lunes, 5 de julio de 2021

TITTA RUFFO FAMOSO BARÍTONO CANTÓ EN VENEZUELA


Titta Ruffo considerado el más grande barítono del mundo, se presentó en el Teatro Municipal de Caracas, Venezuela, bajo los auspicios del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente Constitucional de la República, el 8 de marzo de 1924.

Bajo los auspicios del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente Constitucional de la República de Venezuela, y subvencionada por el Gobierno Nacional, la reconocida Compañía de Ópera Bracale, logró reunir el elenco más talentoso y costoso en la historia del Teatro Municipal de Caracas, Venezuela. Existió una gran expectación del público, porque vino contratado integrando el grupo de artistas, uno de los más grandes barítonos de la ópera mundial, el famoso cantante lírico italiano Titta Ruffo. También le acompañaron el magnífico tenor español Antonio Cortis, el bajo Antonio Nicolich y las sopranos italianas Lina Cavalieri y Francisca Solari.

Teatro Municipal de Caracas, Venezuela.

A la izquierda: El magnífico tenor español Antonio Cortis. A la derecha: El extraordinario bajo Antonio Nicolich.

La Compañía del maestro Adolfo Bracale, presentó su primera función, el 8 de marzo de 1924, con "Hamlet", del compositor francés Ambroise Thomas, actuando el grandioso barítono Titta Ruffo. El domingo, 9 de marzo de 1924, fue puesta en escena la ópera "Andrés Chénier", con la actuación del tenor Antonio Cortis, quien la noche del 11 de marzo de 1924, cantó interpretando a Cavaradossi en la ópera "Tosca", acompañado por Titta Ruffo, en el personaje de Scarpia, uno de los soportes de la ópera "Tosca" de Puccini. El barítono que cante Scarpia, no sólo ha de poseer una buena voz, ha de tener una presencia escénica impactante. El prestigioso y notable barítono Titta Ruffo, cantó después "Los Payasos" y "Rigoletto".

Las famosas sopranos italianas Lina Cavalieri y Francisca Solari.

Fue una gran temporada lírica la ofrecida por la Compañía Bracale que, posteriormente, continuó presentando espectáculos de ópera con buenos elencos durante el Gobierno del General Gómez, gran aficionado, entusiasta y benefactor de la cultura y las artes en Venezuela.

BIOGRAFÍA DE TITTA RUFFO

Integrantes de la Gran Compañía de Ópera San Carlos en 1923: 1. Margarita D´ Alvarez, Contralto; 2. Fortunato Gallo, Empresario; 3. Tamaki Miura, Soprano Lírico; 4. Giovanni Martinelli, Tenor Lírico-Dramático; 5. Tito Schipa, Tenor Lírico; 6. Anna Fitziú, Soprano Lírico-Dramático; 7. Tita Ruffo, Barítono absoluto; Lucrecia Bori, Soprano Lírico. 

Titta Ruffo, cuyo nombre real era Ruffo Cafiero Titta, nació en Pisa, Italia, 9 de junio de 1877 y falleció en Florencia, Italia, el 5 de julio de 1953. Cantante de ópera italiano; fue uno de los mejores y más grandes barítonos operísticos de su era; con inaudita potencia en el registro agudo y un esmalte broncíneo característico.

Su vocación por el canto despertó a los 15 años de edad. Por diversas razones no pudo iniciar sus estudios hasta cumplidos los 20 años. Por consiguiente fue autodidacta y con escasos estudios musicales.

Algunos consideran al trío integrado por el tenor Enrico Caruso, el bajo Feodor Chaliapin y el barítono Titta Ruffo, una trilogía irrepetible de la edad de oro del bel canto.

Titta Ruffo, estudió en la Accademia Nazionale di Santa Cecilia y debutó en Roma como el Heraldo en Lohengrin en 1898. En 1899, realizó una maravillosa interpretación cantando la ópera Zazá, de Ruggero Leoncavallo, dirigida por Leopoldo Mugnone, en el Teatro Ópera de Buenos Aires, también tuvo memorables actuaciones en el Teatro Rivera Indarte de la ciudad argentina de Córdoba. En 1903 en el Covent Garden de Londres cantó "El Barbero de Sevilla" y en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona, España.

En 1904, cantó en el Teatro Regio de Parma, en Génova y en La Scala de Milán el Rigoletto de Giuseppe Verdi y Germania de Alberto Franchetti, aunque su consagración llegó en el Teatro São Carlos de Lisboa con Hamlet, de Ambroise Thomas.

Consiguió su primer contrato en el Teatro del Conservatorio de San Petersburgo en 1905. Cuando a comienzos de 1905, debutó en el San Carlos de Lisboa con Hamlet, el éxito fue tal que el cantante pasó rápidamente a un mundo de leyenda, alimentada continuamente por sus triunfos a un lado y otro del Atlántico, con algunas actuaciones esporádicas en Italia, especialmente en Roma y Florencia, que no se interrumpieron hasta su retirada de los escenarios en el Teatro Colón de Buenos Aires en 1931.

En el Teatro Colón de Buenos Aires cantó prácticamente en todas las temporadas desde 1908 hasta 1931, retirándose de este escenario con su afamado Hamlet. Además cantó en Viena, Berlín, París, Barcelona, Madrid (1908-1913), Budapest, México, Caracas, La Habana y en el Metropolitan Ópera de Nueva York (1922-1929), entre otras casas líricas.

Su repertorio estaba compuesto por más de 30 papeles. Titta Ruffo, protagonizó una extraordinaria carrera, hasta el punto de ser considerado como una voz "histórica", casi como la voz de barítono por antonomasia. Su voz de brillo y colorido inconfundible en toda su gama, difundía sonidos compactos y empastados que con la ayuda de fulgurantes vibraciones y perfectos claroscuros, conferían a su canto sus más genuinos atributos.

Sus más grandes creaciones fueron, aparte de Hamlet, Rigoletto, Amonasro, Escamillo, Don Giovanni, Scarpia, Germont, Fígaro, Tonio, Nabucco, Falstaff, el Conde de Luna y Guillermo Tell.

Única era también la extensión de su voz, que abarcaba diecisiete notas, incluido el Do tenor, lo que le permitía, a pesar de la especial amplitud de la gama central, dominar los extremos del pentagrama con la facilidad y claridad de sus legendarios agudos.

Si excepcional fue su voz, no menos prodigiosa resultaba su organización vocal, basada en una emisión que dependía de la especial conformación de la nariz y que le confería un volumen trascendental a ciertas vibraciones.

Si además, también se tiene en cuenta su talla como intérprete, ya que era un actor de gran relieve, con una dicción muy eficaz e incisiva, se comprende fácilmente el que se le haya atribuido el calificativo de "fenómeno", inimitable por los rasgos peculiares de una personalidad humana, antes aún que artística, absolutamente excepcional, tal como se colige de su autobiografía La mía parábola.

A partir de 1937, se estableció en Florencia (Italia), donde se dedicó a la enseñanza hasta su muerte, ocurrida el 5 de julio de 1953, en esa ciudad. La causa de su fallecimiento fue un Infarto agudo de miocardio, siendo sepultado en el Cementerio Monumental de Milán (Italia).