martes, 10 de marzo de 2015

EL GENERAL GÓMEZ ANTE EL CRITERIO UNIVERSAL




Autorizadas opiniones acerca de su labor política y administrativa.


EL CÓNSUL GENERAL DE VENEZUELA EN EL REINO UNIDO
Particular.
Liverpool, 19 de diciembre de 1928.
Señores Redactores de “El Nuevo Diario”.
Caracas.

Mis muy queridos amigos y compañeros:

Tengo especial placer en acompañarles un artículo mío dedicado a ese importante diario, acerca de la actualidad política de nuestra patria, y en el cual he insertado recientes manifestaciones de la prensa inglesa que me parecen dignas de la mayor publicidad en Venezuela.

Les agradeceré muchísimo la amistosa acogida que se sirvan dispensarle a ese artículo que les envío secundando humildemente la patriótica labor que ustedes realizan en “El Nuevo Diario”.

Su afectísimo amigo y servidor.

S. A. Mendoza.

Hoy como ayer y como desde sus propios orígenes, la intensa y patriótica labor política y administrativa que al frente de los destinos nacionales realiza el Benemérito General Juan Vicente Gómez, continúa cautivando la atención mereciendo los aplausos de todo el Orbe civilizado; tal como lo comprueban las ruidosas manifestaciones públicas a que han dado lugar en el exterior las más recientes medidas de progreso por él dictadas en su invariable propósito de engrandecer la República y hacer la mayor suma de bienes a sus conciudadanos. 

Tales medidas, por acertadas y trascendentales para el desarrollo económico y la prosperidad del país, alcanzan naturalmente, como queda insinuado, una resonancia insólita en todos los centros sociales, políticos, comerciales y financieros del universo; y hacen cada vez más expectable y visible la austera figura histórica del General Gómez, desde todos los puntos de vista del horizonte mundial.

Y es así como la Francia, la noble y gloriosa, la que flamea en sus manos el oriflama de la civilización contemporánea, se complace en prender al pecho del Eminente Jefe de la Nación Venezolana la más alta y honrosa presea con que ella distingue, exalta y recompensa a los grandes benefactores de la humanidad y a los esforzados propulsores del progreso humano.

Y así se explica también el hecho muy significativo de que la Sociedad de las Naciones haya acordado a Venezuela un puesto de honor en su Consejo y destacándola así entre las nacionalidades hispano-lusitanas de la América, como país normalizado en el orden y la paz y apto para colaborar en las faenas indefinidas del progreso y de la civilización universales.

Tal distinción altísima constituye indudablemente uno de los más notables triunfos de la actualidad política de Venezuela y un nuevo timbre de honor para el Eminente Ciudadano que con acierto singular y éxito brillante viene dirigiendo el complicado proceso de nuestra vida cívica y con ella los trascendentales destinos de la República.

Tales triunfos son también triunfos de la Patria y cumple a los venezolanos celebrarlos y apreciarlos como otros tantos títulos limpios y claros que el Benemérito General Gómez podrá siempre aducir a la consideración pública y a la gratitud de sus compatriotas.

La prensa inglesa, en cuyos juicios no influye interés alguno extraño a la verdad y a la moral, hace mérito de la creación de los Bancos Agrícola y Pecuario y de Obreros, puntualiza las bases fundamentales de ambos institutos, estudia su conveniencia y hace resaltar los favorables resultados que ellos están destinados a rendir a nuestras industrias madres y en general al desarrollo económico y a la consiguiente prosperidad de la nación.

Especial interés y aplausos le ha merecido también el aumento del presupuesto de los Estados y la determinación del Benemérito General Gómez de que tal aumento se apropie al objeto de llevar la acción del progreso oficial hasta los más apartados caseríos de la República; en vez de localizarlo, como fuera la práctica en épocas pasadas, a la capital y otras ciudades principales.

La magnitud del Presupuesto Nacional para el año económico de 1928 a 1929, que se eleva a (Bs. 196.000.000) ciento noventa y seis millones de bolívares, la más alta cifra que registran nuestros anales fiscales, ha merecido asimismo muy favorables comentarios de la prensa inglesa, como reveladora que es aquella cifra de nuestra creciente capacidad productiva y admirable organización financiera. Este Presupuesto acusa un aumento de (Bs. 84.000.000) ochenta y cuatro millones de bolívares en comparación con el del año pasado.

Coméntase también en términos altamente satisfactorios para el patriotismo el hecho de que nuestra Deuda Diplomática, proveniente del convenio de 1905, alcance hoy el precio de 95% o sea 15 puntos sobre la par; haciéndose ver que esta cotización es la mayor entre todas las deudas públicas de los países hispanoamericanos, lo que vale decir que Venezuela es el país de mayor crédito en la América Latina. 

Es el propio Consejo de Tenedores de Bonos Extranjeros de Londres, institución oficial que tiene en sus manos el pulso de las finanzas mundiales, quien ha dicho a la faz del mundo que “Venezuela, por el cumplimiento exacto y fiel de sus obligaciones pecuniarias, internas y externas, constituye un ejemplo único (récord) entre las naciones de Hispano América”.

