Cumaná. Con firme actividad se cumple en el Estado la ley sobre porte de
armas. El Presidente de Sucre, general Silverio González, al hacerla cumplir,
coopera lealmente a la obra de higiene moral implantada en la República por el
tesonero esfuerzo del Benemérito Jefe del País, General Juan Vicente Gómez; y
hoy, gracias a esa labor moralizadora, puede transitarse despreocupadamente por
los más apartados caminos del Estado, pues ya se han desaparecido los
tradicionales perdonavidas que, revólver al cinto, resolvían con infalibilidad
de guapos todos los problemas; y ya no se ve tampoco por los lugares apartados
la inquietante aparición de un hombre armado de machete. Esto, unido al éxodo
de los vagos y mal entretenidos, abre amplías garantías a los hombres de trabajo
que hacen diaria y honrada labor en los campos, de donde desaparecen el
escándalo y la riña. El porcentaje de sucesos sangrientos viene disminuyendo de
modo rápido como se comprueba en la estadística.
Publicado
en el periódico “El Nuevo Diario”, el 4 de abril de 1920.