miércoles, 29 de diciembre de 2021

EL GENERAL GÓMEZ Y LOS HOMBRES DE TRABAJO 1924

 

Multitud de trabajadores industriales se congregaron para aclamar al Benemérito General Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela. Año 1924. Caracas, Venezuela.

El General Gómez se enorgullece en primer término de ser un trabajador y nunca olvida, a pesar de su brillante carrera política y militar, que le ha llevado a ser el primer ciudadano de Venezuela, su acendrado amor al trabajo y su predilección por los humildes.

En la mañana de ayer tuvo efecto un acto por demás sencillo, pero que habla directamente al corazón del pueblo y expresa fielmente los sentimientos del Jefe del País hacia las clases trabajadoras, cuyo bienestar constituye uno de los principales objetivos del Benemérito General Gómez.

Con motivo de su actitud en el asunto de pasteurización de la leche, quiso el laborioso gremio que explota dicha industria expresarle su adhesión y agradecimiento. Así tuvieron ocasión de hacerlo al pie de la estatua de Sucre, en la Avenida 19 de Diciembre, mientras el Presidente de la República daba su paseo matinal.

Más de setecientos industriales se hallaban en aquel sitio. El General Gómez, a quien acompañaba el señor General José Vicente Gómez, Vicepresidente de la República e Inspector General del Ejército y muchos amigos y servidores, descendió de su automóvil y con la llaneza que le distingue, con su proverbial amabilidad, estrechó la mano de los honrados trabajadores con quienes departió algunos instantes.

"Yo también soy un hombre de trabajo", dijo el General Gómez. Palabras que cobran en sus labios el más puro acento de republicanismo y que sin duda serán escuchadas con satisfacción por todas las clases laboriosas del país, como lo fueron ayer por los que le agasajaban. El General Gómez se enorgullece en primer término de ser un trabajador y nunca olvida, a pesar de su brillante carrera política y militar, que le ha llevado a ser el primer ciudadano de Venezuela, su acendrado amor al trabajo y su predilección por los humildes. Esas palabras suyas, de una sencillez elocuente, expresan el soplo de justicia y de verdad que anima su alma de patriota con el cual ha podido transformar en breves años a nuestro país, arraigando en el corazón del pueblo honrado y laborioso la fe más profunda en el noble espíritu de justicia que lo guía en todos sus actos públicos y privados.

El General Gómez se retiró gratamente impresionado de la manifestación de esos trabajadores que le aclamaron con entusiasmo, y a quienes une un motivo más de agradecimiento con el Ilustre Conductor de los destinos nacionales. Gran número de los manifestantes de esos trabajadores se sumaron al séquito presidencial y le acompañaron en el paseo hasta su regreso a Miraflores.

(Publicado en el Periódico "El Nuevo Diario", el 4 de septiembre de 1924).