En comprobación de las precedentes aseveraciones, y poseídos de legítimo orgullo patriótico y también partidario, traemos ahora a estas columnas el artículo editorial del poderoso diario londinense “The Thames”, referente al ascenso de Venezuela al Consejo de la Liga de las Naciones. Literalmente traducido al castellano, el mencionado artículo editorial es el siguiente:

“La elección recaída en Venezuela para ocupar un puesto en el Consejo de al Liga de las Naciones constituye una renovación de vínculos con la América del Sur que habían sido seriamente debilitados por sucesos anteriores.

Es oportuno recordar que en 1926 el Brasil se retiró de la Liga a causa de que ninguno de los importantes grupos de los Estados de la América Latina, más de 20 en conjunto, estaba representado en el Consejo permanente de la Liga. Venezuela se adhirió a ésta desde su iniciación en 1919, y a su reciente promoción para actuar como Miembro del Consejo durante el próximo trienio contribuye probablemente hasta cierto punto, su situación geográfica en el Norte, frente al Mar Caribe.

Además de su neutralidad en la política internacional suramericana, Venezuela tiene otros títulos de positiva importancia a su favor. Destácase entre ellos el sostenido periodo de paz interior que, casi sin paralelo entre los Estados de Sur América, ha distinguido su progreso durante los últimos veinte años.

La presente situación de Venezuela, libre de toda lucha interna, es la obra del General Gómez, quien gobierna el país desde 1909, aunque otros ciudadanos, designados por él, han ejercido posteriormente la presidencia. 

El actual régimen es en realidad una benévola autocracia, pues del profundo patriotismo del General Gómez no puede existir ninguna duda. En síntesis su política responde al deseo de hacer progresar el país de un modo previsivo y desarrollando en primer término sus potencialidades. “Que todos los venezolanos trabajemos” ha sido su divisa que, por cierto, no es de la que obtienen siempre el asentimiento general.

Una vez consolidado su predominio político, el primer esfuerzo del General Gómez ha sido aumentar las vías de comunicación. Los trayectos ferroviarios eran muy limitados y estaban reducidos a una fracción de la costa en el norte, donde el costo de construcción hacía difícil las ramificaciones, en tanto que el resto de la República inclusive la vasta y fértil región del río Orinoco, sólo contaba con los más primitivos medios de transporte. 

Gómez llamó en su ayuda a ingenieros para trazar una red perdurable de carreteras, y con toda perseverancia ha llevado a cabo no sólo la construcción de los caminos, sino lo que es mucho más raro en Sur América, la conservación de los mismos. 

En la actualidad Venezuela posee 2.765 caminos de primera y segunda categoría, que el Gobierno mantiene, y se ha colocado a la cabeza de todos los Estados suramericanos en punto a carreteras. La extensión de éstas se ha duplicado a partir de 1916; y como resultado, el número de vehículos motores registrados en Venezuela asciende a más de 13.000.

No ha sido menos notable la habilidad financiera del General Gómez. El total de la Deuda Nacional ha venido reduciéndose con toda la regularidad hasta el punto de que el año pasado se notificó oficialmente que el Gobierno tenía un saldo suficiente a su favor en el Banco de Venezuela para cancelar sus deudas interior y exterior al ser deseable.

La deuda pública venezolana per cápita es, por lo tanto, nula, lo cual constituye un ejemplo raro cuando casi todas las naciones del mundo están cargadas de deudas. 

Recientes ofertas provenientes de banqueros norteamericanos que desean negociar nuevos empréstitos con el Gobierno de Venezuela han sido cortésmente rehusadas.

Las principales industrias que ocupan a la población de Venezuela, que consta de 3.000.000 de habitantes, son las del café, cacao y ganado vacuno, en orden de importancia. Su fuente de mayor riqueza actual, que sin embargo no acepta íntimamente la economía nacional, se debe al descubrimiento del petróleo en la región de occidente. Venezuela está hoy clasificada como la tercera nación productora de petróleo en el mundo, habiendo superado a México considerablemente. La producción se elevó a 2.117.000 barriles en 1922 a 9.000.000 en 1924, a 36.000.000 en 1926 y a 62.817.000 en 1927.

Sólo el Golfo de Maracaibo y su costa rinden el 80% de la producción total. Uno de los más interesantes espectáculos de esta región es el número de elevadores de petróleo que se destacan en el Lago de Maracaibo, una prolongación interna del Golfo, para extraer los profundos depósitos de aceite.

Últimamente el progreso de esta industria ha sido detenido a causa de un convenio entre los productores para conservar sus elementos por medio del cierre de un número de pozos en actividad. La mayor parte del petróleo de Venezuela se transporta a la isla holandesa de Curazao, en las Indias Occidentales, donde se han construido enormes refinerías y los campos petrolíferos de Venezuela han proporcionado considerable trabajo a los astilleros británicos que construyen un gran número de buques-tanques para el transporte marítimo de este producto.

