domingo, 7 de marzo de 2021

OBSEQUIO DEL MARQUÉS DE HOYOS AL GENERAL JUAN VICENTE GÓMEZ 1923

 

Hermosa espada fabricada en Toledo, regalo del Marqués de Hoyos, Presidente de la Cruz Roja Española, al Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente Constitucional de Venezuela. Año 1923.

Ayer en la mañana fue recibido en el Palacio de Miraflores, en audiencia particular, el Excelentísimo señor don Ángel de Ranero y Rivas, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Reino de España en Venezuela, quien consignó en manos del señor General Juan Vicente Gómez, Presidente Constitucional de la República, una preciosa y fina espada manufacturada en las célebres fábricas de Toledo, valioso presente del señor Marqués de Hoyos, Presidente de la Cruz Roja Española, al Jefe de la Nación venezolana.

De inapreciable valor, por el cuidadoso esmero de su fabricación es esta espada, en cuya elegante empuñadura lucen admirablemente trabajados el escudo de Venezuela, y el nombre, en relieve, del señor General Gómez.

Excelentísimo señor don Ángel de Ranero y Rivas, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario del Reino de España en Venezuela. año 1923.

La preciosa joya toledana llegó a manos del señor Presidente Constitucional de la República, acompañada de un pergamino, trabajado en colores por un eminente calígrafo y dibujante español, cuya obra es perfecta y de un mérito indiscutible. Un fotograbado de tan valioso pergamino, ilustra, junto con el de la preciosa espada, esta nota.

El señor General Gómez estimó debidamente el suntuoso presente del señor Marqués de Hoyos y encargó al señor Ministro de España hacer llegar hasta el distinguido oferente, las protestas de su más profundo reconocimiento.

Una demostración palpable del aprecio a que se ha hecho acreedor el General Juan Vicente Gómez, al realizar, en la forma más eficiente y con el aplauso de propios y extraños la obra de la efectiva Rehabilitación de Venezuela, bajo los auspicios de la Paz, de la Unión y del Trabajo, es el presente con que le exterioriza su simpatía el señor Marqués de Hoyos, representativo, por sus títulos nobiliarios, por las altas funciones a su cargo y por su gentileza de caballero, de esa España de hoy tan vivamente interesada en el desenvolvimiento de las jóvenes nacionalidades de América, y con la que nuestro país estrecha cada día las más cordiales relaciones.

Leyenda del Presente Pergamino:

"Al Excelentísimo señor General Don Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, que con tanta sabiduría y acierto rige los destinos de su patria y tan celosamente cuida de fomentar las relaciones de la misma con España para honra y provecho de ambas naciones, dedica el presente recuerdo.

El Marqués de Hoyos".

Con verdadera complacencia deja constancia EL NUEVO DIARIO, en sus columnas de honor, del homenaje de simpatía que rinde al señor General Gómez el señor Marqués de Hoyos, por el digno órgano del Excelentísimo señor don Ángel de Ranero y Rivas, Ministro de España, quien en la forma más galante cumplió el honroso encargo.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 26 de mayo de 1923).


BIOGRAFÍA DEL MARQUÉS DE HOYOS

 

Don José María Hoyos y Vinent de la Torre O'Neill, Marqués de Hoyos (III). Militar, Diplomático y político español. Nació en Madrid, España, el 15 de mayo de 1874. Perteneciente a la más linajuda Grandeza española, ingresó en 1891 en la Academia General Militar y un bienio después pasó a la de Artillería, donde recibió el grado de Teniente en 1896, retirándose voluntariamente con el empleo de Coronel en enero de 1931. Desde 1901 fue edecán de Carlos María de Borbón, esposo de María de las Mercedes, princesa de Asturias y hermana mayor del futuro Rey Alfonso XIII. Participó con brillantez bajo sus órdenes en los combates de Nador y Ulad-Settut y en la expugnación de Hidum en el transcurso de las operaciones desarrolladas tras el desastre sufrido por las tropas españolas en el Barranco del Lobo en los alrededores de Melilla, inicios del verano de 1909. Antes y después de tales acontecimientos, acompañó al citado infante en numerosas misiones oficiales por las diferentes Cortes europeas de la época inmediata al estallido de la Gran Guerra. Senador por derecho propio en 1921, un bienio ulterior sería designado comisario regio y Presidente de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española, cargo desempeñado con la competencia y laboriosidad que le eran propias y alabadas universalmente. 

En 1924, realizó por última vez las funciones diplomáticas que le habían acreditado en diversas cancillerías y ante altas personalidades del viejo continente al acompañar al Rey italiano Víctor Manuel III en su visita a España. Fue Miembro de la Asamblea Nacional Consultiva en 1927.

El crucial año de 1929 supuso su entrada en el gran escenario de la política nacional al ser nombrado en febrero Alcalde de Madrid (10 de febrero de 1930 - 7 de febrero de 1931), designación acompañada, por cierto, con la de Consejero de Estado. No obstante su acendrado y profeso monarquismo, sus dotes organizadoras y su talante moderado y suprapartidista lograron imponerse en la gestión del municipio madrileño en una coyuntura de especial dificultad, logrando la colaboración y también el aplauso de las distintas fuerzas edilicias en una tarea singular y sorprendentemente fecunda. Ministro de la Gobernación en el último Gobierno del reinado de Alfonso XIII (18 de febrero de 1931 - 14 de abril de 1931), no compartió las opiniones ni la estrategia del Almirante Juan Bautista Aznar y su mentor Romanones, afanándose primordialmente en mantener dentro de la legalidad más estricta el orden público y el desarrollo del proceso electoral.

Concluida la Guerra Civil, que pasó en el extranjero, se consagró a la meticulosa redacción de sus memorias y al impulso de las muchas empresas económicas por él dirigidas o participadas, destacando las acometidas en las marismas del Guadalquivir. III Marqués de Hoyos, III Marqués de Vinent y IV Marqués de Zornoza, Vizconde de Manzanera, Grande de España, gentil-hombre de Cámara de Alfonso XIII, se desposó en 1902 con Isabel Sánchez de Hoces, marquesa de la Puebla de los Infantes, Grande de España, dama de las reinas María Cristina y Victoria Eugenia.

Dejó escritas unas memorias, tituladas "Mi Testimonio", sobre su actuación en el Ministerio y los sucesos previos a la caída de la monarquía y el advenimiento de la República.​

Falleció el 1 de abril de 1959 en Madrid, España.