martes, 2 de febrero de 2021

LA GRAN CARRETERA TRASANDINA


Una de las grandes obras que permitió la integración y comunicación de todo el país fue la magnífica construcción de la Gran Carretera Trasandina por orden del Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela.

JUICIO CRÍTICO DE UNA REVISTA INGLESA

(Traducido por F. V. para "El Nuevo Diario" del "South American Journal" de Londres, el 13 de febrero de 1932).

En 1908, antes de que el General Gómez asumiese la Presidencia de la República, no había en toda ella un solo kilómetro de carretera moderna.

Los accionistas de los ferrocarriles ingleses que operan en Venezuela deploraron en tiempo pasado la competencia que les hacían los transportes por carretera; pero la política del General Gómez ha abierto el tráfico de vastas regiones hasta ahora inaccesibles y ha reducido al mínimo los riesgos de revoluciones, antes tan frecuentes. La carretera más importante de las construidas bajo la administración del General Gómez es lo que va desde la capital del país, Caracas, hasta la frontera de Colombia, mejor dicho, hasta la ciudad colombiana de Cúcuta, lo cual representa un recorrido de 790 millas, todas modernamente pavimentadas, excepto en algunas secciones muy pequeñas. 

La carretera pasa por las partes más ricas de los Estados Miranda, Aragua, Carabobo, Cojedes y Portuguesa; y es sola vía que las comunica con el Interior y las permite exportar sus productos. La carretera cruza una estribación norte de los Andes, alcanzando una altitud de 14.100 pies en el Páramo de Mucuchíes. Cuando la carretera colombiana esté completa, habrá una vía directa desde Caracas hasta Bogotá. La vía del sureste de Venezuela, o sea, la carretera de Caracas-Soledad-Guayana, tiene una extensión de 713 kilómetros, llegando hasta Ciudad Bolívar, a orillas del río Orinoco, siendo por ahora transitable solamente durante la estación seca, es decir, de Enero a Junio, pero los trabajos que en ella se realizan actualmente permitirán que el tráfico sea seguro durante todo el año. 

En 1908, antes de que el General Gómez asumiese la Presidencia de la República, no había en toda ella un solo kilómetro de carretera moderna. Caminos rudimentarios, de anchura escasa para un solo vehículo, unían a las ciudades venezolanas…cuando lo permitían las lluvias. Era por el entonces una verdadera proeza hacer un viaje de San Cristóbal a Caracas, y en la arriesgada empresa se invertía un mes y más a veces. Lógicamente, el Comercio no podía desarrollarse por falta de adecuados medios de comunicación. El progreso efectivo que representa esa gran carretera, lo dice el hecho de que el viaje San Cristóbal-Caracas se efectúa hoy perfectamente en tres días.

La construcción de carreteras presenta en Venezuela muchos obstáculos. En los terrenos llanos son necesarios anchos terraplenes y largos desagües (a veces mayores de 300 pies) para asegurar el conveniente drenaje de los pantanos. En esas regiones, sujetas a inundaciones periódicas, la construcción de sistemas de largos puentes por conexión de rampas y puentes pequeños se hace imprescindible, y esto, naturalmente, encarece mucho el costo de las obras. En la Gran Carretera Trasandina los obstáculos son de otra naturaleza y más difíciles aún de vencer. La carretera ha de cortarse a pico en las vertientes de la montaña, frecuentemente en la roca viva, lo cual sólo puede hacerse a fuerza de barreno. La construcción de numerosos y altos muros de contención, para proteger la carretera montañosa contra derrumbes, se hace también indispensable. 

Toda la carretera de La Guaira a Caracas, y también gran parte de la vía sur Caracas-Maracay, está bordeada de una baranda extraordinariamente sólida de gruesos rieles, apoyados en fuerte pilotes de concreto armado, a fin de que los vehículos no se desbarranquen. Las carreteras de montaña que son serpeantes tienen curvas bien marginadas, de modo que en ellas pueden siempre mantener los autos una buena velocidad.

En la actualidad se calcula que hay en Venezuela 3.728 millas de carretera, de las cuales alrededor de 620 son de superficie dura de concreto, y, en pequeñas fracciones, de asfalto. El resto es de superficie firme, de piedra picada y cascajo. Los caminos secundarios son también así todavía parte de ellos, por lo que resultan intransitables en la estación de lluvias. Debido a inevitables repercusiones de la depresión económica mundial, la construcción de carreteras, ha perdido por el momento algo de intensidad en Venezuela, pero están aprobados ya los planos para el trazado inmediato de muchas millas que son todavía necesarias. El principio está ya hecho y realizada plenamente la parte más difícil. Es de esperarse que Venezuela posea, en plazo relativamente breve, uno de los sistemas de carreteras mejores del mundo. Acaso la mejor de las carreteras venezolanas más conocidas sea actualmente la arteria de 25 millas que une la capital de la República con La Guaira, el primer puerto de la República. Esta carretera es una obra portentosa de ingeniería moderna que ofrece paisajes maravillosos de la costa del Caribe, elevándose desde el nivel del mar a una altitud aproximada de 2.900 pies.

(Traducido por F. V. para "El Nuevo Diario" del "South American Journal" de Londres, el 13 de febrero de 1932).