Con idéntico propósito de documentar nuestras afirmaciones, trasladamos también aquí los muy justicieros conceptos que el notable publicista inglés, señor doctor Ernest H. Griffin, en una monografía intitulada “Los Depósitos Auríferos de Venezuela”, consagra al General Gómez y a su labor gubernamental. En voz alta y autorizada habla así el renombrado publicista inglés:

“El advenimiento del General Juan Vicente Gómez a la Presidencia de Venezuela ha iniciado una brillante época en la vida de la República.

El General Gómez ha consagrado veinte años a laborar con toda decisión por el bienestar de su patria, obteniendo resultados que son evidentes para quienquiera que visite el país. 

Abolido radicalmente el porte de armas que constituía siempre un peligro en manos de un pueblo apasionado, ha desaparecido casi por completo la criminalidad. La administración de justicia está confiada a personas de reconocida probidad y competencia. 

El peculado y toda malversación de fondos públicos han sido suprimidos con firmeza, y los funcionarios nacionales se escogen en virtud de su capacidad y honradez y no de meras razones políticas. En las ricas tierras públicas, todas las cuales se están mensurando y demarcando, se lleva a cabo una campaña sanitaria contra las enfermedades cimóticas y parasitarias en que se ocupan eminentes hombres de ciencia.

Bien penetrado de la importancia que tienen para la nación sus yacimientos auríferos, el General Gómez acoge siempre con simpatía todas las proposiciones tendientes a fomentar la actividad de las compañías mineras”.

(De "The Mining Journal", de Londres, edición del 28 de enero de 1928).

En apoyo de nuestras apreciaciones, reproducimos también el artículo editorial del diario The Evening Standard relativo a nuestra Deuda Diplomática de 1905 y en general al crédito público de Venezuela en la actualidad. Dice así el respetable diario londinense:

“Los Bonos de la Deuda Diplomática del 3% anual de Venezuela, cuyo precio mínimo este año ha sido de 84, han experimentado un alza y se cotizan actualmente entre 93 y 95. El motivo de esta alza es la amortización que se espera en breve; la posición a este respecto es de considerable interés para los tenedores de Bonos.

El fondo de amortización es acumulativo y se aplica semestralmente; pero un hecho que quizás no ha sido advertido por muchos tenedores de Bonos es que Venezuela ha duplicado el montante de sus remesas quincenales para el servicio de la Deuda, durante los últimos seis meses.

Las ofertas para el próximo remate y compra de estos títulos deben ser presentados el 17 de diciembre. Como las remesas del Gobierno venezolano son ahora mayores, la cantidad aplicable a la compra de estos títulos asciende en esta ocasión a 188.350 libras esterlinas en lugar de 82.306 libras esterlinas a que alcanzó en junio último. 

En dicho mes se compraron títulos a razón de libras 90,2456, por término medio, pero es indudable que se obtendrán mayores precios el próximo 17 de diciembre.

El valor total de los títulos en circulación actualmente sube a libras 1.389.280, cantidad que será redimida en tres años con las nuevas cuotas de amortización. Si el número de títulos ofrecidos a menos de la par fuere insuficiente, habrá de recurrirse a la compra a la par, método que con toda probabilidad será adoptado en las amortizaciones del año entrante. 

Con esta cotización en perspectiva durante los próximos tres años, los tenedores de bonos preferirán probablemente conservarlos antes que vender al precio actual de 95.

Los que compraron estos títulos a 50 hace algunos años no tienen motivo de queja contra Venezuela. Desde que se celebró el convenio relativo a esta Deuda en 1905, las remesas quincenales para su pago no se han retrasado un día; y, comprados a 50, estos títulos han producido el seis por ciento de interés, fuera de la valoración del capital que representa casi el 100 por ciento”. 

(Notas editoriales de “The Evening Standard”, Londres, 6 de diciembre de 1928).

A la enconada propaganda pasional de los contados enemigos de la actualidad política de Venezuela que en el exterior procuran el descrédito del país, debemos oponerle la recta apreciación que de la gigantesca labor patriótica del General Gómez hacen ante el más amplio criterio de la justicia los personajes más altos de la política mundial, jefes de naciones, diplomáticos ilustres, eminentes hombres de ciencia, literatos, poetas e historiadores de ambos Continentes, quienes al juzgar con imparcialidad la obra gubernativa del General Gómez, tributan homenaje de admiración al Hombre Extraordinario, tipo del magistrado moderno, que ha rehabilitado y engrandecido la República.

Tales juicios, por autorizados e imparciales, son los elementos de prueba que la posteridad y la historia habrán de tomar en cuenta al pronunciar su veredicto definitivo e irrevocable acerca del presente trascendental periodo de nuestra vida nacional.

Para la apología de la actual brillante etapa política de Venezuela: para la mayor glorificación histórica del General Gómez bastará mañana el simple recuento de sus actos gubernativos. No podrá él decir a la verdad, como Zaleuco de su legislación, que son los mejores de todos los ritos patrios; pero sí podrá afirmar con la satisfacción del hombre honrado, que todos ellos han sido dictados con el alma puesta en Dios y la mente en la felicidad y en la grandeza de la Patria.
         
Liverpool, 19 de diciembre de 1928.

S. A. Mendoza.

(Publicado en el Periódico “El Nuevo Diario”, el 9 de enero de 1929).