PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
Ciudadanos Senadores:
Ciudadanos Diputados:
Es con la mayor satisfacción que acabo de oír vuestras palabras, y es
también lleno de patriótico orgullo como recibo de manos de vosotros, en este
acto solemne por el motivo que lo implica, la Contestación que el Congreso
Nacional en uso de sus atribuciones legales, ha dado a las labores de mi
Gobierno, aprobando el Mensaje contentivo del primer año trascurrido del
periodo constitucional.
Y, tengo derecho a sentir una gran satisfacción que cuadra bien a mis
antecedentes de hombre público y a la obra iniciada el 19 de diciembre de 1908,
porque después de las rudas pruebas a que nos ha sometido el Destino, en la
órbita política con el conflicto de la Guerra Europea y en lo que se refiere a
mí mismo con el grave estado de mi salud, salvada por la Providencia, he visto
renacer a mi alrededor en esta tierra que nos es tan querida por habérnosla
legado libre e independiente nuestros Libertadores, los más sanos afectos y las
más nobles tendencias, pues todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, estamos
profundamente convencidos de que sólo al amparo de la Paz y de la Ley es que
logramos el progreso de la República y el bienestar de la familia venezolana,
tan digna y sufrida desde la época de la Independencia, y tan merecedora por la
austeridad de sus costumbres y por su estirpe gloriosa, de la mayor suma de
bienes en el sagrado ambiente del hogar.
Por temperamento y por escuela pertenezco, Ciudadanos Senadores y
Ciudadanos Diputados, a los hombres que, sin descuidar el presente trabajan
para el porvenir. Hoy, de gratas fruiciones para mí por venir vosotros a
presentarme el veredicto del Congreso aprobatorio del Mensaje Constitucional,
lo considero como uno de los mejores de mi vida, de gran aliento para continuar
en la lucha emprendida; y, siguiendo los impulsos naturales de mi corazón, os
prometo, una vez más, que siempre será la Ley la norma de mis actos, que mi
pensamiento y mi voluntad estarán siempre dispuestos hacia el bien, y que todos
estos honores que por sí solos podrían constituir la hoja de servicios de un
hombre ilustre, los deposito en aras de la Patria como la mejor ofrenda de mi
honradez y de mi republicanismo y como prueba evidente de que no he arado en el
mar, puesto que, con vuestro concurso y el del pueblo venezolano, he triunfado
brillantemente implantando en Venezuela una sabia política de Unión, de Paz y
de Trabajo, tal como lo reclaman en la actualidad todas las naciones prósperas
y civilizadas.
Al recibir, pues, la honrosa Contestación de la cual sois portadores,
permitidme que en vosotros manifieste mi agradecimiento al Congreso Nacional,
formulando los más sinceros votos porque Dios inspire vuestras deliberaciones y
el mejor éxito corone vuestras labores parlamentarias.
Ciudadanos Senadores.
Ciudadanos Diputados.
Publicado, el 24 de mayo de 1923.