domingo, 15 de marzo de 2015

VENEZUELA BRINDA AL CAPITAL EXTRANJERO MUCHAS POSIBILIDADES DE INVERSIÓN

Declaraciones del Honorable D`Artillac Brill.
Ministro Plenipotenciario de los Países Bajos en Caracas.

(De La Prensa, de Nueva York).

El Ministro Plenipotenciario de Holanda en Venezuela, M. D`Artillac Brill, que recientemente retornara a aquella República, a bordo del vapor Commewyne, acompañado de su distinguida y simpática esposa, doña Lila Richelet de D`Artillac, hizo en Nueva York y a este Diario importantes declaraciones sobre el país en que representa al gobierno de S. M. la Reina de los Países Bajos.

M. D`Artillac se expresa en términos de sincero y vehemente entusiasmo sobre Venezuela. “Personalmente, declaró, me siento entusiasmado y creo en el porvenir de Venezuela, ahora más que nunca, bajo el gobierno progresista del General Gómez, La mirada del mundo se dirige en estos momentos a aquel país, no solamente porque posee inmensas riquezas petrolíferas, sino porque también brinda otras muchas posibilidades para la inversión de capitales extranjeros con el apoyo del gobierno actual”.

Hablando sobre el estado de las relaciones internacionales de la República de Venezuela, dijo M. D`Artillac que eran satisfactorias. “Se han arreglado, manifestó, todas las divergencias con las potencias extranjeras y el país hace esfuerzos para mantener las más cordiales relaciones con las demás naciones”.

El diplomático holandés subraya el desarrollo de las obras públicas venezolanas, haciendo notar su progreso y amplitud actual.

“Bajo el gobierno del General Gómez, dice, se han abierto magníficas carreteras que permiten cruzar el país de un extremo a otro y facilitan además el transporte de los productos del interior a los puertos de la costa, cuyas ventajas no superan las demás repúblicas de la América del Sur”. Y comentando el aspecto financiero de la situación, M. D`Artillac agrega que Venezuela hoy por hoy “no tiene casi ninguna deuda y en las épocas más difíciles su moneda se ha conservado a la par”.

El Ministro holandés en Venezuela, cordial, comprensivo y abierto a las impresiones extrañas, es grande y sincero amigo y admirador de Hispano América. M. D`Artillac en sus viajes diplomáticos supo descubrir y lograr la felicidad de contraer matrimonio con su esposa, la señora Lila Richelet de D`Artillac, perteneciente a distinguidísima familia argentina y dotada de todas las virtudes y gracias características de las bellas hijas del Plata.

Publicado en el Periódico “El Nuevo Diario”, el 13 de junio de 1923.