueron encomendadas misiones de altísima importancia en Estados Unidos de América, Gran Bretaña, España y Portugal. Fue además miembro de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya, delegado de Venezuela ante la Comisión Mediadora para conocer de la Controversia de Fronteras entre Honduras y Nicaragua y ante la Conferencia de Cancilleres de La Habana, entre otros.

Llegó a ocupar el cargo de Segundo Vicepresidente del Colegio de Abogados del Distrito Federal y de Director de la Academia Nacional de la Historia, a la que prestó importantes servicios, habiéndose incorporado a esa Academia, el 14 de julio de 1918, durante la presidencia del Benemérito General Juan Vicente Gómez.

Recibió significativos reconocimientos tales como Socio Honorario del Colegio de Abogados de Costa Rica, miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia, así como también de las Academias de la Historia del Ecuador, Santo Domingo y Colombia, del Instituto Histórico del Perú y del Histórico y Geográfico del Uruguay. Fue también miembro de diversas comisiones revisoras de códigos nacionales.

Su retrato honra una de las paredes de la sede de la Academia Nacional de la Historia y preside la sesión que se realiza en este salón de sesiones.

El fallecimiento del Doctor Rodríguez en Caracas, el 10 de mayo de 1945, fue reseñado por la prensa en primera página, y lamentado como "pérdida irreparable para la ciencia en nuestro país y en el Continente y también para nuestra sociedad, de la cual era el Doctor Rodríguez uno de los miembros más distinguidos".

Con ocasión de su fallecimiento la Academia de Ciencias Políticas y Sociales dictó un acuerdo en el cual afirmó que su vida constituye "un preclaro ejemplo de virtudes ciudadanas" y lo propio hizo la Academia Nacional de la Historia que lo llamó "ciudadano por todos respectos honorable y distinguido".

Su velatorio se llevó a cabo en la Casa Amarilla y al mismo invitaron, además de sus familiares, los doctores Cristóbal L. Mendoza y Carlos R. Travieso, el Ejecutivo Federal, el Encargado del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Consejo de la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, el Colegio de Abogados del Distrito Federal, la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, la Academia Nacional de la Historia, y una inmensa lista de amigos, encabezada por el propio Presidente de la República General Isaías Mediana Angarita y el Ex-Presidente General Eleazar López Contreras.

El Doctor Rodríguez estuvo casado con la honorable señora María Luisa Travieso, y fue sobrevivido por dos hijos, los doctores Manuel y José Santiago Rodríguez Travieso.